El Derecho Al Servicio De La Distribución Comercial

EL DERECHO AL SERVICIO DE LA

DISTRIBUCIÓN COMERCIAL

José Luis Bejarano Frías

Catedrático de la Universidad Domingo Savio

Cualquier empresa que pretenda ampliar sus operaciones o mejorar la “llegada” de su producto al consumidor final, tiene varías opciones: (i) la contratación de más personal dependiente, (ii) la apertura de nuevas sucursales, (iii) la creación de filiales o, (iv) “aliarse” con otros empresarios especialistas en la distribución de productos.

Por supuesto, estas distintas opciones implican distintos efectos financieros y jurídicos que cualquier empresa tendrá que valorar al momento de tomar una decisión para la puesta en marcha de su estrategia de expansión o mejora del proceso de distribución de su producto .

La opción de abrir nuevas sucursales implicaría tener presente varios aspectos financieros, como por ejemplo, que es la propia empresa la que debe asumir el costo de las instalaciones del nuevo punto de venta, que debe prever el pago de salario para los empleados, prever también los aportes laborales y sociales y, además, asumir el riesgo empresarial sobre la rentabilidad, o no, del punto de venta .

En Bolivia esta opción es cada vez menos utilizada. Las posibilidades de expansión, de abarcar nuevos mercados, y de profundizar en la especialización de las funciones que integran las operaciones empresariales de la distribución comercial, se inclinan hacia una mayor utilización de los distribuidores comerciales independientes. Estos distribuidores constituyen los elementos con los que se organizan los canales de distribución y comercialización de las empresas modernas.

Lógicamente, la opción de estructurar los canales de distribución y comercialización a través de empresarios independientes, generan problemas relacionados con la pérdida del control de la empresa principal sobre la “forma” de comercializar su producto. En realidad, al eliminarse la relación laboral de dependencia y subordinación a favor del empresario principal, éste pierde la posibilidad de mantener un control pleno sobre muchas áreas del proceso de distribución, tales como: la imagen del punto de venta, la profesionalización de los vendedores, los servicios de pre – venta y post – venta.

Sin embargo, gracias a la innovación empresarial y a la adecuada colaboración de los profesionales abogados especialistas en asesoramiento jurídico de empresas, hoy día el proceso de distribución se ha transformado tan profundamente, que es materialmente posible crear integraciones económicas entre organizaciones empresariales (unipersonales o sociedades comerciales) que, aunque jurídicamente independientes, se complementan entre sí para lograr una mayor y mejor distribución de los productos en el mercado.

No obstante, la creación de redes o canales de distribución privados en torno a una misma marca, necesita colocar al Derecho al servicio de la distribución comercial. De forma tal, que los acuerdos negociados entre empresas fabricantes (empresa principal) y empresas distribuidoras, se plasmen en los correspondientes contratos de distribución comercial. Entre los que destacan: el contrato de consignación, la venta al mayoreo, el contrato de agencia comercial , el contrato de distribución selectiva, el contrato de concesión comercial o distribución exclusiva y el contrato de franquicia comercial.

En el plano conceptual, los contratos de distribución comercial tienen que ver con aquellos contratos por los cuales una parte denominada “distribuidor” adquiere en propiedad los productos de la otra parte denominada “principal o fabricante”, para revenderlos en nombre y por cuenta propia , pero dentro de una relación de cooperación y apoyo recíproco.

Estos contratos pueden y tienen la capacidad de instrumentar distintos grados de integración económica, desde integraciones muy simples, como la venta al mayoreo, hasta complejas integraciones económicas, como la franquicia.

En cuanto a la regulación legal en Bolivia, a pesar de la indiscutible importancia de la distribución comercial

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