El Origen De Dos búhos

El origen de dos búhos, ¿De dónde proviene el concepto de competencia asumido en la formación básica y general?.

Ruiz Iglesias Magalys.

Dos de las tendencias de mayor auge en materia de definir las competencias son las que derivan de una filosofía analítica. Cuando se alude a ética de la virtud no se debe soslayar que el término virtud en sus inicios no tenía el menor sentido de moral, no se asociaba a un hacer sino a un saber hacer y un saber hacer en las cosas usuales tales como los oficios.

Todo ello hace que la filosofía de base de las competencias laborales y las competencias cognitivas en la educación básica sean diferentes. El error metodológico se comete cuando a partir de los expuesto anteriormente se plantea que las competencias laborales y las competencias del mundo educativo, para la formación básica y general, conlleva a los mismos modos de actuación en su protección para formar a los individuos porque “son lo mismo”.

La extrapolación mecánica que se está haciendo del marco referencial de las competencias laborales al marco educativo, incluso cuando hablemos de educación superior es la que está frenando el necesario avance de una perspectiva que si bien no es la panacea dorada para la solución de todos los problemas educativos, si constituye una vía para la calidad educativa vista la calidad en un sentido amplio.

Varios autores señalan que el concepto de competencia fue planteado en la lingüística por primera vez por Noam Chomsky en 1965, el cual da cuenta de la manera en como los seres humanos se apropian del lenguaje y lo emplean para comunicarse. Chomsky entendía la competencia lingüística como una habilidad universal, heredada y dividida en módulos, para adquirir la lengua materna.

El aporte de Chomsky fue desarrollado por Dell Hymes, para él los factores de orden sociocultural son definitorios al conceptualizar el desarrollo de competencias en los sujetos. Con la propuesta de Hymes, desaparece la oposición competencia desempeño y la competencia se centra en la actuación comunicativa de acuerdo con las demandas de a situación. Con estos planteamientos establecía del contraste entre competencia comunicativa y competencia lingüística. Estas ideas empezaron a cabalgar en el espíritu científico de muchos investigadores y docentes implicados en cuestiones del lenguaje.

Hacia 1898 el termino competencia aparece incorporado a la evaluación de otras áreas del curriculum, en el 2000 en el área de ciencias sociales toman fuerza las tres grandes competencias definidas como competencias interpretativa, competencia argumentativa y competencia propositiva y de ahí en adelante señala Fabio Jurado el concepto de competencias se ha ganado su lugar en los documentos sobre política educativas de todos los países de américa latina.

Por supuesto que el modelo inicial Chomskyano ha ido evolucionando sufrido múltiples transformaciones y adaptaciones pero la esencia de su concepto de competencia, y la acotación realizada por Dell Hymes encierran la misma esencia del concepto general de competencia aplicado a otros contextos más allá del contexto comunicativo.

Se ha ido adquiriendo variedad de significados diferentes a significado teórico esencial conferido por Chomsky, por ellos se plantea que esta concepción de competencia es determinante en la educación básica, donde se requiere de un curriculum centrado en las nociones y actividades propias de cada etapa y de cada estadio de desarrollo intelectual, y promuevan personas capaces de actuar con autonomía en situaciones novedosas.

No puede perderse de vista que “actuar de manera autónoma implica que los individuos o grupos puedan hacer valer sus derechos e intereses, interactuar activamente con sus ambientes físicos y sociable, formar y conducir proyectos y desarrollar estrategias para lograr las metas”. Ello exige de u proceso instructivo-educativo que prepare al individuo desde la educación básica para “ser capaz” en haber crecido y en enfrentar la realidad de manera diferente.

Desde estas posiciones es lógico que las competencias laborales se asienten en teorías estructuro-funcionalistas mientras que las competencias educativas tengan sus fundamentos de partida en perspectivas disciplinares lingüístico-comunicativas, que luego evolucionaron hacia lo cognitivo y lo sociocultural. Tenemos en resaltar que la lógica de las competencias en el sistema laboral ha ido consolidando un discurso en materia de gestión de recursos humanos.

Creemos que el reto fundamental queda apuntado en palabras de Miguel Ángel Maldonado cuando señala en apostarle a un proyecto de formación que reduzca la crisis laboral y social, implica comprometer a educadores y empresarios. Sobre la base de esa construcción nos interesa mucho las razones citadas por Gabriel Restrepo, el cual señala que el concepto de competencias ha surgido en las dos últimas décadas del siglo XX y está asociado a cambios sociales globales, transformaciones en el pensamiento, nuevos enfoques en educación.

La educación por objetivos se reconoce como una propuesta en la

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