El movimiento de las escuelas eficaces: Implicaciones para la innovación educativa y el Informe Coleman (1966).

1. Enumera, al menos, tres rasgos que diferencien los centros escolares más eficaces y los menos eficaces.

Las escuelas eficaces se caracterizan por los siguientes rasgos distintivos:

- Tienen una meta en común:

Los miembros de las escuelas eficaces trabajan por una meta claramente definida, consensuada y conocida por todos. En base a esa meta, se seleccionan los objetivos, contenidos y materiales. Este trabajo colaborativo es posible gracias a que este tipo de escuelas genera un sentimiento de pertenencia y adhesión a unas creencias y valores entre sus miembros, lo que facilita la cooperación para alcanzar el objetivo común. De hecho, el trabajo docente en las escuelas eficaces se planifica conjuntamente entre los profesores y existe además un alto grado de consenso sobre lo que los alumnos pueden aprender.

Cabe también destacar un factor muy importante para poder alcanzar esa meta común: el liderazgo ejercido por el director. En las escuelas eficaces, el director tiene experiencia docente y se implica también en la enseñanza más que dedicarse exclusivamente a tareas administrativas. De esta forma, conoce de cerca las particularidades de la enseñanza en el día a día y puede actuar más realistamente para alcanzar ese objetivo común.

- Existe una atmósfera que facilita el proceso de enseñanza - aprendizaje:

Tanto profesores como alumnos participan en un ambiente seguro y ordenado que facilita y estimula tanto la enseñanza como el aprendizaje. En el caso de los profesores, las escuelas eficaces ofrecen mayor estabilidad profesional con posibilidad de formación contínua. Existe además un ambiente positivo entre profesores que les ayuda a reflexionar sobre sus propias actuaciones en el aula y así poder mejorar. Sin duda, poder ver reconocida su labor así como recibir una crítica constructiva son clave para poder corregir errores y mejorar para alcanzar la meta común antes mencionada.

En el caso de los alumnos, un ambiente atractivo tanto física como psicológicamente, les ayuda a tener una actitud más positiva hacia el aprendizaje. En las escuelas eficaces se observan menores problemas de disciplina y comportamiento, lo que facilita la labor de aprendizaje. Esta labor se ve reforzada además con la implicación por parte de las familias. De hecho, en las escuelas eficaces se observa una estrecha cooperación entre las familias y la escuela, de tal manera que no se produce una confrontación sobre los objetivos educativos y se aseguran unos mayores niveles de aprendizaje.

- Se pone el énfasis en el aprendizaje:

Los profesores de las escuelas eficaces poseen altas expectativas sobre el logro de sus alumnos, lo cual se pone de manifiesto en la obtención de los contenidos mínimos. Además, realizan evaluaciones frecuentes, tanto de carácter formal como informal, que permiten supervisar y seguir el progreso de los alumnos y controlar el proceso de aprendizaje. En este sentido cabría destacar la importancia de incorporar evaluaciones no solamente del progreso académico de los niños, sino también sobre su evolución personal y social. Asegurar una evolución personal y social apropiada es fundamental para poder conseguir el ambiente seguro y ordenado que facilite el proceso de enseñanza - aprendizaje mencionado con anterioridad.

En las escuelas eficaces se observa también una individualización de la enseñanza, lo cual contribuye a una mejora del aprendizaje. Esta individualización la pueden llevar a cabo los profesores en sus clases a través de, por ejemplo, agrupamientos flexibles. A pesar de esto, es importante que exista un equilibrio entre las iniciativas individuales que puedan realizar los profesores en sus clases con las acciones planificadas tanto por el centro como el equipo docente.

2. Indaga en qué medida determina la escuela

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