El Facilitador

EL FACILITADOR O LA FACILITADORA

Es la persona que promueve, facilita y acompaña procesos de

mutuo aprendizaje y Formación.

Es quien motiva la participación activa de los integrantes de un grupo, creando las condiciones necesarias para discutir, analizar y tomar acuerdos sobre un determinado tema, de manera tal que se logren los objetivos que se han propuesto.

El facilitador(a) acompaña al grupo en su trabajo, pero cuando es necesario, también propone y sugiere; sin perder de vista que los actores principales son los participantes.

1. ACTITUDES DEL FACILITADOR O FACILITADORA

Las actitudes del facilitador(a) son tan importantes como los contenidos o temas que se trabajan. Las personas aprendemos no solamente de lo que nos dicen (transmisión de conocimientos) sino también de la manera como nos lo dicen. Por ello es de suma importancia que el facilitador(a) desarrolle y promueva las siguientes actitudes:

Saber Escuchar:

Es importante propiciar un ambiente adecuado, en el cual podamos escucharnos, es decir, escuchar a nuestros compañeros de trabajo y escuchar al facilitador(a). Escuchar implica hacerlo con atención y disposición, sin juzgar a la persona que está hablando ni lo que dice, escuchar es también preguntar si no hemos entendido bien lo que nos quieren decir y escuchar es poder identificar y resumir de manera objetiva los aspectos más importantes

de las intervenciones.

Ser Respetuoso y Tolerante:

Es necesario reconocer que todas las personas tenemos una serie de conocimientos y experiencias de las que podemos aprender y a partir de ello enriquecer nuestros conocimientos.

En este marco, el facilitador(a) juega un rol muy importante en los procesos de aprendizaje, debate, decisión y concertación; por eso es necesario que se valoren y respeten las opiniones, necesidades, acuerdos y sentimientos de las personas que participan en los talleres; aunque no estemos de acuerdo con ellas.

Ser Concertador:

En la realización de un taller es importante propiciar la participación de sus integrantes, motivar para que haya una participación activa de la mayoría de personas; pero es también sumamente importante ayudar a llegar a consensos, llegar a ponernos de acuerdo sobre los temas que tratamos. En este aspecto, el facilitador(a) juega un rol preponderante.

Ser Dinámico y Ameno:

Nunca debemos olvidar que “trabajo” no es sinónimo de “aburrimiento”; el facilitador(a) debe poder animar al grupo y si se da el caso bromear con los participantes; pero también el facilitador(a) debe poder retomar el trabajo con la seriedad que requiere.

Ser Claro:

El facilitador(a) debe comunicarse con un lenguaje claro y sencillo, para que sea entendido por todos los participantes. Es también necesario que hablemos con el tono de voz adecuado para que todos nos puedan escuchar, cambiar nuestro tono de voz y darle el énfasis necesario a lo que queremos decir. Cuando demos las consignas o indicaciones para el trabajo, debemos tener mucho cuidado en ser claros, porque de lo contrario no lograremos los resultados deseados.

Ser Democrático:

En el desarrollo de los talleres, debemos propiciar relaciones horizontales entre todos los participantes , creando un ambiente que permita a todas las personas participar con toda libertad, sabiendo además que el grupo lo va a escuchar y va a respetar su opinión.

Ser Empático

El ser empático tiene que ver con la capacidad que debemos tener para ponernos en el lugar de otra persona; de manera que tengamos la disposición necesaria para escuchar, comprender y

...