El Candidato Ideal Nace O Se Hace?
richyuvm9 de Febrero de 2014
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El candidato ideal: ¿nace o se hace?
¿Qué hace que una persona pueda ser buen candidato?
Se debe eliminar la idealización del candidato, pero también las malas ideas y estereotipos de los intelectuales respecto a los políticos, por ejemplo al estilo de Ortega y Gasset. El candidato no es tan bueno ni malo, sino común y corriente. Pero por algunas razones la gente vota por él.
Es relevante que sea un comunicador, que comunique un mensaje, no sólo en contenido sino también con su persona e imagen. Esto último es de especial importancia en una sociedad de masas, donde es muy posible que se vote por la persona de candidato.
El buen candidato trata de acercarse a la conciencia de la gente, de producir comunicación con la conciencia del elector. Lo hace para invitar a ese elector a ser protagonista cívico, participar, salir de la apatía, hacerse presente. En definitiva, el candidato estimula a la gente para salir de la apatía y participar responsablemente en su sistema político. Gran desafío para el candidato es que existen intereses difusos, que no es posible representar si no es a muchos, distintos, diversos. El candidato debe lograr comunicación con todos.
Para ser candidato, hay un aprendizaje que se logra en las campañas. Uno tiene que aprender de las experiencias. Por ejemplo, cada candidato debe ser promotor de sí mismo y debe proyectarlo. Pero no hay que caer en la tentación de creerse lo mejor, se debe tomar cierta distancia también.
En una campaña no puede ocurrir que candidato diga lo que no es. La campaña debe ser construida sobre lo que es el candidato, y de ese modo se pueden potenciar sus virtudes.
Una campaña debe tener sellos propios, mensajes, y hay técnicas de publicidad que pueden ayudar a transmitir imágenes a todos los electores. Pero la publicidad sola no es suficiente.
Otro puntos a considerar:
•Una campaña debe tener un norte claro
•El votante debe elegir entre alternativas y considerar distintos aspectos
•En campaña se compite por votos, y si llegan no es malo, no es desprestigio
•Respecto a la influencia del dinero y el financiamiento, casi todos los países aprueban una normativa de partidos políticos para garantizar la transparencia en las campañas, para poner límites al gasto. La idea central es que el gasto sea transparente y que se limite.
Por otro lado no es fácil encontrar candidatos. Cuando se acercan las elecciones, tal vez haya numerosas personas que quisieran ser candidatos, pero lo relevante es pensar si se tiene la calidad necesaria y las facilidades para serlo. Como la población percibe cosas tan malas sobre la política, justamente para romper con ese ciclo de desconfianza será necesario presentar a las mejores personas para que puedan representar mejor a quienes votan por ellos.
No es bueno nombrar candidatos sin preguntar antes por la eficiencia y las consecuencias que tendrán las personas. Los candidatos deben tener ciertas cualidades para serlo. Entre otras, debe tener la cualidad para dirigir con prudencia.
La realidad de cada día es que la prueba de ser candidato es una prueba de fortaleza de espíritu. La persona que quiera ser candidato debe estar dispuesta a asumir una cadena de responsabilidades para resistir golpes, y asumir compromiso con todas las personas que han apoyado su candidatura. ¿Cómo se asume esto? Se debe tener el valor de ser consecuente con lo que se piensa y con lo que se hace, con lo que se hará y lo que no.
El candidato jamás debe disfrazarse, ser actor, porque es muy malo. El ideal sería no ser actor, ser persona de carne y hueso, ser como se es.
La política está cada día más profesionalizada, y cada día son necesarias más recomendaciones. Pero la materia básica es la persona que quiere ofrecer un servicio público, que quiere hacer cosas con otras personas, que vibra con los demás.. Aquella persona que no siente una empatía por servir, no debe ser apoyado, porque realmente no cumplirá bien su función.
A veces aparecen personas que tienen todas las cualidades requeridas. En ese caso ayudan las técnicas y la publicidad. Lo esencial es tener el potencial. Dos cosas centrales son la confianza y la credibilidad, y los candidatos deben tener esas calidades. La responsabilidad en los cargos públicos es tan grande, que no se puede hacer marketing con quien no tiene todos los elementos necesarios.
Lograr un equipo humano comprometido es esencial pues permite llegar a todos con una buena percepción por parte del público. Así va surgiendo la posibilidad de hacer política en otra dimensión. Es relevante estar en esa posición y jugársela por ese trabajo. Lo que la gente más valora de un alcalde es que la persona esté en terreno, y una vez que el candidato es elegido, valora los resultados Para esto el equipo humano es central.
Otros puntos:
•El tema de las condiciones financieras no es menor, es injusto cuando ese factor supera a los otros. Debiera haber transparencia en asuntos de dinero. Puede ser difícil justificar ante la ciudadanía que el estado financie a partidos. No es justo tampoco que las personas se endeuden, pierdan y deben pasar años pagando.
•Un partido serio debe tener capacidad para apoyar al candidato por los efectos que tendrá, y apoyar a los mejores
•La capacidad de liderazgo es relevante: convencer a personas que no piensan igual que el candidato de que éste es una mejor alternativa; saber adecuarse a situaciones; acoger a personas que piensan distinto y también influir en las ideas de los otros.
Existe consenso de por qué se está en la política, Hay posición de servicio público, y se debe tener convencimiento de ello, de tal modo que llegue a ser creíble para la gente.
Para ganar una elección se debe tener un buen candidato, con convicción y vocación por el servicio público. El candidato debe tener trayectoria para alcanzar la aceptación y credibilidad de
la población.
El candidato ¿nace o se hace? El candidato se hace cuando tiene trayectoria y legitimidad en el tiempo. Esto hace un buen candidato para ganar una elección. Hoy en día, sin embargo, hay más candidatos que piensan que es suficiente tener dinero y ambición. Efectivamente, en ocasiones han obtenido grandes vocaciones personas que tienen muchos recursos y buenos efectos de marketing.
Pero se debe preguntar ¿por qué ganar una elección?, ¿para qué ganar una posición de poder?
Es para hacer algo, realizar un programa, ejercer una determinada función.
Los candidatos no nacen por don, se requiere que haya vinculación entre el candidato y la realidad a la que se aspira servir, porque de otro modo la política se transforma en una lucha por los cargos, y ello lleva naturalmente a su desprestigio.
El candidato debe afirmar lo que es y lo que representa. Eso es esencial para decidir a un elector, una persona que es capaz de hacer lo que dice. Lo peor es un candidato que despierta la sospecha de que no hará lo que dice.
El candidato ideal es una persona con principios, valores sólidos, coherencia, trayectoria de vida que permita ver a la gente en el servicio público, que hay honestidad. Un candidato no puede hacer cosas que no le representan, que no son verdaderas, porque se notará. En efecto, la persona no puede actuar contra su propia naturaleza. Se debe tener también liderazgo, capacidad de transmitir de manera simple y clara, también ser muy coherente entre lo que se dice y lo que se hace.
Otros puntos:
•Temas de comunicación y de dinero en las candidaturas son relevantes
•La situación es peor a nivel local que a nivel nacional; por ejemplo, se puede decidir que un candidato no tenga espacio en el medio local. Por lo anterior es necesario estar con gente, aparecerse, dialogar, conversar.
•Un problema grave tiene que ver con la financiación: quien financie esperará que se responda bien a sus intereses, y eso es fatal para el sistema político. Lo único que pueden hacer quienes no tienen recursos financieros es cultivar los recursos humanos.
Imagen Pública y Poder Político
En la época de las telecomunicaciones y de la democracia electoral, el manejo de imagen de un político es tan importante para su carrera como su capacidad organizativa. De nada sirve ser un gran activista político, un organizador de masas o un hábil operador, si la imagen pública que trasmite es mala, pobre o mediocre. Por ello, el perfil ideal de un candidato a puesto de elección popular tiene que ser estudiado, analizado y mejorado si quiere alcanzar el poder.
De acuerdo con el especialista en imagen Víctor Gordoa: La imagen es la figura, representación, semejanza y apariencia de una cosa. La imagen pública es la imagen colectiva que de un individuo se tiene en un tiempo y lugar determinado.
En política, la imagen es la representación, o proceso físico-psicológico, que el elector se hace de un partido o candidato. La imagen del candidato es la manera como es percibido, no necesariamente como es en realidad.
La imagen de un candidato es la percepción que tienen los ciudadanos de su carácter interno, una impresión construida a partir de su apariencia física, estilo de vida, porte, acciones, conducta y modales.
En un proceso electoral, el candidato es el centro de la atención, es el recurso más valioso, porque sólo él puede realizar algunas de las actividades, como dar entrevistas en los medios de comunicación, participar en debates públicos, en conferencias
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