Feria De Ciencia

Educación, Familia y escuela.

¿Por qué cuesta tanto ejercer la función?

Los padres y docentes en alguna ocasión, padecemos de alguna IMPOSIBILIAD para entender quiénes son y qué les pasa a nuestros chicos.

A todos nos cuesta “aprender”. Cuando un alumno tiene dificultades con el aprendizaje, no tenemos que caer en el “supuesto” que no quiere aprender.

Debemos intentar comprender lo que está sucediendo en ese proceso y cuál es la participación de la familia en el mismo.

Por eso hay que mirar el contexto familiar junto el proceso escolar de ese niño y estrechar lazos. Educar tiene un componente, más allá de la cuestión académica.

¿Cuál es el lugar de la participación?

El individualismo ingreso al mundo dela escuela y cuesta desalojarlo. Hay resistencia a trabajar “con otros” y el mundo laboral nos demuestra que las nuevas organizaciones reclaman trabajo en equipo. Crear nuevos canales de comunicación haciendo propuestas y debatiendo.

Participar no como demandantes, sino como actores comprometidos con el cambio. “Daniel Filmus, comentaba en una de sus entrevistas que “los que más cuestionan la realidad educativa, son a veces lo que menos quieren que algo se revierta”.

El conflicto aparece cuando no sabemos qué hacer con la AUTORIDAD y los LÍMITES. Son dos temas urticantes, intrincados y confundidos. Nos pone muy nerviosos colocar cada una de estas cosas en su lugar.

La relación entre padres e hijos, docentes y alumnos no tiene que ser simétrica, no somos pares.

Cuando hablamos de autoridad lo circunscribimos al ámbito del poder, donde rigen fuerzas superiores leves, límites que ordenan y armonizan el mundo de los seres vivos. La autoridad representa el cuidado el acompañamiento el sostén y varía de acuerdo a las necesidades de cada uno.

Cuando hay abuso de poder, el soborno y el miedo son condicionamientos que generan emociones de bronca, intolerancia, violencia ausencia de aprendizaje.

La capacidad de comunicación es imprescindible para poder combinar confianza con autoridad y límites. Poner límites requiere reflexión, mensajes claros, propuestas oportunas y acuerdos. Ayudan al reconocimiento del error y a la posibilidad de un cambio.

Es hacerle saber al niño desde muy pequeño que no todo es como él quiere, que hay bordes que no se pueden traspasar porque además de él hay otros en su mundo.

No nos tiene que asustar la reacción, ellos están descubriéndose así mismo. Son susceptibles, vulnerables, apasionados con lo que creen, impulsivos, egocéntricos. Con deseos enormes de ser queridos y aceptados. Cambiantes y con humor inestables.

La tarea de la familia y la escuela, ante un conflicto, no es buscar culpables; es sentarse a revisar juntos el porqué de algunas conductas.

Es importante fortalecer el dialogo desde la confianza y por qué, no también, cuando se pueda, desde el humor.

Los padres y la escuela están habilitados para “resolver” lo que el niño necesita y ayudarlos a que desarrollen las potencialidades. El aprender y des-aprender es una tarea que nos permitirá ver desde distintos ángulos, para construir una sociedad con una convivencia más sana. Una propuesta es la concreción de UN ESPACIO PARA PADRES donde canalizar inquietudes, intercambiar ideas, experiencias, para disminuir el nivel de frustración por no saber qué y cómo hacer, buscar ayuda y vincularnos de la mejor manera posible. Estos encuentros pueden estar coordinados por profesionales como psicólogos, médicos, sociólogos, que orienten el trabajo. Pueden ayudar a que nuestros hijos y las futuras generaciones, descubran que PENSAR, ELEGIR Y DECIDIR es lo que les permitirá resistir a ser esclavos. Los padres son los primeros educadores y no pueden dejar depositada toda la responsabilidad en la escuela.

Los docentes antes las dificultades de aprendizaje de los alumnos, no pueden culpar a los padres y desentenderse del problema, ambos tienen que hablar de lo que no pueden o saben. La escuela tiene que dejar de ser un “reducto aséptico”, tiene que estar abierto a la realidad social. Debemos incluir la presencia de los chicos. Comprometerlos para que no queden en el desgano.

Educación y Rol Docente

¿Un compromiso con la creación de significados?

La decisión de ser docente no se impone. Se elige o se descarta. Preguntarnos si tiene sentido hacer lo que hacemos, es un compromiso que no podemos delegar en otros.

¿Quiénes son los Docentes?

Hombres mujeres, personas que luchan por ser felices, que tienen días en que se sienten tristes, desganados, faltos de energía. Con el cansancio de muchas horas de trabajo, con sueño, algunos días por alguna molestia de embarazo o por que algún bebe lloro toda la noche, preocupados, por cómo van a pagar el alquiler de la casa o con quien dejan a su niño pequeño, enojados con ellos mismos, porque no encuentran la manera de despertarles el interés por aprender a ser alumnos. Cargados de incertidumbre,

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