Diez Falacias Sobre Los Problemas Sociales De América Latina
Germyn11 de Agosto de 2011
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GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
Jefe de Gobierno
Dr. Aníbal Ibarra
Vicejefa de Gobierno
Lic. María Cecilia Felgueras
Secretario de Promoción Social
Dr. Justo Daniel Figueroa
Subsecretaria de Gestión de la Acción Social
Lic. Mónica Desperbasques
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Centro de Documentación en Políticas Sociales
Lic. Susana Reca
CENTRO DE DOCUMENTACIÓN EN POLITICAS SOCIALES DOCUMENTOS / 27
Diez falacias sobre los problemas sociales de América Latina (Washington, 2000)
por
Bernardo Kliksberg
Buenos Aires
2001
Coordinador del Instituto Interamericano para el Desarrollo Social (INDES/BID). Profesor Honorario de la Universidad Nacional de Buenos Aires, Argentina. Las opiniones expuestas en este trabajo son del autor y no representan necesariamente las de la organización donde se desempeña.
DOCUMENTOS DE POLITICAS SOCIALES
COORDINACION EDITORIAL
Susana A. Reca
CONSEJO EDITOR
Ramón Altamirano: Consultor PNUD y Secretaría de Desarrollo Social de la
Nación
Fernando Calderón: PNUD. La Paz - Bolivia
Marcelo Cavarozzi: Universidad Nacional de San Martín Laura Golberg: Universidad Nacional de San Martín Graciela Di Marco: Universidad Nacional de San Martín Héctor Palomino: Universidad de Buenos Aires
Beatriz Schmuckler: Instituto Mora - México
Jorge Schvarzer: Director del Centro de Estudio de Economía de la Empresa y el
Desarrollo - Fac. Cs. Económicas - UBA
DISEÑO
Omar Alvarez
EQUIPO DE TRABAJO
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I N D I C E
I. Hora de escuchar a la gente .......................................... 5
II. PRIMERA FALACIA: La negación o la minimización de
la pobreza .............................................................................. 7
III. SEGUNDA FALACIA: La falacia de la paciencia ............ 10
IV. TERCERA FALACIA: Con el crecimiento económico
basta ...................................................................................... 13
V. CUARTA FALACIA: La desigualdad es un hecho de la naturaleza y no obstaculiza el desarrollo .............................. 16
VI. QUINTA FALACIA: La desvalorización de la política so-
cial ........................................................................................ 19
VII. SEXTA FALACIA: La maniqueización del estado ............. 22
VIII. SEPTIMA FALACIA: La incredulidad sobre las posibili- dades de aporte de la sociedad civil ...................................... 25
IX. OCTAVA FALACIA: La participación; si, pero no............ 28
X. NOVENA FALACIA: La elusión ética ............................... 30
XI. DECIMA FALACIA: No hay otra alternativa ..................... 32
XII. Una mirada de conjunto ........................................................ 35
Notas ............................................................................................. 36
Referencias .................................................................................... 37
I. HORA DE ESCUCHAR A LA GENTE
¿Qué piensan los latinoamericanos sobre lo que está sucediendo en la re- gión? Cuando se les pregunta algo tan concreto sobre si creían que están viviendo mejor o peor que sus padres, sólo un 17% dijo que mejor, la gran mayoría sentían que su situación había desmejorado (Latín Baróme- tro, 1999). Esta respuesta evidencia un hondo sentimiento de desconten- to. Las mayorías tienen bien claro en el Continente cuales son las causas de su disconformidad. Se hallan bien conscientes de ellas. Y distinguen perfectamente causas aparentes, de otras más profundas. Cuando se les interroga sobre sí creen que la democracia es preferible a cualquier otro sistema de gobierno, muestran un apoyo masivo al sistema democrático y sus ideales. Dos terceras partes lo prefieren, y solo un 20% siguen exhi- biendo inclinaciones hacia el autoritarismo. Pero cuando se profundiza expresan que están fuertemente insatisfechos con como la democracia está funcionando en sus países. Solo el 35% esta satisfecho con su fun- cionamiento. En la Unión Europea para comparar la cifra es el 47%, en Dinamarca el 84%. Los latinoamericanos han elegido la democracia co- mo forma de vida, y la respaldan consistentemente, pero "democrática- mente" están fuertemente disconformes con su desempeño concreto.
Entre las causas de insatisfacción algunas son políticas, pero tienen un peso decisivo las económico-sociales. La gran mayoría considera que los problemas vinculados con la pobreza han empeorado. Se refieren a ca- rencias en oportunidades de trabajo, acceso a salud, acceso a educación de buena calidad, incertidumbre laboral, bajos sueldos. Agregan a ello temas como el agravamiento de la corrupción, la delincuencia, y el tráfico de drogas. Además testimonian que sienten que ésta es una región donde existen grandes desigualdades, y resienten agudamente esa situación.
Los dos únicos países donde los promedios de satisfacción con el desem- peño del sistema democrático son mayores a los de la Unión Europea, son Costa Rica y Uruguay, donde más del 60% de la población está satis- fecha con su funcionamiento. Son dos países que se caracterizan por te- ner los más bajos niveles de desigualdad de toda la región, y por haber desarrollado algunos de los más avanzados sistemas de protección social de la misma.
Las encuestas reflejan que la población esta clamando por cambios, a tra- vés de la democracia no por otra vía, que permitan enfrentar los agudos problemas sociales.
Los avances en ese camino parecen encontrar obstáculos formidables en la región si se juzga por los limitados resultados alcanzados. Algunos tienen que ver con la existencia de fuertes intereses creados y de privile- gios que obtienen beneficios del mantenimiento de la situación vigente. Otros con dificultades derivadas de la inserción económica de la región en la nueva economía internacional. Otros, con el funcionamiento de- fectuoso de instituciones y organizaciones básicas. A estos y otros aña- dibles se suma, la circulación profusa de ciertas falacias sobre los pro- blemas sociales que llevan a la adopción de políticas erróneas, y a em-
prender caminos que alejan de la salida del largo túnel en que esta sumida buena parte de la población. No son el único factor de retraso, pero cla- ramente su peso muy fuerte en sectores con mucha influencia en la toma de decisiones obstruye seriamente la búsqueda de alternativas renovado- ras, y el paso hacia una nueva generación de políticas económicas y so- ciales.
El objetivo de este trabajo es llamar la atencion sobre estas falacias, para estimular la discusión amplia y abierta sobre las mismas, con vías a su superación.
Se presentan a continuación algunas de las principales, se analizan algu- nos de sus efectos en el diseño de políticas, y se examina su consistencia. Se trata sobre todo de procurar ponerlas a foco, e invitar a una reflexión colectiva sobre ellas.
II. PRIMERA FALACIA: LA NEGACION O LA M I-
NIMIZACION DE LA POBREZA
Existe una intensa discusión metodológica sobre como medir la pobreza en la región. Sin embargo a pesar de los resultados diversos que surgen de diferentes mediciones los estudios tienden a coincidir en dos aspectos centrales: a) Las cifras de población ubicada por debajo del umbral de pobreza son muy elevadas; b) Existe una tendencia consistente al creci- miento de dichas cifras en los últimos 20 años. Las cifras se deterioraron severamente en los ochenta, mejoraron discretamente en parte de los 90, pero en los años finales de la década aumentaron significativamente. En su conjunto la pobreza es mayor en el 2000 a la que la región tenia en
1980, tanto en términos de número de pobres, como en el porcentaje que
significan los pobres sobre la población total.
La CEPAL estima en su Panorama Social de América Latina 2000, que la población en situación de pobreza creció de 1997
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