El Papel Del Docente En La Actualidad

Manuela Castaño Otálvaro

Santiago Rojas Mesa

TENDENCIAS ACTUALES DE LA FILOSOFÍA

Abril 15, del año 2013

¿CUÁL ES EL PAPEL QUE DESEMPEÑA EL DOCENTE EN LA ACTUALIDAD?

“El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender está tratando de forjar un hierro frío”. Horace Mann

A veces resulta difícil responder al interrogante que he planteado, teniendo en cuenta que aunque soy una maestra en formación puedo apenas dar una respuesta intuitiva de lo que hemos trabajado, reflexionado e interpretado en la clase. Pero se hace necesario para mí, tratar de abordar el tema lo mejor posible.

Docente, profesor, maestro, educador, facilitador, instructor, académico, guía, gurú, son muchos los nombres que se le ha dado al oficio de educar. Pero realmente es esencial afirmar que su papel en la actualidad y durante todos los tiempos siempre ha sido el de construir, moldear, sembrar y conducir al conocimiento y la búsqueda de sí mismo, ser maestro no implica cubrir meramente un horario de trabajo o tan solo cumplir con los contenidos del plan de estudio asignado o transmitir conocimientos. “No debemos olvidar que el docente no es un mero transmisor de conocimientos, sino que además es un fuerte agente socializador y que, a través de su docencia, transmite una serie de valores que van a impregnar, directa o indirectamente, en la formación de los más jóvenes.”

Tradicionalmente hemos idealizado el rol de los maestros desde una perspectiva mecanicista y un poco radical, que es la del maestro que todo lo sabe y a quien nada le puede ser refutado o cuestionado, el maestro que tiene la labor de ilustrar las mentes oscuras e ignorantes de sus alumnos y reprender con castigos severos, si era necesario, a quienes se oponían en este método de enseñanza, porque los alumnos tenían la obligación de aprender.

Hoy es posible plantear que la enseñanza y el aprendizaje hacen parte de un mismo proceso. El profesor no solo debe enseñar sino aprende al mismo tiempo y no puede aprender si no interviene en lo que aprende con los demás.

El papel del maestro en la actualidad ha cambiado íntegramente; de ser los únicos sabios y portadores del conocimiento a convertirse en guías, mediadores y facilitadores del aprendizaje de sus alumnos, es por esto que los profesores deben estar en un continuo proceso de aprendizaje, auto formación y evaluación, partiendo de la propia práctica y de la realidad que lo rodea.

Ser maestro significa formar, tener habilidades y gusto por enseñar a otros, no necesariamente lo que uno mismo piensa o cree de las cosas, sino la capacidad de que esos otros puedan aprender por si mismos o descubrir lo que les interesa y al mismo tiempo ir creciendo y mejorar como personas.

El docente debe proporcionar una guía para los alumnos basada en el conocimiento que se adquiere de ellos y como entienden la situación que está infiriendo en enfocar el esfuerzo en ser la chispa que provoque en los estudiantes, un cambio de actitud y les lleve a mejorar su plan de vida. Este debe seducir con sus enseñanzas para despertar es sus alumnos el sentido de vocación; pues tener la vocación es mucho más importante que querer permearse de un conocimiento en particular. También debe retar al alumno para alcanzar las metas que el mismo se propone y ayudarlo a superarse a si mismo por medio del conocimiento y la experiencia vital. "Si el alumno no supera al maestro, ni es bueno el alumno; ni es bueno el maestro." Proverbio chino.

Ahora bien, es importante tener en cuenta que el papel del docente en un entorno escolar o universitario, es de suma importancia, tanto como las relaciones profesor-estudiante que se producen dentro del aula.

El docente conforme pasa el tiempo, reúne en su práctica educativa una serie de creencias, ideologías y juicios de valor que sin lugar a duda, transmite en su discurso pedagógico a sus alumnos. Por ello, debe ser totalmente consciente de la tarea educativa y formativa que debe emprender con sus estudiantes y en la medida de lo posible, es necesario manejar y enseñar el conocimiento con la mayor neutralidad, para otorgarles un amplio bagaje de conocimientos y puntos de vista, así los estudiantes dentro de los cánones de libertad de pensamiento y de crecimiento, se les facilita la posibilidad de asumir una actitud crítica y reflexiva frente al mundo y las diversas situaciones de la vida diaria, en nuestra sociedad actual, que durante tanto tiempo se ha visto opacada ya sea por factores personales, familiares o la condición en la que viven a diario los estudiantes o por aquellos docentes que de alguna manera “castran” los ideales o pensamientos que se adquieren en la niñez o la adolescencia.

En cuanto a los lazos determinados entre el profesor y el alumno, se establecen siempre desde la perspectiva de la relación, es decir, una convivencia que se basa en el principio de la reciprocidad, esta juega un papel importante y es esencial para enseñarle al otro lo que sucede en el mundo, por medio de la participación y los procesos dinámicos, en los cuales se construyen las bases necesarias para alimentar la interacción de esa relación tan importante entre el maestro y el alumno.

La autoridad juega también un papel fundamental desde el punto de vista educativo, entendida como la capacidad que poseen los maestros para guiar a sus aprendices hacia su integridad como personas, la capacidad para encauzarlos en un proceso personal y grupal para el perfeccionamiento de la búsqueda de sí mismos, lo cual supone, como punto de partida, que los educandos vean en el profesor un ejemplo a seguir o a superar. Quien pretende educar ejerciendo la tiranía y oprimiendo la libertad del alumno, puede acabar con lo más propio de la naturaleza humana y de igual forma oprime la educación. Como ejemplo de esto tenemos a aquellos profesores que a toda costa tratan de imponer lo que enseñan creando en el alumno un ambiente de miedo e inseguridad al alegrarse por conseguir que la mayoría de sus alumnos reprueben su curso.

Es erróneo confundir el término autoridad con autoritarismo; porque el autoritarismo de alguna manera es una negación de lo pedagógico, pues denigra la personalidad del estudiante e igualmente con la del profesor, pues lo desprestigia y puede incentivar un fuerte rechazo en el aprendiz, ya sea bajo unas condiciones particulares de rebelión y aflicción o bajo un resentimiento que puede llegar a ocasionar problemas dentro y fuera del aula de clases. Contrario a esto la autoridad alimenta constantemente a pesar de las dificultades naturales, el crecimiento

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