El rol del Inspector de Enseñanza

Reflexión escrita realizada por David Bazán Sosa, de acuerdo a los siguientes tópicos:

-Desde La función del Inspector del siglo XX al rol del Supervisor del siglo XXI “En la búsqueda de estrategias que apoyen a las escuelas en la búsqueda de más y mejores aprendizajes”

- Controlar y asesorar, ¿dos caras de una misma moneda?

- La tarea del supervisor, entre lo importante y lo urgente.

En primer lugar podemos establecer según el primer tópico, una diferencia entre los conceptos de “función” y “rol” haciendo referencia a un paradigma antiguo y otro actual en relación a la figura del inspector de enseñanza. Se puede identificar “función” con cumplir aquello que está prescrito, vale decir, lo que a priori se espera de un IE sin importar el contexto en el que se encuentre. Por otro lado el concepto de Rol es el “como” del ejercicio de la función, es la impronta personal, la iniciativa y la forma que tiene el IE de hacer su aporte a la mejora de la calidad educativa.

Según lo describe el documento de trabajo “hacia un cambio en la inspección de escuelas” la concepción más antigua en la tarea del inspector/supervisor es la que hace foco en el “control para el cumplimiento de normas” o puesto en palabras de Puigross “una acción de vigilancia”. Enmarcado en la perspectiva actual, entiendo que el mero control de las acciones de una institución no garantiza calidad ni mejora educativa ya que está ausente una de las tareas principales a desempeñar por el IE: El Asesoramiento.

El control sin asesoramiento/acompañamiento cae en el error de presuponer que quien conduce una institución educativa deberá tener todas las respuestas a sus problemáticas y hace tomar distancia al Inspector de las instituciones que están en su ámbito de intervención, convirtiendo al mismo en un simple observador y quitándole responsabilidad sobre los resultados de los aprendizajes obtenidos. Tal cosa no es compatible con el marco normativo actual ya que (...)“El objetivo de la inspección consiste en garantizar las adecuadas intervenciones en el marco del planeamiento estratégico, para asegurar la educación y el mejoramiento continuo de las actividades que se desarrollan en los establecimientos educativos. Los principios de acción del rol de inspección se basan en la detección de logros y dificultades, resolución reflexiva de problemas y orientación hacia apoyos especializados para lograr la concreción de las metas de la Política Educativa en todas las escuelas de la Provincia.” (...) según reza el artículo 75 de la Ley Provincial de Educación.

Se deberá hacer énfasis en la idea de un “inspector presente en las aulas”, aunque no sea posible siempre de cuerpo presente, el acompañamiento a las instituciones y a los directivos/docentes tendrá como objetivo primero dar importancia a lo pedagógico por sobre lo administrativo y a lo importante sin descuidar lo urgente. Es en este aspecto en el que el desafío mas grande para el IE será el de diseñar dispositivos de intervención y un proyecto de supervisión eficaz y de rápido impacto en la mejora de las tareas áulicas y en el cumplimiento de los lineamientos curriculares .

Es común encontrar en las instituciones educativas un cierto “temor” a recibir visitas de autoridades externas a los establecimientos. Esta percepción negativa se basa en la idea de que quien viene a observar viene a marcar los errores, a encontrar todos los puntos débiles de la gestión y a exigir solución (en muchos casos inmediata) a los problemas encontrados sin realizar aportes constructivos.

Esta tendencia se ha visto acentuada por el incremento de las exigencias y las tareas de lo administrativo; sobre este asunto dice P. Pozner: “La gran acumulación de normativas a lo largo del tiempo de forma inconexa, traslapada, sobrepuesta, muchas veces vacía de contenido para regular el sistema, convierte a los mecanismos de control en rutinas administrativas con escasa capacidad de intervención rica y saludable.”

Con esto último no queremos restar valor a la norma ni entenderla como algo adverso o punitivo, sino más bien como una herramienta más que nos sirve de apoyo para tomar decisiones para garantizar el cumplimiento de los derechos de los niños/as y adolescentes en su trayectoria escolar. (...) “La recuperación o la ampliación de derechos en el actual contexto histórico condujeron a un proceso de creación o derogación de procedimientos. Estos procesos generaron nuevos marcos normativos que, en algunos casos, no son conocidos por todos; en otros casos, faltan resolver zonas de vacancia. Sin embargo hay regulaciones nacionales, provinciales y/o internacionales que permiten resolver diversas situaciones, atendiendo al enfoque de derechos” (Documento 1/13).

El inspector, como garante de la mejora en la calidad educativa, tendrá a su cargo tareas de control justamente en relación al cumplimiento de la norma, para evitar su omisión intencional y la vulneración de los derechos de quienes transitan por el sistema educativo. Sabemos que la sola acción de controlar no será suficiente, deberemos trabajar en conjunto con los distintos niveles y modalidades entendiendo la mejora como una responsabilidad mancomunada y colectiva.

Será vital la búsqueda de la innovación, y de capacitación constante de nosotros mismos, y de quienes integran el ámbito de supervisión. También prima la necesidad de trabajar en equipo con otros colegas del distrito/región y la colocación de metas conjuntas teniendo como horizonte la mejora constante de la calidad educativa

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