Discapacidad Intelectual. Guía didáctica para la inclusión en educación inicial y básica

Discapacidad Intelectual. Guía didáctica para la inclusión en educación inicial y  básica. Págs.  16-44.

Cuando se habla de discapacidad, casi siempre se la asocia a estereotipos arraigados en la sociedad, por ejemplo, con imágenes de incapacidad, tristeza, abandono, anormalidad, enfermedad, etc. Estas percepciones son erróneas, porque lo que no se ha querido reconocer y aceptar las fortalezas de las personas con  discapacidad.

Por lo que las personas con discapacidad intelectual no presentan una enfermedad. Es una condición de vida que se manifiesta con limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual, como el razonamiento, lenguaje, la comprensión y resolución de problemas. Y en la adaptación social, por ejemplo, en la toma de decisiones, independencia, el manejo del dinero y actividades de la vida cotidiana.  

En los niños/personas  con discapacidad intelectual tienen actos inteligentes, por lo que pueden pensar, pero no cuentan con la facilidad para resolver problemas o dar respuestas adecuadas. Los niños con esta discapacidad presentan limitaciones en su proceso cognoscitivo, por lo que se distraen con facilidad y el periodo de su atención es breve; dentro de sus características resaltan el egocentrismo, la impermeabilidad y la perseverancia.

Con relación a todas las características que presenta un niño con discapacidad intelectual, se presenta desventajas para tener un acceso fácil a los aprendizajes escolares, pero esta discapacidad, no es obstáculo cuando se cuenta con un trabajo colaborativo de las personas que conforman este proceso de los niños, ya que con un enfoque integrador del instructor se puede reducir las desventajas y con ello convertirse en un ambiente inclusivo.

Dentro de las discapacidades intelectuales más comunes se encuentra el Síndrome de Down, el cual se trata de una alteración genética por la presencia de un cromosoma extra en el par 21, los niños con este síndrome presentan rasgos físicos similares, por lo que se parecen mucho entre si, enfrentan una condición de vida diferente, tienen bajo tono muscular, discapacidad intelectual y retardo en el lenguaje; y la otra discapacidad intelectual es la hidrocefalia ó microcefalia.  Por otro lado, es importante enfatizar que existen niños que en su apariencia física no parecen sufrir problemas, pero llegan a manifestar una discapacidad intelectual severa, moderada o leve ya sea en su aprendizaje, lenguaje, atención, comprensión o retención.

Es por eso que la escuela tiene el compromiso de brindar una atención educativa que promueva el desarrollo integral del niño, además de promover la adquisición de conocimientos, desarrollo de habilidades y destrezas, ambientes de trabajo colaborativo y empático entre todos los alumnos con el objetivo de fomentar una sociedad de respeto, apoyo y valores. Se debe tomar en cuenta que para lograr aprendizajes significativos se tendrá que crear un ambiente estimulante para que el o los niños participen con confianza, planear actividades individuales y alternas en grupos para favorecer la comunicación y respeto entre todos, contar con material didáctico variado para despertar el interés y participación activa de los niños, y lo más fundamental estimular,  guiar a él o los niños en su proceso de aprendizaje, por lo que: “Tu eficiente atención educativa debe ofrecer al niño con discapacidad intelectual los satisfactores especiales para eliminar las barreras de acceso al aprendizaje…”(Pág. .20).

Por otra parte, debemos mencionar que la intervención temprana en el proceso de desarrollo del niño permite estimular su potencial a partir de las necesidades especiales con el objetivo de favorecer el desarrollo infantil utilizando los recursos del niño; y el mejor momento para efectuar la intervención seria desde el nacimiento hasta los cuatro años de edad, lapso en el que se caracteriza por un activo desarrollo neurológico. Dentro de esta intervención temprana se utilizan materiales didácticos para favorecer el desarrollo integral del niño y estimular las áreas de desarrollo, como la coordinación motriz, lenguaje, socialización, independencia personal.

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