Ensayo Aprender

Identidad

El término identidad puede hacer referencia a: La identidad como una cualidad del “ser para sí”, sólo válido para las personas, los grupos, es decir, involucra el entorno, la historia y la voluntad, no es una característica dada sino que es potencial a desarrollar y está referida a modos de existencia. También puede referirse a la conciencia de ser uno mismo.

Conciencia

La conciencia o consciencia, del latín conscientia, es definida en general como el conocimiento que el ser humano tiene de sí mismo y de su entorno. "Conscientia" significa literalmente "con conocimiento" (del Latín: cum scientiā). En humanos, la conciencia implica varios procesos cognitivos con aspectos interrelacionados.

Uno mismo

Tendencia filosófica que da prioridad a los derechos del individuo frente a los de estructuras sociales o que de los primeros surgen los segundos.

La definición que podría darle a un niño de lo que significa ser “UNO MISMO” es:

“Ser uno mismo, es cuando lo que hacés te sale de adentro”

APRENDER A VIVIR DE OTRO MODO

En la sociedad del individualismo, del consumismo, del tener, de la imagen, del miedo, de la desconfianza, del fatalismo, aprender a vivir de otro modo, es un reto para nosotros, los futuros educadores.

Ante esto he de plantearme que mi tarea ha de ser un “hacer con sentido” ante la realidad de no encontrar sentido a nada.

En este sistema social, huérfano de identidad, sin “sentidos”, que nos hace “ciegos”, “sordos”, “mudos”, el maestro precisa rescatar los suyos propios:

o La vista: para mirar la posibilidad.

o El oído: para escuchar sin prejuicios.

o El tacto: para poder estar más cerca o más lejos, para ceder espacios, responsabilidad y autonomía.

o El gusto: para saborear, celebrar, compartir el momento de lo cotidiano, el dolor, la alegría.

o El olfato: para intuir el lugar y el momento, los espacios y los gestos.

o Y uno más: el sentido del “DESPERTADOR”, ese “RING” que ayuda a caer en la cuenta.

Comprender lo que hago, comprender que estoy incidiendo en una situación, en una realidad, sentir que eso tiene que ver “conmigo”, con lo que creo, pienso, sueño; aceptar que no todo depende de mí pero en lo que depende tomo parte, comprometerme poniendo lo mejor de mí misma en ese momento, con cada niño, tomar conciencia que lo que puedo llegar a hacer va más allá del ahora y que los resultados que espero no son ¡ya!, en este momento, que hay otros que puedo observar y que quizás no había previsto

Pero todo esto requiere un esfuerzo de atención, de aprendizaje en la experiencia, de la lectura, el conocimiento de sí mismo, de la formación en habilidades: empatía, escucha activa, aceptación incondicional, autenticidad.

Igualmente implica vivir con conciencia y con compromiso, sabiendo que si no soy libre, no puedo amar, y si no amo no puedo comprometerme.

En este sentido, en: “El arte de AMAR”, Erich Fromm hace una brillante reflexión sobre el amor, y expresa que “El AMOR es una preocupación activa por la vida y el crecimiento de lo que amamos” y añade que además de “DAR”, el carácter activo del amor, se constata en cuatro elementos: “cuidado” (del otro), “responsabilidad” (respuesta a las necesidades expresadas o no), “respeto” (preocupación de que el otro crezca y se desarrolle como es)

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