IMPORTANCIA DE LA PROGRAMACIÓN DIDÁCTICA DE LOS PROCESOS ENSEÑANZA - APRENDIZAJE.

1. IMPORTANCIA DE LA PROGRAMACIÓN DIDÁCTICA DE LOS PROCESOS ENSEÑANZA - APRENDIZAJE.

El concepto de programación didáctica proviene del campo de la educación y se refiere al fenómeno mediante el cual los educadores de diferentes niveles y tipo programan u organizan la didáctica del hermoso proceso de enseñanza y aprendizaje. La programación didáctica es justamente poner de manera ordenada y significativa (es decir, con un sentido lógico) los conocimientos, las tareas y actividades a realizar, los objetivos a cumplir, los recursos a usar y otros datos. Todos ellos en conjunto permiten tener una visión más clara del proceso de enseñanza y analizar de mejor modo los resultados a medida que estos se vayan obteniendo.

¿Qué es programar? existen un sinfín de definiciones pero en pocas palabras y a mi parecer es “decidir”. Programar es responsabilizarnos de esa parte que nos corresponde del proceso educativo. Aunque si quisiéramos aproximarnos a una definición lo más completa y realista posible diremos que una programación es “un conjunto de decisiones adoptadas por el profesorado de una especialidad en un centro educativo, al respecto de una materia o área y del nivel en el que se imparte, todo ello en el marco del proceso global de enseñanza-aprendizaje”. La programación didáctica es una forma de organizar la actividad docente, y así dándole una estructura coherente con las características de la enseñanza y de las circunstancias en que se produce^[1]. Así podremos decir que la programación didáctica es “un instrumento específico de planificación, desarrollo y evaluación de cada área, materia, ámbito, asignatura o módulo del currículo”. Desde una vertiente doctrinal, la programación didáctica sería: “un instrumento de planificación curricular para hacer explícitas las intenciones del sistema educativo”, así como “un proceso de toma de decisiones mediante el cual, el docente prevé su intervención educativa de forma deliberada y sistemática”. La aplicación y el desarrollo correcto del Programa garantizará:

• La coherencia con el Proyecto Educativo de centro.

 • La coordinación y equilibrio entre grupos de un mismo nivel educativo.

• La continuidad de los aprendizajes a lo largo de los cursos, ciclos, niveles y etapas.

 El programa posee gran importancia, siendo un marco que facilita la aplicación de las medidas educativas acordadas, de acuerdo a los alumnos y profesores, buscando la consecución plena de los objetivos propuestos tanto generales como particulares. Es un propósito de acción dinámico, adaptable a los cambios (siempre y cuando se requieran), siendo así susceptible de ser evaluado en cada uno de sus momentos. Debe de estar adaptadas a las pruebas iniciales de los alumnos/as, sus carencias y características, adecuándose a la diversidad presente en cada grupo; siendo así una base para el desarrollo de las programaciones de aula. Leí alguna vez que, el propósito de la educación, es el desarrollo de la personalidad del alumno, adaptándolo a un mundo cambiante en el cual sea capaz de aplicar sus conocimientos en situaciones diversas Los pilares sobre los que se asienta la programación son:

• La transversalidad.

• La interdisciplinariedad.

• La educación en valores.

• El desarrollo de las competencias básicas.

La programación, además de competencias, objetivos, contenidos, actividades, metodología e instrumentos de evaluación, ha de incluir en todas sus sesiones momentos para la lectura (que creo yo es lo más importante que debemos tomar en cuenta, la motivación hacia la lectura); tener en cuenta la observación continua en clase, considerando las intervenciones diarias de los alumnos. Así mismo, los valores que se van a trabajar y cómo se hará, así poniéndonos a nosotros de ejemplo. También es importante señalar cómo se trabajará, el trabajo en equipo, el autoaprendizaje. La adaptación del aprendizaje en distintos alumnos, los contenidos trabajados, las actividades de refuerzo y ampliación, la incorporación de las TICS, la organización y gestión de tiempos y espacios en el aula, etc.

Se considera que la programación es "el eslabón intermedio entre la teoría pedagógica o curricular y la práctica, supone descubrir la complejidad de este mecanismo y considerar que el diseño no es una destreza muy bien delimitada y que los profesores pueden aprender a realizar como algo mecánico, sino que requiere plantear toda una teoría previa del currículo y de su desarrollo desde los principios o fundamentos de la acción hasta la práctica concreta".^[2]

Cuando se realiza un programa se deben tener en cuenta ciertas características como, delimitar los objetivos, contenidos, la metodología, actividades, con la que desarrollar la complicada tarea de llevar el mundo del aprendizaje  y deberemos tener claros cuales serán los recursos necesarios para tal fin, espacios y tiempos delimitados y todo tipo de organización; criterios de evaluación y medidas de atención a una diversidad de participantes. Con esto tendremos un programa que esté a la medida, el cual este adecuado según en el contexto en el que se aplique, por lo tanto, tendremos que calcular todos los detalles. Claro que durante la marcha, como se ha mencionado antes, se puede modificar, así mejorando y adecuándolo según las necesidades planteadas.

Es uno de los elementos indispensables, ya que influye en los resultados del aprendizaje de los alumnos. Con base en el perfil de los escolares de hoy, caracterizados por su dinamismo y versatilidad, los educadores ya no pueden centrar sus prácticas en la enseñanza de contenidos ni pueden improvisar y carecer de organización de las actividades o ver la planificación didáctica como un requisito administrativo plasmado en un buen formato (como se ve en algunos casos).

Esta toma su importancia cuando la vemos como una oportunidad de plantear situaciones desafiantes que sirvan como detonante para el logro de los aprendizajes esperados, el desarrollo de las competencias y la obtención de los estándares curriculares.

Además nos permite contar con una propuesta de trabajo para plantearnos las situaciones como un reto y contextualizarlas, organizar las estrategias de trabajo y las formas de evaluación considerando las intenciones educativas, los contenidos seleccionados, los recursos y tiempos disponibles, pero también, prever actuaciones ante posibles contingencias.

Por lo tanto, el proceso de enseñanza-aprendizaje se desarrolla en varias etapas, y comporta un proceso de comunicación entre el docente que enseña, que transmite unos conocimientos y a quien se enseña, el alumno o también denominado “participante”.

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