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Enfermedades Neurologicas

alexalozanolei17 de Marzo de 2015

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Introducción.

El tema que elegimos para nuestro trabajo fue enfermedades neurológicas, tiene infinidad de derivados que muchas personas no conocen el significado, o las consecuencias que dan las distintas enfermedades.

Nosotros vamos hablar sobre algunos de los tipos de las enfermedades neurológicas, para mostrarles a ustedes todo lo que esté a nuestro alcance y aprendizaje; para poder investigar acudimos a la biblioteca Raúl Rangel Frías, que está ubicada en el parque Niños Héroes, y a la Capilla Alfonsina, ubicada enfrente de Rectoría dentro de la Ciudad Universitaria, en este trabajo podrán ver la evidencia de nuestra investigación, esperamos que les guste, y obtengan información que les sea útil.

Vamos hablar primero sobre la enfermedad del ICTUS, por consiguiente sobre el Parkinson, sus tratamientos síntomas, entre otros subtemas, después hablaremos sobre Enfermedad Vascular Cerebral (EVC), y al final agregamos algunos temas que podrían resultar interesantes acerca del órgano que estaremos hablando, el cerebro.

1.- ICTUS.

1.1.- Definición.

El ICTUS, es un conjunto de enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos, que suministran sangre al cerebro, si un vaso sanguíneo se rompe, no deja correr sangre al cerebro y puede dar infarto, lo cual es más común en personas mayores de 65 años, o antecedentes familiares. Es la aparición de un déficit neurológico, producido por un infarto o una hemorragia cerebral.

1.2.- Conceptos generales.

Muchos ictus, tanto isquémicos como pequeñas hemorragias, son asintomáticos y se descubren en las pruebas de imagen. Esto es más frecuente en los portadores de una fuente emboligena cardiaca, de una artropatía progresiva de vasos pequeños como la amiloidosis, el CADASIL o el síndrome de Sneddon, y en la arterioesclerosis de HTA. La suma de pequeñas lesiones en los ganglios de la base y en la sustancia blanca subcordial va produciendo un deterioro motor o mental (o ambos) progresivo, sin que el paciente presente ningún ictus clínicamente relevante.

Entre el 5 y el 10% de los pacientes que acuden con una clínica aguda cerebral focal como si sufrieran un ictus tienen en realidad un proceso expansivo (tumor o hematoma subdural).

1.3.- Factores predisponentes.

Aproximadamente el 50% de los supervivientes de un ictus tienen algún grado de incapacidad, de los que cerca del 20% requieren una hospitalización definitiva.

Los factores predisponentes para el ictus cerebral se dividen entre aquellos que no son modificables y, por tanto, prevenibles, entre los que se encuentran la HTA, la diabetes, la hiperlipemia, el tabaquismo, la obesidad y las apneas del sueño.

Edad:

La incidencia de las EVC aumenta con la edad, pero un porcentaje importante de ellas suceden en personas menores de 45 años. La edad, la raza, y la herencia son factores no modificables que influyen en el riesgo de sufrir un ictus cerebral.

Herencia:

Existe una clara predisposición familiar a padecer un ictus cerebral. Una razón fundamental es el agrupamiento familiar de los 3 factores predisponentes principales del ictus cerebral, la HTA esencial, la diabetes y la hipercolesterolemia. 1

Las enfermedades de las arterias o hematológicas que se heredan con patrón autosómico dominante o recesivo son, en general, raras, y no influyen en la epidemiologia global de las EVC, aunque tengan un gran interés individual.

Diabetes:

La relación de la diabetes con un incremento del riesgo de ictus cerebral de la diabetes es difícil de apreciar con la frecuente comorbilidad con hiperlipermia, HTA y cardiopatía.

La diabetes predispone a los ictus isquémicos por su influencia en el desarrollo de aterosclerosis, pero no a los ictus hemorrágicos.

Raza:

Hay algunas diferencias raciales en la epidemiologia de las EVC. En Japón es mayor la incidencia de hemorragias hipertensivas y artropatías infantojuveniles idiopáticas o familiares. Entre los afroamericanos el rasgo genético de anemia de celulares falciformes los predispone a los ictus isquémicos. EE.UU. la patología ateromatosa de los grandes vasos es más frecuente entre los individuos de razas caucásicas.

Es posible que estas diferencias lesionales no se deban solo a un factor genético, sino a comorbilidad con HTA o a factores dietéticos y de hábitos de vida.

Hipertensión arterial:

Es el factor más perjudicial para sufrir un ictus de todo tipo, isquémico o hemorrágico, y también para la demencia de origen vascular.

Hiperlipemia:

La hiperlipemia es un factor bien establecido facilitador de la ateromatosis y de la isquemia tanto coronaria como carotidea, especialmente de la primera.

Fibrinógeno:

El fibrinógeno se relaciona con la formación de placas de ateroma y trombos intraarteriales.

Es posible que el fibrinógeno contribuya al ictus isquémico incrementando la viscosidad sanguínea.

Etanol:

Los abstemios tienen una incidencia baja de ictus, pero un consumo regular y muy moderado de vino, disminuye significativamente la incidencia del infarto cerebral. 2

2.- Parkinson.

2.1.- Enfermedad del Parkinson.

La enfermedad de Parkinson consiste en un desorden crónico y degenerativo de una de las partes del cerebro que controla el sistema motor y se manifiesta con una pérdida progresiva de la capacidad de coordinar los movimientos. Se produce cuando las células nerviosas de la sustancia negra del mesencéfalo, área cerebral que controla el movimiento, mueren o sufren algún deterioro.

Presenta varias características particulares: temblor de reposo, lentitud en la iniciación de movimientos y rigidez muscular. La enfermedad de Parkinson afecta aproximadamente al 1 por ciento de la población mayor de 65 años y al 0,4 por ciento de la población mayor de 40 años.

La enfermedad de Parkinson en sus fases iniciales genera alteraciones como depresión, cambios emocionales, dificultad para deglutir y oler, problemas del habla, trastornos urinarios o estreñimiento, piel de rostro sebosa, desordenes del sueño, mala memoria o pensamiento lento, entre otras señales que pueden ayudar a un diagnóstico temprano.

Los primeros síntomas de la enfermedad de Parkinson son leves y se van haciendo cada vez más notorios con el paso del tiempo. El cuadro inicial típico registra dolores en las articulaciones, dificultades para realizar movimientos, agotamiento. La caligrafía también empieza a cambiar y se torna pequeña e irregular. En el 80 por ciento de los pacientes los síntomas comienzan en un solo lado del cuerpo y luego se generalizan. Asimismo, el carácter varía en los primeros estadios, por lo que es habitual la irritabilidad o la depresión sin causa aparente. Todos estos síntomas pueden perdurar mucho tiempo antes de que se manifiesten los signos clásicos que confirman el desarrollo de la enfermedad.

Los síntomas típicos son los siguientes:

Temblor: Consiste en un movimiento rítmico hacia atrás y hacia adelante. Generalmente comienza en la mano aunque en ocasiones afecta primero a un pie o a la mandíbula. Se agudiza en reposo o bajo situaciones tensas y tiende a desaparecer durante el sueño. Puede afectar sólo a un lado o a una parte del cuerpo.

Rigidez: Se manifiesta como una resistencia o falta de flexibilidad muscular. Todos los músculos tienen un músculo opuesto, y el movimiento es posible porque, al activarse un músculo, el opuesto se relaja. Cuando se rompe este equilibrio los músculos se tensan y contraen causando inflexibilidad y debilidad. 3

Bradicinesia: Se trata de la pérdida de movimiento espontáneo y automático y conlleva la lentitud en todas las acciones. Esta lentitud es impredecible y es el síntoma más incapacitante, porque el paciente no puede realizar con rapidez movimientos habituales que antes eran casi mecánicos.

Inestabilidad: La inestabilidad de la postura hace que los enfermos se inclinen hacia adelante o hacia atrás y se caigan con facilidad. La cabeza y los hombros caen hacia delante y la forma de andar empeora. El enfermo da pasos cortos y rápidos para mantener el equilibrio; o se queda literalmente "plantado" a mitad de camino, sin poder moverse. Existen una serie de síntomas secundarios que, aunque no afectan a todos los enfermos, provocan trastornos importantes ya que empeoran los síntomas principales y agravan las condiciones físicas y psicológicas del paciente.

Depresión: Es un problema común a todas las enfermedades crónicas, y en el Parkinson puede detectarse incluso antes de que comiencen los síntomas principales. Empeora con los fármacos utilizados para combatir esta patología, aunque los antidepresivos consiguen frenar con bastante éxito tanto las depresiones como los cambios emocionales.

Tragar y masticar: El mal funcionamiento de los músculos dificulta esta tarea cotidiana, favoreciendo la acumulación de saliva y alimentos en la cavidad bucal. Como consecuencia, son habituales los atragantamientos y el babeo. - Dicción: Al menos el 50 por ciento de los enfermos tiene problemas de dicción: hablan en voz baja, dudan antes de hablar, repiten palabras o hablan demasiado rápido.

Problemas urinarios: Las deficiencias del sistema nervioso que regula la actividad muscular provocan que algunos enfermos sufran incontinencia o tengan dificultades para orinar.

Estreñimiento: La lentitud progresiva de los músculos intestinales y abdominales es la principal

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