Espacios Significativos

CREANDO ESPACIOS SIGNIFICATIVOS

En nuestra actividad como pedagogos a diario debemos enfrentarnos a situaciones con niñ@s las cuales debemos transformar en experiencias significativas para los niñ@s y a la vez nos sirvan para cualificar nuestro trabajo con ellos.

La acción pedagógica es el medio por el cual los niñ@s van a vincularse con el mundo a través de varias nociones que se encuentran estrechamente relacionadas como: desarrollo, competencias y experiencias reorganizadoras.

Como pedagogos debemos hacer reflexiones acerca de los diferentes campos de socialización donde vamos a interactuar con los niñ@s y convertir estos campos de socialización en “espacios significativos”, con el fin de entender la importancia de las distintas experiencias cotidianas tanto en su familia, como fuera de ella y las prácticas culturales; para convertir estas experiencias en instrumentos educativos.

Un espacio lo volveremos significativo en la medida en que encontremos situaciones relacionadas entre sí, y se nos facilite la construcción de un nuevo conocimiento, desarrolle nuevas formas de interactuar con el mundo que los rodea. Es decir un “espacio” pero no solo hablamos de lo físico, sino “ese espacio de aprendizaje estructurado y generador de múltiples experiencias donde los niñ@s participen activamente, estos espacios propician unas capacidades generales que posibilitan los haceres, saberes, y el poder hacer, que cada niñ@ manifiesta a lo largo de su desarrollo”.

Para que el trabajo por proyectos sea una estrategia organizada, participativa, lúdica, investigativa y significativa, es necesario que cumpla con cuatro condiciones básicas que son: “debe ser una situación estructurada o sea debe tener un propósito de aprendizaje debe tener modalidades de participación autónoma por parte del niñ@ con la ayuda del docente, herramientas de apoyo y material didáctico y de uso diario para cada situación; debe ser la situación un contexto de interacción de los niñ@s con otros pares y con el mismo, de los niñ@s con el docente, del niñ@ con el entorno en situaciones cotidianas y/o novedosas; debe tener una situación de resolución de problemas con preguntas, acciones, obstáculos, para que el niño utilice estrategias para alcanzar la meta y por último; que cada situación exija el uso de competencias variadas en los niñ@s para que se facilite el aprendizaje y por parte del docente hacer uso de la investigación formativa para aprender nuevas estrategias que facilitan la labor del docente.

En nuestra labor de docente es muy común oír la palabra método, que procede de un término griego que significa camino. Según Schmieder, una reunión de síntesis y medidas educativas que se fundan sobre conocimientos psicológicos, claros, completos y sobre leyes lógicas, que realizadas con habilidad personal de artista alcanzan un fin previamente fijado.

También como lo define John Dewey, el método es el orden del desarrollo de las capacidades del niñ@.

Son muchos los métodos usados en la pedagogía, pero si hoy hacemos una diferenciación entre el método por proyectos y el método activista tendríamos que mencionar que se diferencian según la presentación de sus contenidos en el método por proyecto el tema se ajusta a un plan preestablecido con anterioridad y según el método activista se aprovecha cualquier acontecimiento de actualidad alrededor del cual se desarrolla el tema; según la actividad de los alumnos en el método por proyectos los niñ@s ciertas actividades hasta llegar a una tarea propuesta y en el método activista el niñ@ participa activamente en clases y es un factor importante de la misma.

Lo más importante no es el método que vayamos a aplicar, nosotros debemos tener un buen saber académico y escoger entre varios lo que más nos sirva y que se acomoden a nuestra personalidad.

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