ENTREVISTA CON LA ÉTICA.

ENTREVISTA CON LA ÉTICA

Desde hace algún tiempo, me sorprendo cada vez más al hablar con grupos de jóvenes a cerca de temas como el civismo, la ética, las buenas costumbres. La respuesta es casi unánime: ¡Son temas aburridos! Es sólo la respuesta, ya que la expresión del rostro al responder no puedo plasmarla. ¿Qué ha sucedido con éstos temas? ¿Han quedado olvidados en los programas de estudio? ¿Por qué se relaciona siempre la ética con un recuerdo aburrido del aula? ¿Es acaso un tema fuera de nuestra actualidad? Lo cierto es que en la sociedad consumista en que vivimos, particularmente en las escuelas, se enseña de Ética, no se enseña a nuestros jóvenes a pensar con Ética. En el presente ensayo trataré de responder algunos cuestionamientos a cerca de ésta importante asignatura, de manera sumamente sencilla y con lenguaje claro de forma que el joven principalmente de Preparatoria pueda interesarse en conocer más acerca del tema. Abordaré el tema a manera  de conversación donde se dialoga con la Ética y ella a su vez como si fuese una persona, hablará de ella misma.

“Llegó un momento de mi vida en el que me encontré con la necesidad de orientar el rumbo; crisis profesional, familiar, económica, había traspasado todos mis límites. Decidí acudir con la terapeuta, una mujer de apellido Ética que me recibió serena, muy amable y formal.

ELLA: ¿En qué puedo servirte?

YO: Creo que todo está muy mal en mi vida.

ELLA: ¿A qué le llamas mal?

YO: Pues a sentirme así: triste.

ELLA: ¿Te gustaría que habláramos de la felicidad?

YO: Claro, yo quiero ser feliz.

ELLA: Cuéntame, ¿qué haces para ser feliz?

YO: Pues hago lo que quiero, lo que me gusta, lo que me hace sentir bien.

ELLA: Eso se llama placer. Y es contrario al fin de tu naturaleza; pongamos un ejemplo: Me causa placer lanzar balas al aire, sin embargo puedo herir, por lo tanto no aporto al bien.

YO: O sea que debo de pensar en el bien antes que en el placer.

ELLA: No solo pensar, si no propiciar en cada acción un bien personal y colectivo.

YO: Pero… si pienso en los demás, dejo de ser yo mismo, dejo de ser libre para satisfacer a otros, y considero que mi bien debe ser primero.

ELLA: El fin, no justifica los medios, si los medios son razonablemente justos, el fin también lo será. Y de ninguna manera la libertad decrece cuando miras por el bien tuyo y de los que te rodean, al contrario, eres libre cuando eres conciente de lo que haces. Pongamos otro ejemplo: Decides mejorar tu rendimiento en tu trabajo para tener un mejor resultado económico y así dar una mejor calidad de vida a tu familia: el fin es bueno, el resultado inmediato también lo será, por lo tanto tu propósito se conseguirá, en cambio si el resultado de ganar dinero fuera sólo por sentir que eres más que otro, no sería una acción lícita. Ese es el objeto de estudio en éste caso, el acto humano, la bondad o maldad. Por lo tanto mientras más vivas de acuerdo a la recta razón y a la práctica de virtudes, más cercano estarás de la felicidad.

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