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Es Palabra Del Padre


Enviado por   •  19 de Agosto de 2014  •  1.189 Palabras (5 Páginas)  •  266 Visitas

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- Es palabra del Padre

La literatura ha representado, en gran medida, la imagen paterna en igualdad con la de una figura divina. Su palabra es ley. No obedecer significa el exilio, la muerte. Su ausencia significa la ruptura del orden establecido. Todo se vuelve un caos. Según explica Barthes en su obra Sobre Racine (1995), toda la creación del dramaturgo francés, gira en torno al mito de la horda.

Autores como Darwin y Atkinson afirman que en tiempos remotos los hombres vivían en hordas salvajes. Cada horda era dominada por el macho más fuerte, que poseía mujeres, hijos y bienes. Los hijos no gozaban de ese privilegio, pero, si por algún motivo, el padre creía que intentaban acercarse a alguna de las mujeres, este tenía el derecho de matarlos, castrarlos o expulsarlos. Este accionar provocó que los hijos conspiraran, asesinaran al padre y tomaran su lugar. Sin embargo, la muerte del padre trajo crudos enfrentamientos entre hermanos. Finalmente los hijos establecieron una alianza, cada uno de ellos renunciaba a desear a la madre y a las hermanas, instituyendo así el tabú del incesto

Freud retoma lo afirmado por estos autores, así lo expone Paula Mejía en su obra Feminidad, padre y superyó (1998).

“No estaba Freud tan alejado de esta dimensión de la función del padre cuando propone que, luego del asesinato del macho de la horda, emerge un nuevo padre. Este debe renunciar a la aspiración de gozar sin límites, acogiéndose a la ley de la prohibición del incesto. Renuncia que lo introduce en la lógica del no –todo en lo que tiene que ver con el goce. El padre así concebido sería un producto simbólico de la humanidad, el cual promueve en el hijo la renuncia los deseos incestuosos.”

En Fedra (1995) de Racine este nuevo padre del que habla Freud puede observarse en la figura de Teseo. Su ausencia ocasiona la tragedia, por lo tanto desata el caos. Al creerlo muerto, su esposa Fedra confiesa su amor a Hipólito su hijastro, sin tener en cuenta el pacto, esa renuncia a la que se refiere el creador del psicoanálisis. Así se expresa Fedra ante Hipólito:

“(…) ¡Cómo hubiera cuidado a alguien tan gentil como tú!/ Un hilo no bastara a vuestra enamorada. / Compartiendo el peligro que debíais buscar,/ Yo misma por delante de vos habría marchado;/ Y Fedra descendiendo con vos al Laberinto,/ Con vos se habría salvado o perdido con vos.

El joven sabe que acceder a los deseos de su madrastra implicaría quebrar la ley establecida

desde el mito. La ley del incesto. Esta infidelidad es más que suficiente para que el hijo le recuerde el pacto…

“(…) Señora olvidáis/ que Teseo es mi padre y también vuestro esposo?”

Hipólito, fiel a la figura paterna, no solo la rechaza, también calla la verdad cuando la infiel Fedra lo acusa de querer seducirla asumiendo la culpa. Este silencio lo lleva a la muerte, no duda en sacrificarse para preservar la imagen del padre. Teseo sospechando de traición a

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