EL SISTEMA EDUCATIVO

Personas con discapacidad intelectual en la sociedad actual

La atención a las personas con discapacidad y más exacto a las personas con discapacidad intelectual ha ido experimentando un progreso considerable. A lo largo de la historia, la sociabilidad que han recibido las personas con discapacidad ha sido principalmente de rechazo, exclusión o en el mejor de los casos de compasión; en este sentido el miedo a lo desconocido y a lo diferente, así como la ignorancia, han ido contrastando hasta no hace mucho tiempo la relación que la sociedad y sus instituciones creaba de la discapacidad. Por ejemplo: prejuicios, que proporcionaron argumentos que permitían a la sociedad desplazar el problema sin abordarlo.

Entrado el siglo XX movimientos y propuestas de cambio en educación, empezaron a resguardar los medios de educación que tenían los niños, jóvenes y jóvenes adultos con discapacidad. A partir de pensamientos médicos, psicométricos o asistencial, permitiendo pasos en la humanización primero y la profesionalización después, del trato que se daba a las personas con deficiencia.

En el campo educativo; no es una labor fácil. Hoy día, la diversidad de circunstancias personales que incurren en el aprendizaje aumenta. Esto es ya una realidad; lo que no lo es tanto es que los recursos necesarios para dar contestación a este contexto social, estén a disposición de los profesionales de la enseñanza. Hay que reconocer que se ha evolucionado mucho en este campo pero también hay que seguir testificando que, para innovar frente a la complejidad con la que se tropieza un docente en el salón de clases, son imprescindibles más recursos, sobre todo humanos y una mayor capacidad para adoptar medidas

organizativas y metodologías convenidas a las necesidades de cada centro educativo y de cada estudiante en concreto.

Las personas con Discapacidad Intelectual exponen una gran diversidad en el progreso de las diferentes áreas de desarrollo, dependiendo de múltiples factores como el motivo, el momento de aparición y la evolución del déficit, el modo familiar, la existencia o no de otros factores asociados y el proceso seguido en su motivación, conocimiento y apoyo especializado.

Ahora bien, los discentes con discapacidad intelectual muestran dificultades de aprendizaje, tienen un desarrollo madurativo mucho más lento, su adelanto no es directo y muestran un desarrollo mental más inmaduro. Pero también se evalúa procesamiento mental de la información permitiendo la evolución y mejora con la experiencia y que van manifestando las mismas necesidades y sintiendo los mismos deseos que los demás estudiantes.

El proceso de enseñanza y aprendizaje con estudiantes con discapacidad intelectual tiene que fundamentarse en un correcto juicio de su persona: su carácter, sus representaciones de comunicación y el entorno familiar - social en el que se desenvuelve. Este proceso de discernimiento no es sencillo y demanda tiempo. Cuando se ha organizado en el individuo el beneficio por la relación y el entorno, es decir cuando exterioriza una condición activa ante lo que le rodea, ser sensatos de que su información va a utilizar distintos canales que se deben saber descifrar. Es aquí donde requieren ser descifrados y comprendidos por el docente; no siempre son

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