Equipando Equipos Ruth Harf
chelita_cris1925 de Agosto de 2011
5.487 Palabras (22 Páginas)2.757 Visitas
Equipando equipos1
Ruth Harf
Hablar de equipos remite a delegación de tareas, negociación y reconversión
de conflictos. Implica aceptar la complejidad de la tarea institucional y, al mismo
tiempo, lleva a la satisfacción de compartir metas y espacios, al desarrollo de
sentimientos de pertenencia y a la comprensión de la dificultad del trabajo aislado e
individualista.
Formar y conformar equipos en las escuelas, dando respuestas colectivas a
los requerimientos institucionales, tiende a una gestión lo más democrática posible.
El equipo remite a un trabajo de carácter colectivo, cuya producción siempre
va más allá de la suma de los aportes individuales, aunque sin duda no podría
funcionar sin esos mismos aportes individuales.
En los "equipos de trabajo", los objetivos son claros, específicos, concretos,
generalmente con un grado de preexistencia, verificables y evaluables. y el tipo de
relación que se produce entre los miembros, en lo que se denomina dinámica del
trabajo, está supeditada y condicionada en gran medida por los propios objetivos
propuestos como meta común.
Los directivos tienen arte y parte en la formación y conformación de equipos
En el caso particular de la escuela, los equipos tienen como meta esencial
permitir un funcionamiento institucional que garantice la calidad de la tarea educativa.
Los directivos tienen la responsabilidad de ser ellos mismos parte de un
equipo y la responsabilidad de estimular, incentivar y coordinar equipos conformados
por otros miembros de la institución educativa.
Los directivos deberían trabajar y/o profundizar el trabajo alrededor de las
ideas de integración, cohesión, sentido de pertenencia, comunicación, creatividad, y
capacitar, asesorar y acompañar para así convertirse en motores de una gestión
cada vez más pertinente.
1
En Novedades educativas. Reflexión y debate, año XIII, núm. 123, marzo, México, Ediciones
Novedades Educativas, 2001, pp. 36-41.
Para los directivos es importante tener en cuenta que trabajar en y con
equipos promueve en los miembros de la institución educativa un crecimiento notorio
de la autoestima y un incremento de la responsabilidad individual y compartida.
El directivo puede incentivar y promover la formación de equipos y puede
también obstaculizar su funcionamiento.
El directivo debería tender a ejercer un estilo de dirección democrática que
asuma, como papel primordial, potenciar el trabajo en equipo, apoyado por una
formación centrada en el liderazgo pedagógico, y una disminución de las demandas
administrativas que recaen en los equipos directivos.
Esto no implica crear nuevas estructuras, sino repensar la modalidad de
funcionamiento de las existentes, tratando de dinamizar y flexibilizar su
funcionamiento y tratando de que todos los miembros de la situación educativa
compartan el valor que intentamos otorgar al trabajo en equipo.
Equipos: ¿decisiones técnicas o decisiones ideológicas?
La formación y conformación de equipos dentro de una institución educativa
no hace únicamente referencia a los aspectos técnicos, si bien ellos son esenciales.
Se trata esencialmente de una opción ideológica, tanto de una gestión política
de una jurisdicción, como de los directivos u otros miembros de la comunidad
educativa.
Aquello que se declama, se pone en juego en acciones tales como estimular u
obstaculizar el trabajo de y en los equipos.
Los equipos permiten un funcionamiento más democrático de la institución,
toman en cuenta el respeto por las diferencias, estimulan la solidaridad, la
socialización de los conocimientos, desarrollan el trabajo cooperativo, apuntan a la
autonomía profesional, permiten poner en juego mecanismos regulatorios del
funcionamiento grupal en pos de metas compartidas que hacen a la educación de los
alumnos.
En muchas ocasiones, las dificultades de orden técnico son poco más que una
pantalla; en realidad, no hay un verdadero interés -por parte de quienes convocan al
trabajo en equipos-de que otros participen.
Los equipos se hacen
La verdadera conformación de un equipo requiere de un proceso más o
menos largo. Toda la vida del equipo es un proceso de constitución de este equipo.
Se pueden cambiar modalidades de funcionamiento, con idas y vueltas y
tendiendo a una complejización creciente y a una mayor efectividad en su accionar y
en los resultados alcanzados.
La capacidad de aportar al proceso colectivo de tener en cuenta a los otros de
asumir las responsabilidades, de no perder de vista las metas, no es algo innato, se
adquiere mediante un proceso de aprendizaje que es necesario planificar.
La heterogeneidad de los miembros es al mismo tiempo su mayor cualidad y
su mayor obstáculo, ya que debemos aprender que se requiere tiempo para
conocerse, respetarse, acordar, consensuar, o al menos intentarlo.
Estas actitudes se aprenden, y la mejor manera de enseñarlas es, desde los
lugares de conducción, actuando democráticamente, o lo más democráticamente
posible en todas las situaciones institucionales.
La conformación de equipos requiere la creación de un clima de confianza y
seguridad, de participación con grados de comunicación e información creciente.
Este es un aprendizaje para todos los miembros.
Al conformar equipos "perdemos" la individualidad: pasamos del "yo" al
"nosotros"; pero no perdemos nuestra identidad, porque ese "nosotros" la incluye.
Se percibe la necesidad del trabajo en equipo cuando se es consciente de las
limitaciones personales para llevar a cabo determinadas actividades en solitario.
También es un incentivo registrar que nuestro esfuerzo es necesario para que el
equipo pueda alcanzar sus metas. El equipo somos "nosotros".
Los equipos no son fáciles de formar, mantener, conducir, etcétera. Están
conformados por personas que interactúan entre sí: las metas podrán tener que ver
con el objetivo común del funcionamiento institucional, pero en el equipo los que
interactúan no son los roles sino las personas, la interacción entre las personas es
"en función del rol" que asumen dentro del equipo.
Una tarea, no siempre sencilla, de los directivos de la escuela en su rol de
coordinadores naturales de los equipos es la de identificar y consolidar necesidades
e intereses colectivos compartidos, procurando que estén equilibrados con la
posibilidad de satisfacer demandas e intereses individuales.
La decisión de potenciar el trabajo en equipo pasa también por
consideraciones de tipo ideológico y no solamente por cuestiones personales.
El trabajo en equipo permite estimular la pertenencia, la responsabilidad
compartida, la gestión participativa y la modalidad democrática en el desarrollo de la
tarea institucional.
El trabajo en equipo de ninguna manera elimina los aspectos individuales:
Los aportes individuales son necesarios para alimentar el desarrollo colectivo.
Un buen trabajo en equipo también implica división de tareas, con responsabi-lidades individuales.
Los intercambios en el equipo son entre personas, cada una de ellas con sus
propias historias, opiniones y posturas.
La dicotomía entre trabajo individual y trabajo en equipo termina siendo falsa;
se pueden incluir mutuamente o se puede decidir, de acuerdo con las circunstancias,
por uno u otro. Ni todo es mejor cuando se hace en forma individual, ni todo es mejor
cuando se hace en equipo.
¿Qué cuestiones o tareas se resuelven en un trabajo en equipo?
Un equipo se conforma para realizar un trabajo, sea éste cotidiano y habitual o
esporádico e irrepetible; en nuestro caso, un trabajo pedagógico, un trabajo escolar,
un trabajo institucional.
La producción no siempre es pareja, el proceso tiene altibajos: siempre hay
momentos de mayor productividad y momentos de menor productividad.
Hay equipos que directamente forman la estructura institucional, como el
Equipo de Conducción, o equipos que se conforman a partir de tareas puntuales.
Corresponde a los directivos analizar la pertinencia o no de llevar a cabo
ciertas tareas en equipo. Muchas veces, lo individual es lo adecuado; todo depende
de los propósitos y de las características
...