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EL ARTE DE LA GUERRA


Enviado por   •  4 de Octubre de 2013  •  2.827 Palabras (12 Páginas)  •  236 Visitas

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RESUMEN CAPITULO X

El terreno (Sobre la tipología)

Algunos terrenos son fáciles, otros difíciles, algunos neutros, otros estrechos, accidentados o abiertos.

Cuando el terreno se accesible, sé el primero en establecer tu posición, eligiendo las alturas soleadas. Cuando estés en un terreno difícil de salir, estas limitado. Cuando es un terreno desfavorable para ambos bandos, se dice que es un terreno neutro. Es un terreno estrecho, si eres el primero en llegar, debes ocuparlo totalmente y esperar al adversario.

En terreno accidentado, si eres el primero en llegar, debes ocupar sus puntos altos y soleados y esperar al adversario. En terreno abierto, la fuerza del ímpetu se encuentra igualada, y es difícil provocarle a combatir de manera desventajosa para él.

Las tropas que tienen el mismo ímpetu, pero que atacan en proporción de uno contra diez, salen derrotadas. Los que tienen soldados débiles al mando de oficiales fuertes, se verán en apuros.

Como norma general, para poder vencer al enemigo, todo el mando militar debe tener una sola intención y todas las fuerzas militares deben de cooperar. Cuando los generales son débiles y carecen de autoridad, cuando las órdenes no son claras, cuando oficiales y soldados no tienen solidez y las formaciones son anárquicas, se produce revuelta. Los generales que son derrotados son aquellos que son incapaces de calibrar a los adversarios.

Si empleas soldados sin seleccionar a los preparados de los no preparados, a los arrojados y a los timoratos, te están buscando tu propia derrota.

Las seis maneras de ser derrotados son; no calibrar el número de fuerzas, la ausencia de un sistema claro de recompensas y castigos, la insuficiencias de entrenamiento, la pasión irracional, la ineficiencia de la ley del orden y el fallo de no seleccionar a los soldados fuertes y resueltos. Mira por tus soldados como miras por un recaer nacido; asi estarán dispuestos a seguirte hasta los valles más profundos; cuida de ellos como cuidas de tus queridos hijos, y morirán gustosamente contigo.

RESUMEN CAPITULO XI

Las nuevas situaciones (Sobre las nueve clases de terreno)

Cuando los soldados están apegados a su casa y combaten cerca de su hogar, pueden ser dispersados con facilidad.

Cuando penetras en un territorio ajeno, pero no lo haces en profundidad, a éste se le llama territorio ligero. Esto significa que los soldados pueden regresar fácilmente.

Un terreno de lucha inevitable es cualquier enclave defensivo o paso estratégico. Un terreno igualmente accesible para ti y para los demás se llama terreno de comunicación. El territorio que está rodeado por tres territorios rivales y es el primero en proporcionar libre acceso a él a todo el mundo se llama terreno de intersección, en este territorio convergen las principales vías de comunicación uniéndolas entre si, si lo obtienes, te encuentras seguro.

Cuando penetras en profundidad en un territorio ajeno, y dejas detrás muchas ciudades y pueblos, a este terreno se le llama difícil. Cuando atraviesas montañas boscosas, desfiladeros abruptos u otros accidentes difíciles de atravesar, a este terreno se le llama terreno desfavorable. Cuando el acceso es estrecho y la salida es tortuosa de manera que una pequeña unidad enemiga puede atacarte, aunque tus tropas sean más numerosas, a este se le llama terreno cercano. Si sólo puedes sobrevivir en un territorio luchando con rapidez, y si es fácil morir si no lo haces, a éste se le llama terreno mortal.

No combatas en un terreno de dispersión, no te detengas en un terreno ligero, no ataques en un terreno clave, no dejes que tus tripas sean divididas en un terreno de comunicación. En terrenos de intersección establece comunicaciones, en terrenos difíciles, entra aprovisionado; en terrenos desfavorables, continua marchando, en terrenos cercados, haz planes, en terrenos mortales, lucha. Un manual de ocho formaciones clásicas de batalla dice: Haz del frente la retaguardia, haz de la retaguardia el frente, con cuatro cabezas y ocho colas. Haz que la cabeza esté en todas partes, y cuando el enemigo arremeta por el centro, cabeza y cola acudirán al rescate.

En un terreno de dispersión, unifica las mentes de los soldados. En un terreno ligero, mantenlas en contacto. En un terreno clave, apresúralos para tomarlo. En un terreno de intersección, presta atención a la defensa. En un terreno de comunicación establece alianzas.

RESUMEN CAPITULO XII

El ataque por medio del fuego (Sobre el arte de atacar por el fuego)

Existen cinco clases de ataque mediante el fuego; quemar a las personas, quemar los suministros, quemas el equipo, quemar lo almacenes y quemas las armas.

El uso del fuego tiene que tener una base, y exige ciertos medios. Existen momentos adecuados para encender fuego, concretamente cuando el tiempo es seco y ventoseo. El fuego se utiliza para sembrar la confusión en el enemigo y asi poder atacarle. Cuando este puede ser prendido en campo abierto, no esperes a hacerlo en su interior; hazlo cuando sea oportuno. Cuando el fuego sea atizado por el viento, no ataques en dirección contraria a éste. No es eficaz luchar contra el ímpetu del fuego, porque el enemigo luchará en este caso hasta la muerte.

Los ejércitos han de saber que existen variantes de las cinco clases de ataques mediante el fuego, y adaptarse a éstas de manera racional.

No basta saber cómo atacar a los demás con el fuego, es necesario saber cómo impedir que los demás te ataquen a ti. La utilización del fuego para apoyar un ataque significa claridad, y la utilización del agua para apoyar un ataque significa fuerza. El agua puede incomunicar, pero no puede arrasar. El agua puede utilizarse para dividir a un ejército enemigo, de manera que su fuerza se desuna y la tuya se fortalezca.

Ganar combatiendo o llevar a cabo un asedio victorioso sin recompensar a los que han hecho méritos trae mala fortuna y se hace merecedor de ser llamado avaro. Por eso se dice que un gobierno esclarecido lo tiene en cuenta y que un buen mando militar recompensa el mérito.

Un gobierno no debe movilizar un ejército por ira, y los jefes militares no deben provocar la guerra por cólera.

Actúa cuando sea beneficioso; en caso contrario, desiste. Un gobierno esclarecido presta atención a todo esto, y un buen mando militar lo tiene en cuenta. Esta es la manera de mantener en la nación a salvo y de conservar intacto a su

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