El plan de área en educación física
Carlos Andres Diaz SilvaBiografía28 de Marzo de 2020
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IDENTIFICACION
Nombre de la Institución Educativa: Institución Educativa Técnica Simón Bolívar.
Intensidad horaria semanal
Educación Básica Primaria: 2 Horas
Educación Básica Secundaria: 2 Horas
Media: 1 Hora
DOCENTES RESPONSABLES
Andrés Felipe Cuenca Mejía
Carmen Elisa Rubio Rubio
AÑO DE ELABORACIÓN: 2018
ELABORADO POR: Andrés Felipe Cenca Mejía y Carme Elisa Rubio
AÑO DE ACTUALIZACIÓN: 2018
ACTUALIZADO POR: Andrés Felipe Cenca Mejía y Carme Elisa Rubio
INTRODUCCIÓN
El plan de área en educación física, deportes y recreación se diseña con el propósito de ser implementado en todos los niveles académicos de la institución educativa, iniciando su proceso desde el grado preescolar, transitando por la básica primaria, secundaria y finalizando en la media técnica.
Dicho proceso se encuentra orientado a fundamentar las practicas corporales en aras de mejorar el potencial físico, cognitivo, social y emocional de los estudiantes, atendiendo a la definición enunciada en la ley 115 donde se concibe como: “un proceso de formación permanente, cultural, y social que se fundamenta en una concesión integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y deberes”.
En ese sentido, el área de educación física, deportes y recreación se enmarca dentro de una disciplina académica que fundamenta su objeto de estudio en el movimiento del cuerpo como elemento que favorece el desarrollo humano del estudiante. Por ello, la educación física se concibe como un proceso pedagógico encaminado a promover practicas corporales que propicien el desarrollo integral de los estudiantes; para esto, el trabajo de área pretende potencializar las dimensiones del ser a través de la experiencia significativa de cada uno de los sujetos en donde se podrá enriquecer su pensamiento lógico, sus relaciones sociales, su expresividad, motricidad, entre otros.
JUSTIFICACIÓN
Teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado, se hace menester reformular los conceptos básicos y estándares sobre los cuales se han de transitar los contenidos curriculares del área aludiendo al desarrollo humano del estudiantado como eje fundamental del proceso.
En primera instancia, el área está enmarcada legalmente por la constitución política de Colombia, en su artículo 42, donde se menciona como un derecho del ciudadano: la recreación, el deporte y el aprovechamiento del tiempo libre, además de enunciar los marcos legales de referencia como lo son: La ley general de educación 115/94, Art. 23; y la Ley del deporte 181/95 Art.2-3.
Es así que la educación física propuesta en la Institución Educativa Técnica Simón Bolívar pretende ser pilar fundamental para que todos los estudiantes desarrollen sus capacidades cognitivas, físicas, emocionales y de interacción social como complemento de un proceso coherente a nivel institucional.
Dado esto, es necesario comprender que el desarrollo humano de los estudiantes es el objetivo primario sobre el cual se desarrolla dicha propuesta; Es por esto que se entiende al hombre como un sujeto sentí-pensante actuante que ubica al ser y al cuerpo como una unidad única e indivisible llena de significados que le constituyen y posibilitan el actuar con su entorno. En ese sentido, la subjetividad hacer parte del “ser cuerpo” que cuenta, a partir de su movimiento y expresividad, significaciones que le constituyen y se enraízan a la historia personal de cada sujeto:
Siempre que no se aborde con criterios reduccionistas, (la subjetividad) representa una situación de confluencia de planos de realidad en que se puede rastrear cómo desembocan los micro procesos (por ejemplo, de índole psicológica), así como la apertura hacia ámbitos socio históricos que se caracterizan por ser inclusivos de otros planos que pueden constituir el contexto particular del sujeto concreto que interese estudiar (Torres, citado en Cuenca, 2016, p. 17).
Por su parte, y aludiendo al cuerpo como unidad, para el filósofo Merleau Ponty “La carne del cuerpo está en continuidad con la carne del mundo gracias a lo cual el cuerpo es, por definición, el interfaz que permite la producción de significado” (Ponty, citado en Cuenca, 2016, p.103). Según esto, el cuerpo representa la intermediación entre el hacer, el ser y el pensar, por lo cual el ser humano, a través del movimiento, logra generar experiencias significativas que le construyan como sujeto. En ese sentido, es deber de la educación física generar procesos de transformación sobre los contextos sociales, aludiendo a la corporeidad como un entramado de significados que propicia la formación de ser y hacer cuerpo.
Según el ministerio de educación nacional, se entiende como dimensiones propias del campo de la educación física a la corporal, comunicativa, cognitiva, ética, actitudes y valores y estética. Sin embargo, no se puede desligar el componente social intrínseco en los seres humanos, puesto que es allí, en las relaciones sociales, donde las personas se constituyen y significan como sujetos sociales e individuales en el mundo y, bajo lo cual, forjan sus formas de ser y actuar en este.
De igual forma, no se pretende desconocer el apartado biológico que hace parte de dicha unidad indivisible y que, a su vez, contribuye al desarrollo de la estructura orgánica funcional de los seres humanos; para ello, las practicas corporales que se insten desde la clase de educación física deberán fomentar la actividad física como una estrategia encaminada que desemboque en los hábitos de vida saludables. De igual forma, y dado que el aprendizaje significativo constituye un elemento fundamental en la formación de los estudiantes de la I.E.T. Simón Bolívar, se debe comprender la relación existente entre movimiento y el pensamiento constructivista (como corriente pedagógica); es por ello, que para Vigotsky es imperativo destacar los rasgos sociales de cada sujeto y la interacción que este tiene con su entorno; sin embargo, la comunicación constituye uno de los pilares fundamentales sobre los cuales se sustenta su teoría cognitiva y en donde se encuentra el lenguaje y el movimiento como acciones comunicantes. En ese sentido, para dicha presunción, el movimiento no solo es reflejo de un significante que constituye al sujeto sino, además, evidencia la intención y propicia una fuente de experiencia que desarrolla el pensamiento.
Para Vigotsky (1978) una expresión de aprendizaje a partir del movimiento se ve evidenciado en el juego, el cual se describe como una acción que “reconfigura la joven “relación con la realidad” del niño. En lugar de que un estímulo provoque una respuesta, los significados llegan a mediar entre la percepción de una situación y la acción; en otras palabras, la acción surge de las ideas” (Kritt, 2013, p. 20 – 21). En ese sentido, la educación física debe propiciar prácticas corporales que repercutan en niveles superiores de pensamiento, acción e interacción con el medio, los objetos y las personas de acuerdo a las necesidades de los individuos ubicadas en relación a sus etapas de desarrollo, teniendo en cuenta, a su vez, que se presentan diferencias de acuerdo a su etapa de maduración.
Por su parte, es de igual importancia para la educación la incidencia social que esta cumple, pues se ubica al sujeto como un ser social por excelencia que se encuentra en constante interrelación con su entorno. Desde dicha perspectiva, el movimiento se constituye en un medio fundamental para la integración en el mundo social, a través de la cual se posibilita la comunicación entre sujetos, ya sea de forma verbal o no verbal. De la misma manera, la educación física encuentra en la expresividad corporal un elemento comunicativo que apropia una narrativa significante que enuncia, a través de su actuar, los significados que le constituyen.
La Educación Física busca formar estudiantes conscientes de su corporeidad, que pueden alcanzar mejores condiciones de vida a través del cuidado de su salud y de una ética corporal basada en la comprensión de sí mismos y de su interacción con los otros, lo que les permitirá sostener relaciones armónicas con su entorno natural y social” (M.E.N., 2010, p.13).
Según esto, se tiene en cuenta que la salud corporal es considerada como un factor que incide significativamente en la calidad de vida del individuo, y esta, a su vez, está determinada por la calidad de sus hábitos de vida; en relación a esto, se puede afirmar que la educación física entendida como disciplina académica tiene la responsabilidad de contribuir con la formación del cuerpo y su capacidad de movimiento que posee un compromiso directo con los procesos de mejoramiento y conservación de la salud como uno de los elementos claves de sus procesos formativos.
Sin embargo, La Educación física no puede segmentar las dimensiones del ser, es por ello que debe propender por la formación de una cultura de la corporeidad que reconozca al cuerpo como fuente integral de vida que agrupa pensamientos, significados, sentimientos, emociones, entre otros, que encuentra en el movimiento un elemento principal para la educación en el cuidado de sí como un apartado de la realización individual y social. De igual forma, como parte esencial en el desarrollo multilateral del joven, debe proveer las formas generales y específicas para que el estudiante tome parte activa en el proceso de mejoramiento de sus cualidades, aptitudes, y actitudes dentro de un contexto social e ínter institucional para su desarrollo integral a través de su evolución personal.
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