Ferreñafe. Encanto Y Tradición

Ferreñafe, cumple 463 aniversario de fundación española, este mes de diciembre. Sin duda un pueblo con un pasado que cautiva.

“Y con encanto y tradición”

La tierra de la doble fe, esconde en su místico interior, tradiciones, mitos, así como las más fantásticas historias que han pasado de grandes a pequeños, ¿mostrar todas ellas?, casi imposible, rescatar muchas de ellas, sí, porqué un Pueblo sin pasado es un Pueblo sin alma.

Catedral de la ciudad de Ferreñafe. Créditos: Roberto Díaz.

AUTOR: Liz Andrea De La Cruz Paima

Quién no ha escuchado esas historias fantásticas de su familia, o de su pueblo, aunque esa costumbre de que los padres narraban historias alrededor de todos los hijos, parece sacado de una escena de una película de la década de los 70, o tal escena de la serie de “La Familia Ingalls”, pues en Ferreñafe ese recuerdo es de muchos ferreñafanos, que recuerdan en sus memorias, ese Ferreñafe que guardan en su corazón, ese Ferreñafe que añoran, lleno de misterio y tradición. Bercelina Mena Uypán, docente y cuentista ferreñafana, comenta “Cuando había una reunión familiar, y era ya muy de noche. Los mayores comenzaba a contar historias fantásticas, para de esa manera espantar a los niños para que fueran a dormir, pero nosotros éramos terribles, y nos escondíamos para poder escuchar muchas de esas historias”, me contó muchas de ellas. Ella tenía un padre que no le gustaba vivir alrededor de mucha gente, así que su padre junto a toda su familia fueron a vivir a un lugar bastante solitario, la gente le decía a su padre qué estaba loco, o chiflado, que por ahí salían no sé cuántos a penar, y quién sabe Dios, un día venían por su alma, ella manifestó “A mi padre poco o nada le importaba. Lo que él quería demostrar es que era un hombre que no tenía miedo a nada, y sí que lo demostró”. Vivió desde su niñez, cerca de la acequia Soltín, y me dijo que a la muerte de un gallinazo un alma solía pasar por ahí, aclaró que respecto el alma, se refería sobre una persona que llegaba por ahí de vez en cuando , pero se divertía junto con su hermanos y hermanas, comiendo los diversos frutos que sembraba su padre, así como dándose un chapuzón durante el verano, una de las historias que me comentó fue aquella que presenció, cuyo cuento logró ser nombrado como el mejor cuento, en un concurso norteño, es el de “Los ojos faroles”, narró todo el cuento, una sinopsis para ustedes. Su padre era dueño de un grifo, una noche encontró una moto lineal estacionada en su establecimiento, apuntó la placa y después de algunas horas, llegó un chico realmente asustado, manifestó que dejó su moto ahí, porque vio a un perro que tales ojos parecían faroles, si esos perros tan feos, que parecía el mismo diablo, pero como invocó a todos los santos, el perro desapareció, pero con el susto que se dio, ni su moto le importo, ahí va otro para su colección, Era un aguatero esos que tenían muchas pipas, y una carreta, hacía alarde de su valentía y osadía, sus compadres le decían no vayas por la acequia “El Pueblo”, a horas de la madrugada, que por ahí está un caballo, que con sólo mirarte te lleva el soplo de vida, pero para demostrar su gran osadía fue a la acequia en madrugada a llenar muchas de sus pipas, y encontró un caballo, cuyos ojos parecían fuego, al verlo cayó de su mula, y lo encontraron en el suelo, con espuma en su boca (Símbolo para muchos de que alguien te ha hecho daño o te han asustado), ni él sabe cómo se salvó, pero vivió para contarlo, y nunca más fue por la acequia antes que rayará el alba. Estas y muchas historias me narró con entusiasmo la profesora Bercelina. Lo que se me sorprendió es que muchas de ellas, esconden misterio, además de creencia sobre el susto, y las almas que penan, y perros negros que asustan, acompañada de la creencia de que te deben hacer una “Buena limpia”, después del susto, por sea las dudas. Ferreñafe es la tierra de la doble fe. Por las dos fes que lleva su nombre, o porque existe una devoción total hacia las creencias cristianas, y porque también existe una fe con la mismo devoción hacia los curanderos y la brujería, así que a falta de agua de azahar, si un alma en pena encuentras en la noche, tienes necesariamente que tener tu “Limpiadita”. A un pueblo se le distingue por su gente, por sus vivos pero en Ferreñafe también se lo distingue por sus muertos. Durante mi visita al Cementerio “El Carmen “, vi con curiosidad una tumba muy arreglada y con muchas flores, decía “Niña Flor de María”, además a mucha gente que se persignaba frente a ella, pregunté a uno de los que cuidan en el cementerio, y me dijo que esa niña lleva ya muchos años ahí, y que la gente le confiere milagros, las señoras que venden sus flores alrededor del cementerio, manifestaron lo mismo, muchos no saben cuándo es que llegó esa niña, pero sin duda, los ferreñafanos le tienen mucha fe. Algunos dicen que fue una niña que la encontraron con signos de violación y tortura, y que nunca supieron quién era, por eso el nombre de Flor de María, otros dicen que era un niña que murió debido a una grave enfermedad. La profesora Bercelina Mena Uypán refirió al respecto “Sobre la niña Flor de María, no se sabe mucho, pero es una niña de aproximadamente de ocho o nueve años que recorre los pasillos del cementerio todas las noches, algunos manifiestan haberla visto y dicen que tiene un rostro angelical. La gente le tiene mucha fe, una de mis amigas, le detectaron cáncer al estómago, se encontraba desesperada, y había escuchado que si le rezabas a aquella niña, uno se cura, Desesperada y con mucha devoción fue a rezarle y a su próxima revisión médica no tenía ya nada, cómo es que se curó, creo que la fe puede hacer realmente cosas sorprendentes”. Otra historia que comentó, la que escuchó, de un amigo. En la carretera Chiclayo – Ferreñafe, llegando ya al cruce para entrar a San Miguel, iba un conductor de una camión conduciendo en la noche, durante su trayecto llegando a este cruce, una joven alzo su mano, él amablemente paro de conducir, ella le pidió que si la podía llevar hasta la ciudad, él aceptó y conversaron amenamente, al llegar a la ciudad la joven le pidió que la dejará en la Plaza principal , él la dejó ahí, y se fue, después de un rato se dio cuenta que la joven había dejado su casaca, por varios días quiso buscar quien era esa joven para devolverle su casaca. EL conductor haciendo alarde de su gran conquista, le contó a sus compañeros, y ellos le dijeron que aquella chica era un alma en pena, que siempre salía en Las noche y siempre en ese lugar, porque ella había muerto en un accidente, y que pedía a los conductores que la llevaran para así ella llevar su alma. El conductor asustado, preguntó quién era esa chica, averiguo su nombre, y en el cementerio a lado de su tumba dejó aquella casaca que había abandonado en su camión. Siempre las historias que envuelven a Ferreñafe son de esa índole fantasiosas, muerte, parecen sacados del mejor largometraje de terror, sin duda muy aparte de las creencias, y de la veracidad de ellas, realmente te cautivan al escucharlas.

Cementerio de “El Carmen “de Ferreñafe, primera foto en la parte superior. Tumba de Niña de Flor de María.

Créditos: Roberto Díaz.

Sé que estas historias envuelven a Ferreñafe, pero sus tradiciones de ese Ferreñafe lleno de costumbres dejan un legado sorprendente. La profesora Bercelina Mena Uypán manifiesta al respecto “En Ferreñafe antes solía comerse las llamadas paquitas de life, con ají, y no se llamaban restaurantes, sino fondas, esos eran como los restaurantes más grandes, yo solía ir a comer los domingos con mi familia a las fondas. Las niñas de esa época, se colocaban vestidos y lazos coloridos, los jóvenes solían cortejar a las señoritas durante tres años, y ellas respondiendo a su amor, les regalan un pañuelo bordado con su nombre, y si el papá no les dejaba casarse, se la robaban pero venían con mula y todo y se las llevaba, era muy curioso. Los bailes se hacían e lo que hoy es el Mercado Central de Ferreñafe. Y durante los carnavales no te echaba barro o agua sucia, sino talco y perfumes olorosos, realmente es una época en que uno quisiera volverá vivir esos tiempos. Bueno recordar es volver a vivir”

Fotos Mercado Central de Ferreñafe. Créditos. Andrea De La Cruz.

Muchos ferreñafanos recuerdan esas y más tradiciones como el ferrocarril ubicado en lo que es ahora la Institución Educativa Perú Birf, donde se aglomeraban mucha gente y comerciantes. Los carnavales donde las señoritas salían “talqueadas” y donde se encontraban con una cita. Los domingos siempre serán para ir a misa, costumbre que aún se mantienen.

El docente Julio César Sevilla Exebio, A través de publicaciones en su libreo “Tradiciones Ferreñafe”, narra muchas de ellas, y difunde éstas todos los domingos en un programa televisivo, en un canal local, buscando de alguna manera difundir identidad y amor por Ferreñafe, rescatando aquellas costumbres y tradiciones que se están abandonando, y hacer conocer a los niños y jóvenes principalmente lo que era Ferreñafe, y porque el olvido hacia muchas de ellas.

Cuando le pregunté a la docente Bercelina Mena Uypán que se podía hacer para difundir las tradiciones y costumbres en Ferreñafe ella contestó “Esa tarea queda ya en los jóvenes, en ellos difundir, su juventud permitirá que esto se siga difundiendo”

Ferreñafe es ese pueblo tranquilo donde los domingos aún se come la causa ferreñafana, donde en la navidad sale “La vaca loca”, y donde cada fiesta patronal convoca a mucha gente. Aún queda mucho por contar de ese pueblo, del cual me enamoré hace ya 20 años, y yo me quedo con esta frase “El pasado está siempre presente en el futuro”, será esa la razón por la cual Ferreñafe sigue siendo esa tierra con encanto y tradición.

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