Evaluación de El Palermo

Evaluación de El Palermo

Características del local:

Dirección: Av, Palermo 270 cuidad de Lima, La Victoria

Tipo de cocina: sándwiches

Medio de pago: efectivo

Horario: Lunes- Sábado 8am a 23 pm

Domingo 8 am a 1pm

Precios de 0 a 30 soles por persona

Especialidades: Sánguches de chicharrón, pollo, jamón del país, asado, hamburguesas servidos en salsa criolla y ají, acompañados con jugos sutidos y postres criollos.

Expectativas y percepciones

Karina Vázquez

Expectativas

Yo creo que el Palermo de la Victoria va a ser parecido al de el polo o al del boulevard de asia. Limpio, con varias mesas y sillas, atención con mozo. Los empleados tendrían que estar dispuestos a satisfacer necesidades del cliente. Un ambiente bonito y seguro. Yo he ido antes al Palermo del boulevard de Asia y es bien grande y limpio, lo malo fue que el personal no te atendía muy bien porque no te hacia mucho caso. Aparte de eso todo estaba bien, la comida era rica y tenías una carta con muchas variedades de platos. También una vendía unos helados riquísimos. Yo creo que el Palermo que vamos a visitar va a ser parecido a los mencionados anteriormente, ya que es la misma cadena.

La experiencia seria bonita y divertida. Mis expectativas son entre medias y altas, porque ya e visitado otros palermos donde la comida y el lugar estaban bien pero la atención no fue muy buena. Mi nivel deseado es que sea bonito, limpio y que la gente atienda bien y la comida sea rica. La decoración debe de ser bonita y la entrada debe de ser amplia como los otros palermos. Yo se que los precios no son tan baratos, por eso creo que va a ser un sitio bonito y presentable.

Percepciones

La experiencia no fue nada grata. Primero llegamos y la zona era fea y había mucha gente fuera del local. Cuando entramos comenzamos a buscar donde estaban las mesas, entonces fuimos más al fondo y solo encontramos el baño, no habían mesas. El local constaba de dos barras en donde la gente comía y donde se despachaba la comida, no había sillas. No nos satisfizo para nada. No sabíamos donde comer ni como acomodarnos porque había mucha gente parada en un espacio muy reducido. Los empleados nos trataban con extrema confianza como sus amigas del alma, no nos tenían mucho respeto como empleados del local, parecía que no se daban cuenta que nosotros éramos sus clientes. El local estaba sucio y había muchas moscas lo cual no inspira nada de confianza acerca de la comida. Cuando compramos de frente en la caja, nos entregaron el pedido rapidísimo. Solo había unas pocas opciones de sánguches para pedir y eso facilitaba las cosas a los empleados para hacer los sánguches. El sánguche de chicharrón estaba rico, pero todo lo que nos rodeaba no me gusto para nada. Para colmo entraron dos perros que se comenzaron a pelear adentro del local. Todos los clientes estaban asustados y tuvo que entrar el que cuidaba los carros con un basurero vacío para asustarlos y botarlos. En conclusión, la experiencia no fue nada grata. No superó el nivel deseado de ninguna manera, ni lo alcanzó, ni estuvo dentro de la zona de tolerancia. La experiencia fue mala. No se sentía seguro, ni confiable, ni había cortesía, ni nada. No volvería a ir.

Alué Rey

Expectativas

Yo creo que El Palermo es un lugar donde se puede ir a comer con tus amigos algún sánguche para pasar un rato y también para comer algo rápido. Me imagino que el sitio debe ser limpio, con espacio para sentarse en una mesa, sin olor a fritura, y agradable a la vista. Asimismo, supongo que el Palermo es un lugar seguro por los comentarios que he escuchado ya que no he tenido la oportunidad de visitar alguno. Sin embargo, me han dado buenas referencias sobre el local. Entonces, podría decir que tengo buenas expectativas sobre la visita que realizaremos. Espero encontrar una buena atención y un rico sánguche para comer, con los condimentos indispensables y un ambiente agradable en todo sentido. Además, lo que podría ser el servicio deseado es la atención cordial que podrían brindar los empleados y la rapidez con la que se entrega lo ordenado. En conclusión, tengo expectativas muy altas sobre el lugar ya que al escuchar buenas referencias en más de una oportunidad espero que los comentarios sean verdaderos. Para que se cumpla de esta manera, los factores a considerar para una buena experiencia deberá ser la atención que se nos brinde, la calidad de la comida, y también los aspectos tangibles como las mesas, sillas, el mostrador, los baños, y en general todo el ambiente.

Percepciones

Luego de haber visitado El Palermo en el local de la Victoria, puedo afirmar que no fue una grata experiencia, no cumplió con mis expectativas y mucho menos las superó. Fue una visita desagradable ya que no satisfizo lo que necesitaba pues al ser un sitio inferior a mi nivel de tolerancia no consumí el sánguche por el mal aspecto del mismo, quedándome de esta manera con hambre. El sitio no representaba los comentarios que había escuchado anteriormente, era todo lo opuesto. El lugar no invitaba a quedarse con tus amigos a comer algún sánguche rico, el sitio era sucio, apestaba a comida, no había espacio suficiente ni siquiera para poner banquitos, y era desagradable para la vista. En general, fue una mala experiencia porque al estar situado en una zona insegura sin brindar un buen servicio no invita a regresar al local. Además, el trato del personal hacia el cliente sobrepasaba el límite de confianza que podría haber, haciendo que nosotras nos sintiéramos incómodas al estar dentro. Por otro lado, se podía ver cómo preparaban el sánguche, ni siquiera utilizaban guantes y usaban el mismo aceite todo el tiempo, habían moscar rondando la comida y el suelo estaba demasiado sucio. Además, al ser un lugar reducido de espacio, solo se podía comer de pie sobre una barra pero estaba con muchas personas alrededor lo cual era incómodo para consumir el sánguche. En conclusión, la experiencia percibida fue muy mala, ya que no llegó al nivel deseado y fue incómodo tener que compartir una sola barra con todas las personas que se encontraban en El Palermo. Es un lugar que no te invita a quedarte a conversar con tus amigos, sino por el contrario, te bota para que de esta manera otras personas ingresen y consuman, como un sistema de rotación.

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