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IDEA DEL AUTOR. CRITICA DE LA IDEA. CONSECUENCIA DEL COMPORTAMIENTO.


Enviado por   •  2 de Junio de 2016  •  Ensayos  •  3.344 Palabras (14 Páginas)  •  215 Visitas

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Esta lectura habla básicamente desde el inicio de lo que conocemos como humanidad de la forma en que se han agrupado estos seres conocidos como seres humanos, como han evolucionado desde ser cazadores hasta convertirse en agricultores, acerca de cómo esta evolución dio paso al establecimiento y la conformación de tribus y posteriormente a las súper tribus el como el establecimiento de estas agrupaciones han influido en el comportamiento del ser humano y porque no decirlo como el agruparse de esta manera ha distorsionado el comportamiento a lo que podemos ver hoy en día un ser humano que roba a sus semejantes, que los viola, que degenerado en homosexualismo, que tiende a la obesidad, etc. Estos comportamientos se ven desarrollados en especies que vive en un antinatural estado de cautiverio como los zoológicos razón por lo cual esta lectura lleva el nombre de: el zoo humano. A diferencia de los animales encerrados en un zoológico el ser humano tiene un cerebro el cual se mantiene trabajando, investigando, creando, etc. Estas actividades llevaran al ser humano a ser hundido en una mayor profundidad en el zoo humano, a medida que el ser humano va avanzando en el desarrollo de sus ciudades, su tecnología, etc. Los riesgos son mayores

2. DESARROLLO.

IDEA DEL AUTOR. CRITICA DE LA IDEA. CONSECUENCIA DEL COMPORTAMIENTO.

Tribus y supertribus. Menciona el autor que imaginemos un pedazo de tierra de treinta y cinco mil kilómetros donde dicha superficie de tierra sea ocupada por un grupo pequeño de personas, alrededor de 60, ahora imaginemos que esa extensión de terreno la han ocupado edificios, maquinas, autos y una horda de seis millones de seres humanos se han instalado en esa área, es como la humanidad ha evolucionado y es lo que hoy conocemos como las grandes ciudades, han sucedido tantas cosas en los últimos miles de años, los años urbanos, los agitados años del hombre civilizado, que se nos hace difícil comprender la idea de que esto no es más que una ínfima parte de la historia humana. Antes, todas las tribus humanas habían llenado sus vientres de una de estas dos formas: los hombres habían cazado animales para comer, y las mujeres habían recogido plantas para comer. La dieta se equilibraba compartiendo los botines. Se ha dicho con frecuencia que "la ley prohíbe a los hombres hacer lo que sus instintos les inclinan a hacer". De ahí se sigue que, si existen leyes contra el robo, el asesinato y el estupro, entonces es que el animal humano debe ser un estuprador homicida y rapaz. Otros aspectos de la conducta social entran también en acción como fuerzas cohesivas. El idioma es una de ellas. Tendemos a considerar el idioma exclusivamente como un medio de comunicación, pero es algo más que eso. Habiendo reconstruido ya el curso de los acontecimientos que nos han conducido a nuestra actual condición social, podemos ahora empezar a examinar con más detalle las diversas formas en que nuestras reglas de conducta han conseguido acomodarse a la vida en el zoo humano, o, en algunos casos, cómo han fracasado desastrosamente en el intento de lograrlo. Status y súper status. En todo grupo organizado de mamíferos, cualquiera que sea el grado de cooperatividad que en él exista, se halla siempre presente una lucha por la dominación social. Mientras libra esta lucha, cada individuo adulto adquiere un determinado rango social que le da su posición, o status, en la jerarquía del grupo. Si quiere usted gobernar su grupo y conseguir mantener su posición de poder, entonces hay diez reglas de oro que debe obedecer. Se aplican a todos los jefes y dirigentes, desde los babuinos hasta los modernos presidentes y primeros ministros. Los diez mandamientos de la dominación son los siguientes: 1. Debe usted hacer clara ostentación de las galas, actitudes y gestos de la dominación. 2. En momentos de rivalidad activa, debe usted amenazar agresivamente a sus subordinados. 3. En momentos de desafío físico, usted (o sus delegados) debe poder dominar por la fuerza a sus subordinados. 4. Si un desafío implica más maña que fuerza, debe usted poder mostrarse más inteligente que sus subordinados. 5. Debe sofocar las querellas que surjan entre sus subordinados. 6. Debe recompensar a sus subordinados inmediatos permitiéndoles disfrutar de los beneficios de sus altos rangos. 7. Debe proteger de una persecución injusta a los miembros más débiles del grupo. 8. Debe tomar decisiones concernientes a las actividades sociales de su grupo. 9. Debe tranquilizar de vez en cuando a sus subordinados. 10. Debe tomar la iniciativa al repeler amenazas o ataques procedentes del exterior de su grupo. Generalmente hay signos que denotan el status de una persona, ya sea mediante sus actos o través de su vestimenta, por ejemplo las coronas que usan los reyes y las reinas, así como las reverencias que hacen las personas de menor status a las personas de mayor status tal es el caso de por ejemplo en Japón donde la persona de menor nivel en una organización tiende a imitar los actos de la persona de mayor nivel, o donde les sirven una taza de té todas las personas de menor status no pueden tomar del té hasta que la persona de mayor status lo haga, Los daños causados por el exagerado empeño de mimetismo de dominación pueden ser enormes. No sólo conduce a una situación de deprimente desilusión para los buscadores de status menos afortunados, sino que exige también grandes esfuerzos por parte de los miembros de la supertribu, hasta el punto de que no les queda mucho tiempo ni muchas energías para otras cosas. Muchos niños ven que su padre ha perdido la capacidad directora dentro del hogar por estar buscando mejorar su lugar fuera del hogar, esto muchas veces confunde a los niños respecto a su sexualidad en la madurez, algunos seres humanos llegan hasta el suicidio por la frustración alcanzada en esa lucha en el exterior, En tiempos supertribales, hemos matado animales por cuatro razones: para obtener alimento, vestido y otros materiales; para exterminar plagas y parásitos; para fomentar el desarrollo científico, y para experimentar el placer de matar. Sexo y supersexo. Cuando usted toma un trago, ello no indica necesariamente que tenga sed. En el zoo humano, comer y beber han llegado a cumplir muchas funciones. En lo que al comportamiento sexual se refiere, la situación es semejante, aunque mucho más complicada, y merece ser objeto de atención especial por nuestra parte. En este terreno se ha producido un fracaso aún mayor al tratar de separar las actividades sexuales no reproductoras de sus primarias funciones reproductoras. No obstante, esto no ha impedido al zoo humano convertir el sexo en un multifuncional supersexo, pese al hecho de que los resultados son a veces desastrosos para los animales humanos afectados. El oportunismo del hombre

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