EL NIÑO CON DÉFICIT AUDITIVO
cibelly2128 de Septiembre de 2014
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El niño con déficit auditivo
EL NIÑO CON DÉFICIT AUDITIVO
1. Déficit auditivo
1.1. Definición
1.2. Causas
1.3. Tipos de sordera
2. Detección
3. Perfil del niño sordo
3.1Desarrollo cognitivo
3.2 Desarrollo social
3.3 Desarrollo emocional
4. Lenguaje de signos
4.1 Reconocimiento de la lengua de signos
4.2 El alfabeto dactilológico
5.-Aportaciones de la Educación especial personalizada al tratamiento convencional del niño sordo.
5.1Intervención y estrategias
5.2Método de instrucción para niños sordos.
Definición
La audición es la vía habitual por la que los humanos adquieren el lenguaje, que es el medio por excelencia de la comunicación. Tiene un papel central en el aprendizaje, pues permite a los individuos comunicarse y tener una participación activa como miembros de la sociedad. El déficit auditivo conlleva limitaciones en el ámbito cognitivo y social que, si no son superadas, dificultan la participación del niño en la sociedad.
Deutsch (2003) menciona que la audición, al igual que la visión, es uno de los sentidos capaz de proporcionar información del entorno. Cuando la audición está afectada, el individuo se ve seriamente limitado en, al menos, los siguientes aspectos: habilidades de comunicación, acceso a la información que se presenta de forma oral, vida independientemente. De una manera mucho más clara que en otras discapacidades las personas sordas forman una cultura y con un sistema de comunicación propios. La sordera y las dificultades de la audición tienen una baja incidencia ya que afectan, aproximadamente, al 0,11% de los niños y niñas en edad escolar.
El oído es un órgano muy complicado. Se haya situado en la porción petrosa del hueso temporal. Se compone de tres partes: el oído externo (pabellón auditivo y conducto auditivo externo), oído medio (caja del tímpano, mastoides y trompa de Eustaquio) y el oído interno (vestíbulo membranoso, conductos semicirculares y el caracol). Cuando alguna de las partes del oído llega a ser afectada, es cuando se dan los diferentes niveles de sordera o hipoacusia (Suriá, 1982).
Colín (1980) menciona que por sordera se entiende toda disminución o pérdida de la función auditiva. Aunque se utilizan indistintamente los términos sordera. Hipoacusia y deficiencia auditiva para designar el mismo síndrome, existen pequeños matrices entre ellos así se entiende por hipoacusia la pérdida parcial de la audición y por sordera, la pérdida profunda o total.
La discapacidad auditiva se refiere a la disminución de la función auditiva en diferentes grados que tiene implicaciones en el desarrollo comunicativo, social y el aprendizaje de la lengua escrita, aun cuando se utilicen sistemas de amplificación de sonidos como los audífonos, los micrófonos, los altavoces o los implantes cocleares. Se establecen dos categorías: la sordera, que implica una pérdida total o muy severa, y la hipoacusia que conlleva una disminución parcial, que pueda variar desde leve hasta severa, y que mantiene una audición bastante funcional” (UNESCO y SIRIED, 2011)
Las personas sordas, o con problemas auditivos profundos, tienen sus capacidades auditivas tan mermadas que son incapaces de percibir los sonidos sin ayudas auditivas. Aunque muchas perciben, no pueden utilizar el oído como fuente principal para obtener información del entorno. Las personas que tienen problemas auditivos pueden procesar la información que les llega a través del oído, aunque necesiten ayudas auditivas.
Causas
Existen muchas causas de sordera: el oídio es un órgano muy complicado, y puede ser afectado de muchas formas y, de tal modo pueden producir diferentes tipos de sordera.
Para Bowley y Gardner algunos niños nacen sordos, por un defecto hereditario del oído y sus conexiones nerviosas con el cerebro, por enfermedad de la madre durante el embarazo o por dificultades durante el parto. Se ha adelantado mucho en el conocimiento de los efectos sobre el feto de ciertas infecciones maternas durante el embarazo. Por ejemplo, se sabe de la aparición de rubéola (sarampión alemán) durante los primeros meses de gestación puede ser causa de sordera lo que en la actualidad se trata de evitar asegurándose que la madre haya estado expuesta de rubéola antes del embarazo, o por medio de inyecciones inmunizantes. La incompatibilidad de grupo sanguíneo entre los padres es otra causa de sordera de nacimiento, que gradualmente también se ha ido evitando por medios como la exsanguinotrasfusión (1997).
También los niños pueden perder la audición en la primera infancia como resultado de enfermedades como la meningitis, escarlatina y sarampión, otitis media y, a veces, a consecuencia de accidentes.
La rubeola materna puede tener efectos devastadores sobre el feto. Dependiendo del momento concreto de la gestación en que la madre se contagia, el bebé puede nacer con una sordera profunda, una deficiencia visual u otra discapacidad, incluso puede verse
Algunas sordera son provocadas por bloqueos o infección del oído medio (que tiene a su cargo la conducción del sonido hasta el oído interno). El tratamiento clínico urgente es eficaz para mejorar este tipo de pérdida de la audición. Las que causa la rubeola materna son neurosensoriales, ya que se daña el oído interno o el nervio auditivo. Los niños afectados son sordos prelocutivos. Es posible vacunar a las niñas al llegar a la edad reproductiva para prevenir que se contagien de esta enfermedad. La incidencia de este tipo de sordera ha disminuido en los últimos años y es un objetivo, a medio y largo plazo, que llegue a desaparecer completamente. En cuanto, a la meningitis es una enfermedad que afecta al sistema nervioso central. En la mayoría de las ocasiones las pérdidas auditivas se producen por infecciones bacterianas. A menudo, esta enfermedad genera una pérdida auditiva profunda que se asocia a otras discapacidades. La meningitis es la principal causa de sordera postnatal en la infancia y es una de las infecciones que se asocia con un mayor porcentaje de pérdidas neurosensoriales después del nacimiento. Estas pérdidas auditivas pueden desarrollarse después de que el sujeto haya adquirido el lenguaje. Por último, la otitis media, es una infección que afecta al oído medio y que produce una acumulación de fluido detrás del tímpano (Deutsch, 2003).
Aunque tradicionalmente el ruido no se ha considerado como una de las principales causas de pérdida auditiva, en la actualidad la administración, los investigadores y determinadas instituciones están dedicando mucha atención a este tema. Por ejemplo, se sabe que el ruido es la principal causa de pérdida auditiva en Estados Unidos (Dawson, 1997). Mientras que en Europa se están limitando los niveles legales de ruido admitido. La Agencia Americana de Seguridad y Salud en el Trabajo señala que ruidos por encima de 105 decibelios escuchados durante más de una hora no son saludables, llegando a afirmar que estos niveles no son saludables (Koran y Oliva, 1997).
Parece que es más frecuente en jóvenes ya que, en general, participan en actividades en las que el nivel de ruido es muy alto, como por ejemplo conducir una motocicleta o manejar una sierra eléctrica. Los bebés y los niños pequeños pueden sufrir pérdidas auditivas inducidas irreversibles. Las pérdidas auditivas producidas por ruidos excesivamente altos no producen dolor, ni ningún tipo de otros síntomas y se acumulan a lo largo de la exposición durante años.
El tipo de sordera que preocupa es el que se debe a lesión o afección del oído interno o de las fibras nerviosas; es diferente de la sordera de conducción porque, hasta el momento no se conoce tratamiento que devuelva la audición a una persona afectada por ese tipo de sordera En este caso, cuando está lesionado el oído interno, no se tiene la manera de encontrar un sustito del delicado y complejo mecanismo que trasmite sonidos al cerebro. En muchos casos de sordera nerviosa existe también una pérdida de audición desigual en las diferentes partes de la escala musical. Por ejemplo, el niño no escucha las notas agudas, pero sí las de tono bajo. Este tipo especial de sordera se denomina “sordera para los tonos agudos”. Se debe insistir en que es muy importante tratar de descubrir las causas de la sordera y procurar el consejo médico especializado sobre las posibilidades de tratamiento.
Tipos
Es posible encontrar diferentes tipos de sordera, el abanico de posibilidades es extenso; desde niños con dificultades derivadas de problemas médicos como resultado de resfriados de las vías altas (otitis) a otros que tiene pequeñas malformaciones que les impiden la transmisión correcta del sonido. Hay otros niños, no obstante, cuyas dificultades auditivas van más allá de problemas de transmisión del sonido y tienen que ver con cómo éste se percibe. Así pues cuando se habla de pérdida auditiva, englobamos una variedad de situaciones que hace que, ante éste término, sólo se pueda decir que existe algún tipo de dificultad auditiva.
La pérdida de la audición puede ser de cualquier grado, desde muy leve a muy profunda, y aun llegar a la sordera total que se observa ocasionalmente. Muchas veces la pérdida de la audición en el niño es temporaria, como la que es provocada por bloqueos e infecciones: éstas se conocen como pérdidas de la audición conductiva, dificultan la audición conductiva, dificultan la audición en el 5 % por lo menos de los niños
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