El crecimiento de la economía de la Rusia moderna

La economía de Rusia

La economía de Rusia es uno de los pilares estratégicos de la economía internacional, de la cual dependen tanto el desarrollo futuro de la Humanidad como la resolución de los problemas vitales del mundo como son el suministro energético, el cambio climático, la desigualdad en la producción, las brechas tecnológicas y la estabilidad financiera.

La economía de Rusia está reconocida internacionalmente como una economía de mercado con favorable clima para la inversión a largo plazo con un ritmo de crecimiento emergente. La Rusia de hoy es un país democrático, moderno y dinámico, miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y miembro del Grupo de los 8, del Grupo de los 20, del BRICs, de la APEC, de muchas organizaciones internacionales y regionales y es líder de la Comunidad de Estados Independientes (CEI).

La actual Federación de Rusia goza de una excepcional posición geoestratégica, con una superficie de 17 millones de kilómetros cuadrados, lo cual equivale a más de la octava parte de la superficie territorial mundial. Esta extensión territorial se reparte entre Europa y Asia y se une con el área marítima en los océanos Ártico y Pacífico, los mares Negro y Caspio y constituye uno de los principales recursos del desarrollo económico de Rusia.

Otra importante base del crecimiento emergente de la Rusia contemporánea es la extraordinaria riqueza de sus inmensos recursos naturales, energéticos, de materias primas y de minerales esenciales para su propio desarrollo industrial y una apreciable capacidad de expansión comercial. Rusia tiene las mayores reservas sin explotar de recursos minerales y energéticos del mundo, lo cual la hace una superpotencia energética. Rusia posee las más grandes reservas mundiales de gas natural (34%), sólo en segundo lugar (después de Arabia Saudita), las mayores reservas de petróleo (12%), en tercer sitio (después de USA y China) y grandes reservas de carbón. Asimismo posee las mayores reservas de diferentes metales, como lo es un tercer lugar en reservas de Oro y segundo en diamantes. Los inmensos territorios de Rusia están cubiertos por bosques; por ello tiene 25% de las reservas mundiales de madera. Sin embargo, la explotación de muchos recursos minerales está limitada por los altos costes de extracción en razón de las severas condiciones climáticas que sufre.

Rusia constituye un mercado de enorme importancia debido a su inmenso potencial humano. En 2012 el país tenía más de 141 millones de habitantes, de los cuales 88,4 millones eran las personas que componían la PEA (Población Económicamente Activa). Una parte significativa de la población rusa está compuesta por intelectuales y por científicos creadores de altas tecnologías a nivel mundial.

Según el volumen del PIB que genera, Rusia entra entre los primeros diez países del mundo. En 2008 el PIB de Rusia ocupaba el noveno lugar con 1608 millones de dólares. Es un país sin problemas de deuda externa, que es cerca del 30% del PIB. Los eurobonos constituyen el principal renglón de la deuda rusa, al sumar casi 25,5 mil millones de dólares. El endeudamiento de Rusia ante organizaciones financieras internacionales se calcula en 3,6 mil millones de dólares, mientras las deudas con el Club de París y con otros acreedores oficiales se sitúan en 902 millones y 1,8 mil millones, respectivamente. Rusia es el tercer país con las reservas de activos internacionales, con 514 mil millones de dólares (al mes de abril de 2012). Se fortalece la moneda nacional, el rublo, que tiende a clasificarse como moneda convertible. La presión fiscal en Rusia sobre los empresarios es menor en promedio que en Europa. El impuesto sobre las sociedades es de 24%; el impuesto al Valor Agregado es de 18%; el Impuesto Sobre la Renta de Personas Físicas es igual para todos: 13%; el impuesto Único Social es de 2% para los ingresos superiores a 20 mil dólares al año.

En Rusia no hay límites sobre la actividad empresarial tanto para los inversionistas extranjeros como para los nacionales, a excepción de esferas muy limitadas y reservadas como la producción y la venta de armas, de estupefacientes o materiales radioactivos. A pesar de que Rusia posee bases sólidas para el crecimiento emergente, la dinámica de los índices macroeconómicos y sociales se encuentra bajo la influencia de las peculiaridades estructurales que surgieron en el periodo de la transición y bajo la dependencia de la coyuntura de la economía internacional.

La crisis económica ha mostrado que el sistema financiero ruso es una parte de las finanzas globales y reproduce sus tendencias fundamentales. Las consecuencias más visibles de la crisis han sido la fuga de capitales y la caída de las reservas internacionales. El Producto Interno Bruto (PIB) de Rusia que alcanzaba el 5,6% en 2008 se contrajo en 2009 en 7,1% respecto el año anterior, debido en especial a la caída de la producción industrial, que se deprimió en un 10,8%. El aspecto más relevante de la crisis se centró en la reducción de las inversiones, que disminuyeron en 17%. Los inversionistas sacaron sus capitales de Rusia y así la fuga de capitales del país en 2008 superó los 100 mil millones de dólares; los índices de mercado de valores sufrieron también una caída drástica.

Como consecuencia de ello, las compañías y los bancos rusos sintieron los problemas de la falta de liquidez y el acrecentamiento de la deuda externa, por lo que en los tres últimos años sus créditos en el exterior han crecido de 175 mil millones de dólares a 500 mil millones de dólares.

Los precios se congelaron debido a la drástica caída de la demanda en condiciones de crisis. A pesar de este panorama, Rusia cerró el pasado ejercicio con una inflación del 8,8%, la más baja de los últimos 18 años, lo que permitió al Banco Central (BC) reducir los tipos de interés en 4 puntos porcentuales. No obstante, se ha elevado el nivel de desempleo de 6,3% en 2008 a 8,4% en 2009.

Hay cada vez síntomas más marcados de la recuperación económica en Rusia. El Producto Interno Bruto de Rusia en 2011 creció en un 4%. Por su parte, el índice de la producción industrial mostró el más notable incremento. Sin embargo, las graves consecuencias de la crisis económica global impiden al gobierno ruso proceder a aplicar medidas radicales. Por ello la política económica se centra a mediano plazo en el fomento de la eficiencia energética y la introducción de nuevas tecnologías en el sector de hidrocarburos, paralelamente al desarrollo del potencial

...