Ensayo: Mi Persona Digital

[pic 1]

Ensayo:

Mi Persona Digital

Nombre:        Loretta Olmos

Asignatura:        Contenidos Digitales y Redes Sociales

Sección:        PUC6130- 002D

Loretta Olmos

Mi Persona Digital

Tengo veintinueve años.

Veinticinco de los cuales he tenido acceso a un computador.

Veintiuno de los cuales he tenido acceso a internet.

Crecí de la mano del Windows 93’ y fui saltando de generación por medio: Windows 98’, Windows XP, Vista, 7 y 10.

Aún no salto a Windows 11. La experiencia y la costumbre me dicen que debo siempre saltarme una, y cuando creciste en una época donde has visto todos los avances, cambios y mutaciones del internet, me siento segura de esperar a la siguiente versión que me ofrezca el Sr. Gates.

A los once años mi hermana me hizo una cuenta en un juego llamado Gaia Online. Aún conservo esa cuenta, solo por la nostalgia. Entendí de forma rápida lo que eran los foros, los marketplaces y las estafas gracias a ese pequeño mundo virtual.

Luego vinieron las cuentas en WoW y Ragnarok. Tenía un limitado tiempo para poder jugar y se me iba la vida esperando que el servidor cargara y cruzaba los dedos para que no me botara.

Rara vez utilizaba el internet para hacer tareas ya que crecí leyendo enciclopedias, pero me gustaba Wikipedia. El botón de artículo aleatorio me encantaba. Cada vez que entraba aprendía algo nuevo. Puede que, por esa misma razón, mi sección favorita de Reddit sea Today I Learned.

Tenía catorce años cuando me uní a Facebook, con permiso de mis papás. Y lo poco que utilicé esa plataforma en ese entonces, lo odié con mi alma adolescente. Había poca gente, y los que había eran personas que yo ya conocía y el chisme no era parte de mi vida en ese momento. Esa cuenta la eliminé para siempre en 2014 luego de una constante intermitencia a la hora de usarla. Me fui de Facebook y navegué por plataformas como Tumblr, Blogger, Flickr. Nunca usaba mi nombre real para hacer cuentas por lo que puede que cueste un poco encontrarme. Y existe una persona con mi nombre y apellido, que, a diferencia de mí, tiene gran parte de sus perfiles de RRSS públicos. Ahora, si alguien me buscara por mis nicknames de ese entonces, quizá podría encontrar uno que otro dato random mío.

Pero ¿qué tanto pueden encontrar? Al hacer el ejercicio de buscarme, no fue mucho lo que encontré. Principalmente porque crecí con estas teorías que el internet podría robarte un órgano si te anotabas en tal o cual página, por lo que lo poco que en su momento compartí siempre fue con la privacidad al máximo, y donde publicaba intereses y hobbies, nunca fue con mi nombre. Ahora, eso quizá es un indicio de mi propia inseguridad y el miedo a compartir sobre mí. Pero dentro de todo me dio una herramienta de protección en su momento, una protección con la que muy poca gente cuenta ahora.

Creo que fue en 2017 cuando volví a Facebook. Y de paso me uní a Instagram. Había desaparecido de las redes sociales y de a poco, me uní al mundo virtual social que crece cada vez más. Hace solo dos meses abrí una cuenta de Tiktok, solo para que mi celular dejara de llenarse con videos descargados que me enviaba mi hermana. Y debo reconocer que es una plataforma que me asusta. Me asusta el algoritmo con el que trabaja, lo que te muestra, lo que te recomienda. Y me hace pensar, ¿qué va a reemplazarla más adelante?

Yo fui de esa generación que le dijo adiós a MSN. Que se despidió de Yahoo. Que vio desaparecer Fotolog.

Y por cada plataforma que desapareció de la web, apareció una similar pero magnificada. Instagram reemplazó a Fotolog, pero con una plataforma más amigable y con mucha, pero mucha publicidad. Y Tiktok está intentando quedarse con lo que le perteneció a Instagram. Y de esa misma forma, llegará una nueva red social que reemplace a otra y otra. Y nuevamente me vuelvo a asustar.

Si me descuido medio segundo de mi navegación en Tiktok, estoy en un “live” de una persona que no sé quien es pero que está pelando un huevo en Polonia. Y dos deslizadas más abajo, un tipo picando una piña en Tailandia. Y luego un señor abriendo latas y así. Y el algoritmo cambia todo nuevamente y estoy días intentando volver al contenido que me interesa. Y luego, ese contenido que no elegí ver en un principio está en todas mis otras redes sociales y me vuelvo impaciente y desinstalo alguna de esas apps por pura frustración. Porque vengo de esa generación que se frustra y se queja y soluciona de forma abrupta lo que le pasa.

...