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El Tacto De La Enseñanza


Enviado por   •  10 de Diciembre de 2012  •  8.325 Palabras (34 Páginas)  •  591 Visitas

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EL TACTO PEDAGÓGICO

MAX VAN MANEN

JUSTIFICACIÓN

El tacto de la enseñada es un libro que en mi opinión es muy útil para todo tipo de educando, es la forma de conocer a los alumnos y nos explica de forma precisa y con algunos ejemplos lo que podemos hacer encada una de las situaciones que se nos presentan dentro del ala., para ayudar a los alumnos a sentirse cerca del maestro.

El libro te invita a conocer mas los porque de los sentimientos y reacciones de cada uno de los alumnos.

En el presente trabajo se ha hecho una pequeña recopilación acerca de este muy interesante libro, se trató de obviar los ejemplos y anotar los textos y opinión de una servidora.

Es menester conminar a los maestros y los padres de familia a leer el libo completo para comprender y ayudar en el desarrollo de los alumnos que depende de los adultos su desarrollo aprendizaje y sobretodo desempeño en la vida personal y la sociedad.

Recordar siempre que no hay una buena enseñanza que perdure y que cree desempeños favorables debemos tener Tacto Pedagógico.

Flavia Edith Haro

EL TACTO DE LA ENSEÑANZA

El tacto DE LA ENSEÑANZA se manifiesta principalmente como una orientación consciente en cuanto a la forma de ser y actuar con los niños.

El tacto se manifiesta retrasando o evitando la intervención

“El tacto pedagógico se manifiesta principalmente como una orientación consciente en cuanto a la forma de ser y actuar con los niños. No se trata tanto de la manifestación de algunos comportamientos observables como de una posición activa en las relaciones. Aun así, existen varias maneras de describir cómo se manifiesta el tacto en nuestra forma pedagógica de ser y de actuar. En los apartados siguientes se sugiere que el tacto se puede poner en evidencia evitando la intervención, mostrándose abiertos a la experiencia del niño, adaptándose a la subjetividad, como una influencia sutil, como una seguridad situacional y como un don de la improvisación.”

El tacto se manifiesta retrasando o evitando la intervención. En muchas ocasiones como maestros nos damos cuenta que nuestros alumnos no entienden o comprenden ciertos conceptos o carecen de ciertas habilidades, no intervenimos, dándonos por igual que aprendan o no, seguimos avanzando con nuestro programa no interviniendo, ni preocupándonos en hacer algo para evitar esta situación, creemos que con pararnos en frente ya estamos enseñando a nuestros alumnos.”

A veces la mejor forma de actuar es no actuar.

“En consecuencia, en lugar de contenerse, el adulto suele a veces empujar y forzar un poco las cosas. Resulta difícil saber cuándo hay que contenerse y esperar. Por ejemplo, los adultos saben que la mayoría de los niños aprenderán a leer con bastante facilidad cuando tengan la edad escolar adecuada. Pero el adulto también sabe que, si se les fuerza un poco, muchos niños pueden ser capaces de leer antes, y que si se les fuerza mucho pueden incluso leer a una edad sorprendentemente temprana. Hay muchas cosas en el desarrollo del niño que no pueden forzarse y para las que se requiere paciencia por parte de los adultos. Pero, como existe la posibilidad de acelerar en cierta medida el ritmo con que los niños aprenden mejor forma de actuar es no actuar”.

No estamos acostumbrados a dar el tiempo requerido por cada niño en particular, el que el necesita y como adultos nos desesperamos y queremos que el niño haga las cosas como queremos y que brinque procesos por ejemplo dentro de la primaria cuantos niños no han acabado de entender o dominar un concepto o una habilidad, el profesor no puede esperar, quiere avanzar, y pone una prueba, con lo que muchos niños aprenderán el significado del fracaso, de hacer mal las cosas y de la falta de autoestima. El hecho de comprender cuándo hay que contenerse y esperar, cuándo hay que dejar correr las cosas, cuándo hay que esperar, cuándo conviene «no darse cuenta», cuándo dar un paso atrás en lugar de intervenir, cuándo prestar atención o interrumpirla, es un don para el desarrollo personal del niño. Naturalmente, existen situaciones en las que lo correcto e idóneo es actuar de forma inmediata y directa; por ejemplo, no siempre cuando una clase se descontrola, o cuando en una situación concreta existe demasiado riesgo o peligro, resulta adecuado contenerse, pasar las cosas por alto, como cuando un niño necesita enfrentarse a algo directamente, o cuando necesita, con toda claridad, ayuda o consejo. Además, sería un error pasarlo todo por alto, negarse a intervenir cuando se necesita la responsabilidad activa del adulto. A algunos profesores y padres les es prácticamente indiferente lo que hagan sus hijos. No se trata tanto de la manifestación de algunos comportamientos observables como de una posición activa en las relaciones. Aun así, existen varias maneras de describir cómo se manifiesta el tacto en nuestra forma pedagógica de ser y de actuar. En los apartados siguientes se sugiere que el tacto se puede poner en evidencia evitando la intervención, mostrándose abiertos a la experiencia del niño, adaptándose a la subjetividad, como una influencia sutil, como una seguridad situacional y como un don de la improvisación.”

Retrasando o evitando la intervención.

En muchas ocasiones como maestros nos damos cuenta que nuestros alumnos no entienden o comprenden ciertos conceptos o carecen de ciertas habilidades, no intervenimos, dándonos por igual que aprendan o no, seguimos avanzando con nuestro programa no interviniendo, ni preocupándonos en hacer algo para evitar esta situación, creemos que con pararnos en frente ya estamos enseñando a nuestros alumnos.

Como receptividad a las experiencias del niño.

Es muy común que como maestros le reprochamos al alumno la falta de cumplimiento dentro del aula, la falta de interés, pero realmente no nos involucramos a investigar el porque de esa situación, el de ir más allá, nos cerramos a la manifestación o a la experiencia que esta viviendo el estudiante en ese momento, les negamos la amistad y la confianza para que ellos expresen lo que sientes o simplemente los problemas que tienen en casa, por lo que es importante que como docentes tengamos la atención necesaria hacia esos alumnos.

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