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INTERDEPENDENDIA ECONOMIA INTERNACIONAL


Enviado por   •  27 de Mayo de 2014  •  9.288 Palabras (38 Páginas)  •  202 Visitas

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ECONOMÍA INTERNACIONAL

martes, 9 de marzo de 2010

3.4 Tipo de Cambio fijo e Independencia Internacional

Artículos académicos para tipo de cambio fijo e independencia internacional

La Elección del Régimen de Tipo de Cambio - LATTER - Citado por 3

IV REUNIÓN DE ECONOMÍA MUNDIAL A Coruña, 25-26 de abril de 2002RCENE EMERGENTES, AVY DESVENTAJAS - ucm.es La independencia de la política monetaria

De acuerdo con la teoría de la trinidad imposible, si hay un tipo de cambio fijo y movilidad del capital no se puede tener independencia de política monetaria. Ello, sin duda, es un importante inconveniente del mantenimiento de un tipo de cambio fijo: los tipos de interés locales a corto plazo reflejan el comportamiento de los tipos de interés del país a cuya moneda se haya fijado la moneda local, con lo que no pueden manejarse esos tipos de interés locales para gestionar la demanda agregada o para realizar ajustes de balanza de pagos. Además, puede que la política monetaria que se importa del país de referencia no sea la más adecuada para el país que ha adoptado el tipo fijo. Así, por una parte, la política monetaria que resulta contracíclica para el país a cuya moneda se ancla puede resultar procíclica para el país que ha anclado su moneda: si el país que tiene el tipo fijo sufre shocks externos diferentes a los del país de referencia, o si estos dos países tienen un distinto ciclo de negocio, la política monetaria importada resultará procíclica. Por otra parte, incluso si el ciclo de negocio de uno y otro país es similar, puede que éstos tengan diferentes preferencias de inflación, desempleo o competitividad, con lo que, aunque la política monetaria importada sea contracíclica, puede no satisfacer los objetivos que el gobierno nacional perseguiría si fuera totalmente soberano (Hausmann et al., 1999). Finalmente, si el país con tipo fijo tratase de controlar su política monetaria, podría incurrir en problemas macroeconómicos y financieros que podrían redundar en el estallido de una crisis financiera.

Los problemas de la falta de independencia de política monetaria son extremos si el régimen cambiario adoptado es una junta monetaria o la dolarización. Los shocks externos afectarán al interior del país pudiendo acarrear nefastas consecuencias para el crecimiento o 3 Si en 1975 el 87% de los países en desarrollo tenían algún tipo de ancla, en 1996 la proporción era de menos del 50% (Caramazza y Aziz, 1998).

4 Insístase: en este trabajo un tipo de cambio fijo equivale a un régimen cambiario intermedio.8 para el empleo, sin que al gobierno le quede la posibilidad, como la que existe con un régimen cambiario intermedio, de flexibilizar el tipo de cambio para hacer uso de la política monetaria.

Así ocurrió, por ejemplo, en Argentina en 1995 y en Hong Kong en 1997. De ahí que se considere un prerrequisito indispensable para la adopción de un ancla dura que el mercado laboral del país en cuestión sea muy flexible –la flexibilidad en el mercado laboral absorbería los shocks–, pero la flexibilidad del mercado laboral puede ser muy costosa en términos sociales en los países en desarrollo (en los que suele haber mucho subempleo). No obstante, algunos autores explican que, en el caso de los tipos de cambio fijos pero sobre todo en el de las anclas duras, se pueden llevar a cabo las denominadas “devaluaciones simuladas” para absorber los shocks externos negativos, las cuales consisten básicamente en la implantación simultánea de aranceles a la importación y de subsidios a la exportación (Edwards, 2000).

Una de las supuestas y principales ventajas de los tipos de cambio flotantes es, a la vista de lo anterior, que ofrecen la posibilidad de mantener una política monetaria independiente y contracíclica: la política de tipo de interés se utilizaría para conseguir el equilibrio interno, mientras que el tipo de cambio fluctuaría para conseguir el externo; además de que se podrían perseguir metas de mayor crecimiento económico, menor desempleo...

Sin embargo, hay autores (Hausmann et al., 1999; Calvo y Reinhart, 2000) que señalan que la política monetaria en los países en desarrollo con tipos de cambio flotantes no es tan independiente como la teoría señala que debería ser. Hay dos motivos para ello.

Primero, en ocasiones las autoridades monetarias se ven en la necesidad de utilizar la política monetaria para mantener cierta estabilidad cambiaria, dado que la existencia de un tipo de cambio flotante no aísla los precios internos de los shocks externos tan bien como se le supone. Segundo, los tipos de interés se encuentran entre esos precios internos que no están aislados de los shocks externos, lo que asimismo afecta a la independencia de la política monetaria.

Véase primero cómo puede llegar a abandonarse la independencia de política monetaria en pro de la estabilidad cambiaria. La posibilidad de tener una política monetaria independiente y utilizada con criterios contracíclicos descansa en el aislamiento de shocks externos –variaciones en la relación real de intercambio, fluctuaciones de los tipos de interés extranjeros, etc.– que un tipo de cambio flotante supuestamente provee: el tipo de cambio nominal fluctúa evitando que el ajuste a los shocks externos se realice a través de variaciones de precios internos. Pero los tipos de cambio flotantes no siempre traen consigo ese supuesto aislamiento, debido a la posible existencia de indiciación salarial o de pass-through del tipo de cambio al nivel de precios. 9

En primer lugar, si los salarios están indiciados a la evolución de una moneda no nacional, los acontecimientos externos afectan a dichos salarios y, por consiguiente, al nivel de precios interno. Además, la existencia de un tipo de cambio flotante puede acarrear el que esa indiciación salarial sea mayor que si existiera un tipo de cambio fijo. Los trabajadores, ante la existencia de un tipo de cambio errático e impredecible, exigirán o una menor duración del contrato laboral (para poder renegociar el mismo ante cambios del tipo de cambio) o alguna forma de indiciación (para denominar el contrato en una unidad más estable). “En estas condiciones, los salarios nominales tienden a reaccionar más rápidamente a shocks de precios bajo regímenes flexibles que bajo regímenes fijos, conduciendo a una mayor indiciación de facto” (Hausmann et al., 1999, pág. 13). En segundo lugar, que un tipo de cambio flotante no aísle la economía interior puede deberse al denominado pass-through desde los tipos de cambio a los precios. El pass-through consiste en que los movimientos

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