EL CUENTO INFANTIL COMO RECURSO PARA EL FOMENTO DE LA LECTURA

EL CUENTO INFANTIL COMO RECURSO PARA EL FOMENTO DE LA LECTURA

Wen

Actualmente son muchas las personas que han tenido un contacto con el libro que tanto entusiasmo provoca en los niños. No es un libro cualquiera, no, es un libro que despierta el más genuino interés de los niños aun siendo un objeto tan sencillo.

Sin embargo, su sencillez no opaca el mérito obtenido al servir, tan eficientemente, en múltiples ámbitos del desarrollo infantil: psicomotor, intelectual, emocional, entre otros.

Pero ¿en qué radica el éxito que el cuento puede tener entre los pequeños?, ¿qué es lo que lo hace tan deseable? Quizás es necesario remontarse a sus orígenes para comprender estas y muchas otras interrogantes.

En un principio el cuento, en general, nace a partir de la necesidad de contarse lo que sucedía, aquello que se creía o imaginaba en relación a la vida, al devenir y el pensamiento del hombre manifiesto en aconteceres diarios, actividades, reflexiones, creencias, temores, sueños y fantasías. Se convierte así, en un elemento esencial para guardar y esparcir la cultura en el mundo.

Rojas, E. (2001) menciona que no es sino hasta el siglo XIV a. C. con los egipcios, que el cuento literario se presenta ya como un género con características propias, situación que se hace más notoria con la creación del Pantchatantra o cinco libros y la hitopadesa o instrucción útil, en la India.

Al pasar el tiempo, el cuento adquiere características propias entre las que destaca la brevedad de su narración, misma que por su naturaleza, permite su fácil comprensión y sobre todo su lectura en corto tiempo.

La presentación de las historias se lleva a cabo con pocos personajes que pueden ser reales o imaginarios, seres fantásticos y en muchos de los casos animales o cosas a las que se les otorga cierta humanización que agrada y atrae a los infantes porque potencia su imaginación.

La invención y la dramatización son también herramientas fundamentales para captar la atención del niño, éstas a su vez deben plasmarse con un lenguaje que le sea comprensible y significativo, que le aporte nuevas experiencias.

A partir de lo anterior puede definirse al cuento infantil como una creación literaria de extensión breve en la que se relatan vivencias fantásticas, experiencias, sueños, hechos reales de forma intencionadamente artística, con dos claros objetivos, divertir y enseñar.

¿Cómo puede el cuento cumplir dichos objetivos? Por supuesto que semejante tarea requiere de la contribución de diversos actores, por un lado de los docentes en el aula, por otro el auxilio de los padres de familia, sin la ayuda de ambos el cuento sólo quedaría como un recurso de entretenimiento.

El cuento puede darnos momentos de sana diversión pero también un recurso en las aulas que acerque a los niños al hábito de la lectura de manera lúdica.

Para llevar a cabo dicho proceso de acercamiento deben tomarse en cuenta tanto las características del niño (etapa de desarrollo) como sus gustos y preferencias por un cuento con determinadas características.

Tomando en cuenta los estadios de desarrollo de Piaget, puede elegirse un cuento adecuado a cada etapa:

Inicialmente (0-2 años), pueden utilizarse formatos que atraigan la atención del niño, es decir, libros que les permitan experimentar sensaciones táctiles. Pueden ser de cartón duro, de plástico o tela y básicamente con ilustraciones más que texto. Estos les ayudarán a familiarizarse con el objeto (cuento) y manipularlo libremente para contribuir a con su desarrollo psicomotor.

Ya en el estadio preoperacional (2-6 años), cuando el niño interactúa con nuevos recursos simbólicos, entre los cuales destaca el lenguaje, es recomendable presentar episodios que se asemejen a su contexto. Durante esta etapa, los personajes animados (animales) contribuyen sobremanera a acrecentar su imaginación, su fantasía y su creatividad.

En el estadio operacional concreto (6-12 años) cuando el niño es capaz de relacionar objetos mediante el pensamiento lógico, pueden presentársele cuentos de héroes y heroínas en los que a menudo se encuentran como ingredientes fundamentales la emoción y las aventuras Piaget, J. (1985).

Más adelante, a partir de los ocho años, tienen ya la capacidad de disfrutar y comprender textos más complejos que pueden ser de carácter histórico o personal. Es en esta etapa en la que los niños son capaces de modificar las historias de acuerdo con sus expectativas.

Es a partir de este reconocimiento de características que tanto el docente como los padres de familia pueden fomentar un aprendizaje lúdico, una lectura recreativa que lleve al niño a formar y deformar su entorno.

Siendo más estrictos, cabe preguntarse cuál es la importancia del cuento en la educación de los niños, cómo contribuye a su desarrollo. Como se menciona al principio, el cuento es uno de los objetos que mayor placer causa al niño, si partimos de esto podemos aprovechar que los infantes disfrutaran su uso mientras aprenden un sinfín de cosas.

El cuento, contribuye a despertar el espíritu creador del niño debido a que le presenta mundos distintos al real, mundos que pueden tener similitudes con su contexto y que a su vez le dan una nueva posibilidad de crear en su mente mundos alternativos, paralelos, en

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