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FISIOLOGÍA ANIMAL I ENDOCRINOLOGÍA DE LA REPRODUCCIÓN

maria291000Ensayo26 de Junio de 2021

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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA

FISIOLOGÍA ANIMAL I

ENDOCRINOLOGÍA DE LA REPRODUCCIÓN

AUTORES: ACURIO MARÍA AUGUSTA, ALBÁN LENIN, CALAHORRANO ADRIANA, CAMPOVERDE MADELEYN, CASCO LIZETH, CHAPI LISBETH Y CHÁVEZ LEONARDO

TUTOR: Dr. CHRISTIAN ALBUJA

QUITO-ECUADOR

 

 

2020-2020

Objetivos

Objetivo General

     Describir la relación del eje hipotálamo-hipófisis con el aparato reproductor, y definir la vía fisiológica que controla el desarrollo de las gónadas y la producción de gametos.

Objetivos Específicos

    Establecer las frecuencias de secreción de las hormonas relacionadas a la reproducción, mediante el estudio de los ciclos reproductivos de las hembras.

     Detallar la endocrinología de la gestación y el parto como factor esencial del mantenimiento de la vida en el planeta, según los cambios presentados en los individuos.

     Indagar en la endocrinología del macho, y diferenciar los componentes del eje hipotálamo-hipofisiario-testicular.

Introducción

Entender la endocrinología del ciclo estral de mamíferos no primates es esencial para ejercer control sobre el ciclo reproductivo de las hembras. Tal es el caso de las vacas, en las que conocer sobre sus ondas foliculares del ciclo estral y las funciones del cuerpo lúteo han permitido conseguir un control eficiente sobre la inducción de la ovulación y una precisa sincronización del celo (Colazo & Mapletoft, 2014).

Adicionalmente, al extirpar los testículos, se confluye a la pérdida del dimorfismo sexual en el macho, por ejemplo, el león pierde su melena. Sin embargo, el efecto puede ser reversible (Asociación de Zoológicos y Acuarios & comité de bienestar animal de la AZA, 2012).

El ciclo menstrual es el resultado de la interacción entre el útero, hipófisis, ovarios e hipotálamo, en el cual, hay una relación entre los eventos fisiológicos y la secreción hormonal encargados de preparar al organismo para una futura gestación (Rodríguez & Curell, 2017).

Marco Teórico

CONTROL HIPOTALAMOHIPOFISARIO DE LA REPRODUCCIÓN

     La reproducción es un proceso muy importante para garantizar la continuidad de la especie. Se encuentra controlada por un mecanismo neuro-hormonal en machos y hembras, este mecanismo debe estar sincronizado para que se manifiesten los cambios y se genere el cortejo (Gómez & Velázquez, 2002).

     El hipotálamo tiene grupos neuronales llamados núcleos, los que se encargan de secretar hormonas peptídicas que controlan la acción de la hipófisis. Estos péptidos se encaminan hacia la hipófisis, ya sea directamente por axones neuronales o por un sistema porta de circulación, y como respuesta la hipófisis sintetiza hormonas que juegan un papel importante en el control gonadal (Klein, 2014).

Hormonas (modificación de la liberación de gonadotropinas)

     Las gonadotropinas tienen una participación importante en la reproducción. En la hipófisis, la neurohipófisis se encarga de producir hormonas proteicas de importancia para el control de la reproducción, en especial dos gonadotropinas que corresponden a la hormona foliculoestimulante (FSH) y hormona luteinizante (LH), y también participa otra hormona llamada prolactina. (Klein, 2014).

    La hormona folículo estimulante (FSH), tiene una importante participación en el crecimiento folicular en hembras y en la espermatogenia testicular en machos, mientras la LH promueve la ovulación y formación de cuerpo amarillo en el ovario, también induce a la producción de estrógenos y progesterona en el ovario, y en el macho ayuda a la producción de testosterona por el testículo. Ambas hormonas trabajan en una relación de sinergismo en el desarrollo y ovulación de los folículos ováricos (Guyton & Hall, 2018).

HEMBRA

Pubertad

     El inicio de ciclo reproductivo se genera en la pubertad, donde se dará un incremento en la síntesis y secreción de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH). Además, para llegar a la pubertad  se necesitará del desarrollo de la capacidad hipotalámica frente a la retroalimentación positiva generada por los estrógenos (García, 2018). Este periodo dependerá además de varios factores en diferentes especies domesticas los cuales pueden ser el clima, horas luz, nutrición, estrés (Klein, 2014).

Ciclos Reproductores

     Existen dos tipos de ciclos reproductores denominados estral y menstrual, cada uno implica una fase folicular y una fase lútea. En primates se presenta el ciclo menstrual y las fases folicular y lútea se encuentran separadas, lo contrario sucede en el ciclo estral, en que la fase folicular es seguida de la lútea (Matorras et al., 2008). Los animales domésticos presentan el ciclo estral y este se define como el periodo de tiempo entre un celo y el comienzo del siguiente. Se encuentra limitado por periodos y consta de varias fases descritas a continuación (Klein, 2014):

    Proestro. Inicia luego de la luteólisis en el ciclo estral anterior, en donde la progesterona desciende permitiendo el crecimiento de un folículo preovulatorio. Pese a que pueden desarrollarse varios folículos antrales, sólo llegará a la ovulación un folículo dominante (FD). Éste último será estimulado por las hormonas folículo-estimulante (FSH) y luteinizante (LH), lo que aumenta la síntesis y producción de estrógenos que llenará la cavidad antral y, por ende, ampliará el diámetro folicular. Las células de la teca se unen a LH y generan andrógenos, y las células de la granulosa estimuladas por la FSH convierten estos andrógenos en estrógenos. Gracias a dichas células, el folículo en desarrollo genera más estrógenos lo cual provoca una alta vascularización y un elevado crecimiento celular al finalizar esta fase (Guáqueta, 2009).

     Estro. Dada la constante producción de estrógenos y por retroalimentación positiva, la hipófisis genera un pico en la liberación de LH y FSH. Eventualmente, se genera una hormona inhibina en las células de la granulosa, la cual bloquea la liberación de FSH. De este modo, la LH llega a una descarga preovulatoria y así el crecimiento folicular alcanza su punto más alto por lo que se produce la ovulación, liberación el oocito y, por consiguiente, el celo. Los altos niveles de estrógenos circulantes estimulan la contracción del aparato reproductor de la hembra con la finalidad de ayudar a los espermatozoides a llegar al óvulo. De igual manera, se segregan fluidos (moco) en los oviductos, útero, cérvix y vagina. El tiempo del celo y el momento de la ovocitación varía en cada especie (Guáqueta, 2009).

     Metaestro. Dará comienzo a la fase lútea donde se genera el cuerpo lúteo, inducido por la secreción preovulatoria de LH, y se mantendrá mediante la secreción tónica de LH (Caravaca et al, 2005).Las células de la granulosa secretaran progesterona a las 24 horas de la ovulación, de modo que los niveles de progesterona aumentan y los de estrógeno disminuyen, produciendo una retroalimentación negativa para la secreción pulsátil de GnRH. A la vez de la formación del cuerpo lúteo, se darán oleadas foliculares en las que se formará el folículo dominante pero no se producirá la ovulación. La ovulación solo se producirá cuando exista una disminución de progesterona y crecimiento del folículo dominante (Astiz, 2011).

     Diestro. Durante la fase de mayor duración se producirá la maduración máxima del cuerpo lúteo que mantendrá el aumento del nivel de progesterona generando una retroalimentación negativa para la secreción pulsátil de GnRH que, sin embargo, ayudará al crecimiento del folículo dominante (Astiz, 2011). Posteriormente se producirá la  luteólisis  mediante la prostaglandina F2 alfa (PGF2α) secretada por el endometrio. La destrucción del cuerpo lúteo detendrá la liberación de progesterona produciendo la suspensión de la retroalimentación negativa a nivel del hipotálamo, induciendo los picos de gonadotropinas que permitirán rescatar de la involución al folículo dominante proveniente de la última oleada folicular para entrar al inicio de un nuevo ciclo (García, 2018).

    Comportamiento Sexual

     La producción de testosterona es importante en el periodo neonatal para determinar la masculinización, por el contrario, su ausencia caracteriza la feminización. El comportamiento sexual en hembras está limitado por la interacción de estrógenos y progesterona, que varía de acuerdo a la especie, y se rige en base a ciertos principios como la proporción de la concentración hormonal, el sinergismo entre las hormonas, y el ciclo de exposición de estas hormonas (Klein, 2014).

     Dependiendo la especie el ciclo estral presenta periodos diferentes que pueden ser continuos durante todo el año denominándose poliéstrico anual como el caso de la cerda y la vaca; o se llama poliéstrica estacional cuando su ciclo está en una época del año determinada y depende de las horas luz, como se observa en la gata, oveja y yegua. En cambio, cuando posee uno o dos ciclos al año sin estacionalidad, se denomina monoéstrica o diéstrica anual, tal es el caso de la perra (García, 2018).

Gestación

     La gestación en bovinos inicia con la fecundación de un ovocito y un espermatozoide en la ampolla del oviducto. Una vez fecundado, el cuerpo lúteo secreta progesterona para el desarrollo embrionario antes de la implantación. El embrión secreta estrógenos para informar al endometrio de su presencia (Klein, 2014). Al día 16 los niveles de estrógenos disminuyen por el interferón-tao, que reduce la síntesis de receptores para estrógenos, oxitocina e inhibe la secreción de PGF2α, para asegurar la permanencia del CL. El día 25 se produce la implantación esto hecho hace que se extienda la actividad leteínica y aumenta la progesterona.  A partir del día 120 la placenta también produce progesterona y secreta lactógeno placentario, la LH ayuda a mantener al CL en actividad, es secretada de manera pulsátil al inicio de la gestación y de manera basal posteriormente. Igualmente, la hormona GH o STH y los factores de crecimiento tipo insulínico (IGF-1) intervienen en la acción luteotrófica. Los niveles altos de progesterona y estrógenos placentarios evitan la ovulación (Bartolomé, 2009).

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