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Estado Y Nacion


Enviado por   •  17 de Septiembre de 2013  •  8.970 Palabras (36 Páginas)  •  273 Visitas

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ESTADO Y NACIÓN

G. O`Donnell, un historiador argentino, señala que “La Nación es el arco de solidaridades que une al “nosotros” definidos por la común pertenencia al territorio acotado de un Estado”. Y amplía: La invocación de los intereses de la Nación es lo que justifica imponer decisiones contra la voluntad de los sujetos, incluso contra segmentos de las clases dominantes, en beneficio de la preservación del significado homogeneizante de la nación. Por lo tanto la imposición del Estado enfrente y encima de la sociedad se completa cuando se transforma al plano de la nación.

Si el Estado, como forma política, es fruto de la modernidad y de la generalización de las relaciones capitalistas, también lo es la Nación. El Estado es la expresión política de la Nación, por tanto, cuando hablamos de estado moderno hablamos también de Nación como dos elementos mutuamente necesarios.

El Estado nacional supone, entonces, una cohesión social, una base territorial, una unidad política, un conjunto de relaciones económicas capitalistas (propiedad privada, mercado interno, circulación de mercancías, formas de explotación), clases sociales (dominantes y dominadas).

El Estado, como relación social, como instancia política de articulación social, es el resultado de un doble proceso: el de constitución de una Nación y el de la construcción de un sistema de dominación.

La constitución de la Nación, a su vez, supone dos planos, uno material y otro ideal. El plano material lo constituye el surgimiento y desarrollo, en un territorio delimitado, de relaciones capitalistas de producción. El plano ideal es la creación de símbolos y sentimiento de pertenencia que una sociedad coloca por encima de los intereses particulares. Este “arco de solidaridades” distingue a un Estado de los otros, integrando a la sociedad.

En cuanto al sistema de dominación supone la creación de una instancia que articule y garantice el conjunto de relaciones sociales tanto materiales como ideales. (O. Oszlak (1978).

Oszlak, un teórico argentino, señala que todo Estado posee los siguientes atributos:

Externalización de su poder (ser reconocido como unidad soberana frente a los otros estados).

Institucionalización de su autoridad (existencia de una estructura de relaciones de poder capaz de ejercer el “monopolio legítimo de la violencia”).

Creación de instancias de control (instituciones estatales a cargo de funcionarios especializados, que regulen el funcionamiento de la sociedad civil y que posean autoridad para extraer recursos ).

Internacionalización de su identidad colectiva (símbolos, sentimientos de pertenencia que ejercen el control ideológico de la sociedad) (O. Oszlak, 1978).

LA CIUDADANIA

El concepto de Nación supone el concepto de ciudadanía.

¿Quién es el ciudadano en la Nación? Es el miembro partícipe de una comunidad de iguales que tiene derecho de elegir, ser elegido, reclamar a los gobernantes, participar de la cosa pública. El ciudadano posee derechos y obligaciones. Su rasgo esencial lo constituye su carácter de “libre”. En el Estado moderno, los ciudadanos se consideran iguales ante la ley.

Históricamente el concepto ciudadanía se desarrolló en forma simultánea con el capitalismo, el Estado moderno y el derecho racional. El Estado democrático, como “forma normal” de la organización de la sociedad capitalista, supone la libertad del ciudadano, en condiciones de pluralismo (pluralidad de partidos, de ideas), de elegir y participar. Los ciudadanos en su conjunto expresan la voluntad general de la sociedad.

Sin embargo, no siempre se consideró al ciudadano de la misma manera. El problema residió (y reside) en el grado de inclusividad (y exclusividad) con que se define la ciudadanía. Extranjeros, mujeres, ancianos, dementes, presos, no propietarios, analfabetos, pobres, etc., fueron (o son) excluidos en su condición de ciudadanos. Sin duda, hay una pregunta que subyace a todo esto ¿quién decide acerca de quien es el ciudadano?

En la Edad Media la representación no era individual, sino estamental. Más adelante solo era ciudadano el padre de familia o propietario (régimen censitario). Recién en la Revolución Francesa se habla de ciudadano individual.

La noción tradicional era que el voto constituía un acto público solo confiable a los hombres capaces de mantener abiertamente sus opiniones.

Recién en el siglo XX se generaliza la ciudadanía a los adultos mayores. El sufragio universal es una conquista reciente. Sin embargo, aún hoy perviven distintas formas de limitación de la ciudadanía (por ejemplo el lugar de residencia o de origen, etc.)

También debemos hablar de una ciudadanía civil. Ello supone considerar quienes tienen derechos civiles en una sociedad, si todos o sólo algunos.

Por ello, el concepto de derecho implica no sólo lo propio de la esfera política sino también lo social o lo económico.

2. EL ESTADO EN LA ARGENTINA

Los comienzos de un largo proceso

La emancipación planteaba con urgencia el problema de la organización del nuevo Estado. (...) era menester decidir de qué manera se estructuraría la nueva nación para acomodarla a la nueva realidad. Aquí sobrevinieron las dificultades, nacidas del conflicto entre los distintos sectores sociales de la masa criolla, divergencias y aun enemigos en cuanto a su experiencia política, su formación doctrinaria, su concepción de vida (J. L. Romero, Pág. 72)

La Revolución de Mayo de 1810 marca el nacimiento de lo que luego será la República Argentina. Se trata de una revolución de tipo político, por lo tanto, su problema clave va a ser el del control del poder.

Es que el solo hecho de la Revolución no supone, ni muchos menos, la existencia de una nación y de un Estado. Medio siglo de luchas fueron necesarias para que estuvieran dadas las condiciones indispensables para su construcción y existencia. Recién a partir de 1860, es posible comenzar a edificar una organización sólida y duradera.

El período 1810-1860 constituye una larga ruptura, una larga transición desde un Estado colonial, consolidado a lo largo de tres siglos, hacia su sustitución por un Estado nacional moderno. Y esta ardua y dificultosa tarea no transcurrió sin cruentas guerras emancipadoras, ni enfrentamientos

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