Ensayo De La Amistad

“Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato” (www.rae.es)

A lo largo de la vida los seres humanos establecen relaciones afectivas sustentadas en valores puros y desinteresados. La amistad refleja la necesidad que tienen todos los seres humanos de comunicarse con otros de expresar y recibir afecto.

Es complicado vivir en la soledad y el aislamiento, necesitamos a alguien en quien confiar, a quien acudir en momentos difíciles y con quien compartir un buen momento. Cuando el destino nos abre una puerta, nos entrega a un amigo para que crucemos esa senda hacia lo desconocido. Los amigos nos extienden su mano para que tomemos nuevo impulso, así también nosotros extendemos nuestras manos en señal de cordialidad y unión. En los jóvenes las amistades pueden alterar positivamente su carácter.

"Cuando buscas el bien en los demás, descubrirás lo mejor de ti mismo". (www.sev.org.ar)

Debemos considerar la verdadera amistad cuando existe una unión desinteresada, cordial, abierta, en la que hay un interés mutuo por los problemas, éxitos o sufrimientos del amigo; se debe cultivar con pequeños detalles de gratitud por todo lo que se recibe de ella. Un amigo verdadero no puede tener dos caras, la amistad si ha de ser leal y sincera exige renuncias, intercambio de favores, integridad y servicios nobles.

Cuando buscas el bien de tu amigo, cuando respetas sus ideas, cuando lo aceptas tal y como es, cuando lo ayudas a crecer y superarse; aprendes a resalta sus virtudes, minimizar sus defectos y hacerle reconocer sus errores.

“Elige a tus amigos” (Renton, Trainspotting).

En la adolescencia adquirimos la responsabilidad de elegir a las personas indicadas con quienes compartir nuestras aflicciones, nuestros problemas, nuestras alegrías, nuestros secretos, etc. Es evidente la influencia que estas amistades logran en nosotros, para que estas sean positivas en nuestro desarrollo es necesario encontrar buenas amistades.

Un amigo verdadero te inducirá siempre a hacer algo bueno, es con quien te diviertes sanamente, compartes lo que sabes y lo que tienes. Un buen amigo nos invita únicamente a realizar buenos actos o hacer cosas de las que no nos arrepentiremos, donde no se lastime a los demás.

“Le aseguro que no conozco en el mundo nada más noble o más raro que una fiel amistad.”(Wilde, 1888,35)

Un amigo debe ser fiel, ya que es a él al que le puedes confiar todo, con la certeza de que su consejo será el indicado, su apoyo es incondicional, no sólo está a tu lado cuando las cosas van bien, aún cuando hemos fallado tenemos su comprensión. Con él podemos llorar, reír, cantar, divertirnos, hablar o callar. En una palabra, podemos ser nosotros mismos; posiblemente no nos aprueba ni aplauda nuestra conducta, pero nos respeta y acepta, jamás le cuenta a nadie lo que le hemos confiado. En eso se basa la confianza de que se puede hablar libre y sinceramente de todo lo que nos pasa.

Para que haya una verdadera amistad, necesitamos tener una buena comunicación, sentirla cerca aunque se encuentre lejos. Saber que está disponible y que si la necesitamos se le puede ir a buscar. Si las circunstancias nos separan, nos hacemos presentes a través de una carta, una llamada, etc., porque una amistad es como una planta, que debemos cuidar, regarla y estar al pendiente para que pueda florecer. Si nos olvidamos de ella y no la regamos, cuando la volvamos a ver, estará débil para volver a florecer. Si a un amigo lo vemos muy de vez en cuando, será difícil tenerle confianza como para descubrirnos ante él como somos.

Confiar en los afectos, provocar los encuentros, gratificarse con la simple compañía de quien amamos y queremos demostrarle todo nuestro afecto y consideración, puede ser enriquecedor para los otros y sobre todo, para nosotros mismos.

Sé que no es fácil ser o encontrar amigos verdaderos; sin embargo, tener un buen amigo es el mejor tesoro que podemos tener en la vida.

Existen necesidades que unen a las personas, ya sea por carencia o por exceso, más de una vez alguien se acerca a otra persona para cubrir una necesidad: dinero, interés por un ascenso laboral o simplemente la soledad, pueden ser variables que intervengan negativamente, en un vínculo de amistad. Cuando una amistad se sostiene de intereses, los celos aparecen como una constante, ya sea en forma de envidia o con enojos injustificados.

Durante la juventud es común querer insertarse en un grupo de amistad, muchas veces para lograrlo estos deben cumplir con requisitos o son influenciados

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