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INTERCULTURALIDAD, IDENTIDAD Y EQUIDAD DE GÉNERO EN LA EDUCACIÓN


Enviado por   •  13 de Agosto de 2021  •  Resúmenes  •  3.033 Palabras (13 Páginas)  •  188 Visitas

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INTERCULTURALIDAD, IDENTIDAD Y EQUIDAD DE GÉNERO EN LA EDUCACIÓN

Autor: Medardo Renán Sarchi Sarchi

Correo Electrónico: cenemilecuador2@hotmail.com

Institución: Cenemil

INTRODUCCIÓN

La equidad de género e interculturalidad son dos categorías sociales que han provocado preocupación en el ámbito educativo, debido a que deben ser incluidas dentro de la formación integral de los seres humanos. El género es una construcción social que permite diferenciar a los seres humanos de acuerdo al contexto en que se desarrollan; es así como determina rasgos de identidad y origina la aparición de estereotipos que influyen directamente en el desenvolvimiento de las mujeres y los hombres. Por otro lado la interculturalidad marca identidades culturales diversas que requieren de especial atención en un intento por permitir que se mantengan tradiciones y costumbres ancestrales combinadas con los cambios de la sociedad actual. Es por esto tan importante planificar con enfoque de género e interculturalidad , considerando y adecuando los momentos de la planificación para que esta nos permita estructurar acciones tendientes a una educación de calidad y calidez que es el objetivo primordial de toda institución y en general de la práctica docente. Es así como la educación debe fundamentarse en primer lugar en sustentos teóricos que busquen fomentar la equidad e inclusión; es por esto que en la Constitución del Ecuador del 2008 y en el Plan Nacional del Buen Vivir se busca acoplar los procesos institucionales a la realidad para que en todos los ámbitos se incluyan los ámbitos mencionados. Todas las instituciones educativas ecuatorianas actualmente deben ser inclusivas y esto se puede lograr únicamente a través de una adecuada planificación.

DESARROLLO

El género es un estado que nos permite diferenciarnos como hombres y mujeres, el cual marca nuestro comportamiento y manera de interactuar dentro

del ambiente en el cual nos desarrollamos. También puede afirmarse que la identidad se relaciona con la pertenencia real y subjetiva a la clase, la comunidad, ámbito de intereses, edad.

Por otro lado, la identidad de género es la manera cómo nos sentimos respecto a nuestro género: femenino o masculino y la manera cómo lo manifestamos de manera indistinta a nuestros órganos sexuales, se encuentra estrechamente vinculado a las creencias y comportamientos. Es decir, la identidad de género es la conciencia que permite a la persona sentir pertenencia hacia lo femenino o masculino.

Como se dijera anteriormente, la identidad de género puede estar dividida en lo femenino y lo masculino, respecto a lo femenino la identidad está formada por: la ideología, la conciencia de sí misma y el mundo, los límites como persona y en su conocimiento.

La identidad femenina se forma a partir de factores como: edad, interrelación social, costumbres, tradiciones, nivel de vida, acceso a bienes, lengua, religión, entre otros, puede decirse que la identidad femenina es también llamada feminidad.

Sin embargo, aunque parezca contradictorio las características de la feminidad son asignadas de manera patriarcal asumiendo que estas son naturales e inherentes al género establecido para la mujer. Es por este motivo que cuando una mujer sale de los parámetros establecidos de manera rígida por la sociedad se las define como: equívocas, malas mujeres, enfermas, entre otras formas de llamarlas.

Entiéndase la inclusión del enfoque de género como la apertura de oportunidades para que hombres y mujeres participen de manera equitativa en todos los ámbitos del desarrollo nacional. Por otro lado, la interculturalidad implica la interacción que debe producirse entre dos o más culturas de manera horizontal y sinérgica generando una convivencia armónica y pacífica.

En el año 2008 se aprobó en Ecuador mediante un referéndum aprobatorio la actual Constitución de la República, considerando como punto fundamental el impulso del Buen Vivir, también llamado Sumak Kawsay. Esto significó el inicio de un nuevo proceso de desarrollo en nuestro país, en que los/las ciudadanos/as adquirimos como compromiso buscar el bien común a través del trabajo mancomunado y el respeto a los derechos que como mujeres y hombres tenemos ante la ley.

Como parte de este proceso se incluyeron dentro de la redacción constitucional varios criterios tendientes a lograr la equidad e inclusión en todos los aspectos del desarrollo del estado ecuatoriano.

A través de toda la Constitución del Ecuador vigente, se encuentran referencias como, el Art. 11, literal 2: “Todas las personas son iguales y gozarán de los mismos derechos, deberes y oportunidades. Nadie podrá ser discriminado por razones de etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo, identidad de género, identidad cultural, estado civil, idioma, religión, ideología, filiación política, pasado judicial, condición socio – económica, condición migratoria, orientación sexual, estado de salud, porta VIH, discapacidad, diferencia física; ni por cualquier otra distinción, personal o colectiva, temporal o permanente, que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos. La ley sancionará toda forma de discriminación.”

En el artículo presentado se puede ver que no debe existir discriminación y que esta será sancionada, aplicándose este principio de manera general al Estado ecuatoriano, inclusive al ámbito educativo; sin embargo, puede evidenciarse que aún en la actualidad los/las estudiantes, bachilleres y profesionales mantienen estereotipos de género en sus actuaciones.

En conclusión, a raíz de la promulgación de la Constitución del 2008 se buscó incorporar las perspectivas de género e interculturalidad en la sociedad ecuatoriana, considerando que nuestro país es un Estado pluriétnico y

multicultural por lo que se decidió dar atención a la diversidad que conforma nuestro país.

Al analizar lo anterior puede decirse que la educación es una actividad indispensable en el desarrollo de los pueblos, determina su avance o fracaso y; por lo tanto, debe contar con una planificación enrumbada a la búsqueda del éxito de todos sus integrantes, en especial, de los educandos.

Al hablar del ámbito educativo; definitivamente la planificación debe ser el punto de partida y por lo tanto es necesario definirla, en este contexto Cristina Mochales (2007) expresa: “Planificar es modificar un problema o una situación insatisfactoria. Planificar es diagnosticar el presente para modificarlo y obtener mejores resultados en un futuro próximo…ayuda a ver el futuro a través de la racionalidad…”

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