EL PARA-MILITARISMO EN COLOMBIA

CONCECUENCIAS DEL PARAMILITARISMO EN LA SOCIEDAD COLOMBIANA

El paramilitarismo en Colombia es un problema de enorme gravedad, su avance, sus cotidianas barbaridades, masacres, asesinatos, desapariciones forzadas, torturas, hostigamientos entre otros, hacen necesario que se despierte tal indiferencia de la sociedad ante esta situación.

Este fenómeno cuenta hoy en día con el apoyo de grupos y círculos económicos, políticos y militares influyentes que tienen como escusa el pretender legitimar políticamente tan repulsiva estrategia militar.

Él paramilitarismo Se ha trasformado atreves de los años en un conflicto social-armado conformado en una estructura que ha prevalecido atreves de los tiempos, con métodos de acción completamente organizados; casi imposibles de deducir o señalar a simple vista.

“los veinte muertos de ayer, van borrando los dieciséis del día anterior” (Luis palomino jefe de redacción del periódico el Espectador)

Para iniciar este escrito sobre el paramilitarismo y sus fines debemos tener claro que el termino paramilitarismo articula sectores privados y públicos, pues por medio de estos se consolida un modelo de destrucción masiva de forma indirecta a las responsabilidades legales conocidas.

Al iniciar con un tema tan extenso es necesario que destapemos un pasado oculto, ya que para escritoras reconocidas como OLGA BEHER el paramilitarismo es el hijo demoniaco y bastardo, no reconocido de la burguesía como bien lo nombra en su libro el clan de los doce apóstoles, denominado de esta forma puesto que su creación fue decidida por altos mandos del poder, que niegan rotundamente el hecho de la creación de tan letal grupo, aunque se haya probado claramente su participación y dirección en violencia política, paramilitarismo y terrorismo de estado.

El paramilitarismo atreves de los años ha cobrado gran cantidad de vidas y objetivos específicos, sin contar quienes han caído en muchos de estos atentados por el simple hecho de estar en “el lugar equivocado”, estos sin duda alguna son poco o nada para el porcentaje de cifras actual, realmente estas son cifras que apenas y logramos conocer tras investigaciones encontradas, entonces aquí podremos preguntarnos ¿Qué pasa con los que no se conocen? ¿Qué tantos son? Teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos conocidos no se ha aplicado un castigo correspondiente a la gravedad de cada uno, empezando podríamos poner en duda la justicia del país ¿es realmente democracia el hecho de ejercer justicia solo para ciertas personas? ¿Podemos olvidar a las víctimas y a sus familias por el simple hecho de que el delito fue cometido por un cargo de poder?

Podríamos disculpar la negligencia ante la falta de leyes con el hecho de que la mayoría de atentados, asesinatos masacres etc. Son realizadas en cierto anonimato por decirlo así, debido a que esta es una organización con un orden tan bien establecido que sus integrantes manejan “seudónimos” que facilitan el encubrimiento de sus actos, tan violentos esto hasta el punto de no conocer sus cabecillas o cargos puestos que la “misma persona” se encuentra en dos lugares completamente separados al mismo tiempo, los actos son tan sangrientos y atroces que logran casi el olvido absoluto por parte de la población como bien lo nombra María Jimena Duzan en su libro Mi viaje al infierno, “ durante muchos años me paralice sin saber porque, ahora entiendo que es el efecto que tiene en uno las muertes violentas, y que precisamente tal inmovilidad es la que le permite a los violentos cometer sus crímenes a sabiendas de que nadie los va a delatar”. Pues bien cabe anotar en este punto hablando del olvido un hecho que aunque debería haber causado gran conmoción por él ,contrario fue enviado al olvido, el hecho que es relatado en el libro “la biografía no autorizada de Álvaro Uribe Vélez” por Joseph Contreras y Fernando Garavito, libro que fue subrepticiamente retirado de circulación en la que narra como en el año 1981 Álvaro Uribe siendo director del departamento de aeronáutica civil, le otorgó una licencia a Jaime Cardona con el fin de que trabajara la ruta aérea Medellín-Turbo, cuando Iban Duque Escobar que era el gobernador de Antioquia en ese momento, se enteró de la autorización como no conocía al funcionario que había hecho esto pregunto , a lo que le contesto uno de sus asesores que él era uno de los hijos de Don Alberto Uribe Sierra y que había sido nombrado por que era joven y que su padre había sido siempre un liberal de raca mandaca; Iván dijo que eso no importaba y llamo al director exclamándole la preocupación sobre la licencia que se le había otorgado a Jaime, y que debía recordarle que este era un empresario vinculado a la mafia, a lo que este contesto que el gobernador estaba mal informado y que el señor Cardona era un hombre de bien. Al ver esto Duque se comunicó a la presidencia Turbay Ayala y solicito una cita para hablar, en ese tiempo investigo los movimientos de la Aero civil y le comunico al presidente el suceso de Jaime Cardona, a lo que este respondió con sorpresa, el gobernador salió convencido de que se resolvería el asunto pero estaba equivocado puesto que aunque las licencias fueron derogadas, los archivos aparecieron misteriosamente borrados y el funcionario siguió en su puesto hasta agosto de 1982, cuando el presidente termino su periodo la polémica actividad del Aero civil cayó al olvido.

Con el caso anterior podemos apoyar la causa de que muchos archivos simplemente han sido mandados al olvido conscientemente con la ayuda de cargos públicos, olvido que también va por parte de la sociedad cabe aclarar que lo hacemos a quienes no nos implica directamente lo sucedido por que las víctimas o familiares de las victimas nunca olvidan sucesos que la sociedad toma como algo que simplemente ya paso es tan obvio y tan triste notar que para la población colombiana lo de ayer tan solo fue ayer y importa solo lo que pase directamente en nuestra vida no importa nada mas, en algunas ocasiones nos dan evidencias claras de los delitos cometidos y las escuchamos nos aterramos pero finalmente es como si nunca hubiera pasado nada; a los pocos días ni siquiera recordarnos o sentimos penas por las víctimas de los delitos cometidos voy a apoyar esto por medio de la noticia del 8 de julio del 2011 donde el presidente Juan Manuel santos pide perdón a las víctimas

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