Información que debe contener un Plano Arquitectónico

Índice[pic 1]

Índice        

Introducción        

Objetivos        

Conclusiones        

Bibliografía        

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Objetivos

General:

Específico:

Bizancio

En el arte bizantino fue característico el empleo de mosaicos para decorar los muros de las iglesias. Alcanzaron su máximo esplendor gracias a la consolidación en Constantinopla. Este es el caso de los mosaicos que revisten el interior de san marcos de Venecia.

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Los exteriores se caracterizaban por los ritmos de las cúpulas que coronan las cubiertas de dichas edificaciones.

EL DESARROLLO DEL ARTE CRISTIANO.

«Byzantion», antigua polis griega fundada en el siglo VII A.C, cambia su nombre por el de Constantinopla en el año 330, el promotor es el emperador Constantino el grande, que su idea era potenciar una segunda capital del imperio romano, poco después de la muerte de dicho emperador, queda separada el imperio romano de oriente y occidente.

En el campo de la historia del arte, los límites de lo que se han considerado como «arte bizantino» no son tan unánimes a la complejidad de las características que lo integran en sus primeras obras.

A lo largo de sus casi mil años de existencia, el imperio bizantino atravesó diferentes épocas de variado signo político, económico y social que oscilaron en el siglo VI y la decadencia política, económica y militar que favoreció su conquista definitiva por el islam.

Hay unas constantes históricas que marcaron profundamente su arte y su cultura en instancia primordial habla en nombre de Dios y no en nombre de su pueblo y de su poder de origen divino.

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LA FUERZA ESPIRITUAL DE LA IGLESIA.

La iglesia y el pensamiento cristiano desempeñan en Bizancio un papel esencial como fuerza política y espiritual, la iglesia bizantina ortodoxa comenzó a separarse de la occidental en la declaración de no obediencia a roma. Hubo discusiones en torno a la doble naturaleza de cristo (humano y divino). Y la conveniencia o no de las imágenes y de su culto, destacar el protagonismo de la lengua griega y del helenismo.

Esta fusión de tradición latina y griega es protagonista de toda la actividad bizantina y define en gran parte de sus características.

Por otro lado, la ubicación de Bizancio y de su capital Constantinopla en el extremo del mediterráneo oriental justifica su importante papel como estado «bisagra», tanto de un punto de vista económico y comercial y expansión militar esta importante labor de contención se ve completamente por la expansión de sus fronteras.

En este aspecto destaca claramente el emperador Justiniano (527-565).

PRINCIPALES ETAPAS HISTORICAS.

Tras la caída de roma en el año 476 y un primer momento de consolidación que marca a principios del siglo VI la definitiva supremacía de Constantinopla bajo Justino I lo cual llevo a la primera edad de oro del imperio bizantino presidida por el reforzamiento de la autoridad imperial, por la restitución del imperio cristiano.

En lo referente a la política interior la guerra de las imágenes domina gran parte de este periodo, la llegada al poder de la dinastía macedonia marca una segunda etapa de oro dentro del imperio bizantino marcada con el afianzamiento de territorios esenciales como siria, Bulgaria y el sur de Italia.

Un difícil equilibrio político entre Bizancio, los intereses comerciales de Venecia y Génova y las presiones de Francia además de las victorias de los turcos anuncian la inevitable caída de Constantinopla.

CARACTERISTICAS ESCENCIALES DEL ARTE BIZANTINO.

Consideramos como arte bizantino toda la producción arquitectónica, plástica, pictórica y decorativa que Bizancio promovió en territorio.

La influencia que tuvieron en muy diferentes ámbitos contemporáneos altos o bajos medievales, elementos ajenos fueron incorporados al quehacer artístico y cultural bizantino.

Fusión de tradiciones: la personalidad del arte bizantino emana de la compleja fusión en que se resuelve el encuentro de la tradición grecolatina mediterránea con elementos orientales de ascendencia semita y mesopotámica, filtrada y enriquecida por la religión cristiana. La tradición arquitectónica bajo imperial romana en su momento igualmente enriquecida por elementos de procedencia griega y dentro de ella muy interesantemente la arquitectura paleocristiana, configura la base esencial de la primera arquitectura bizantina.

Arquitectura:

Se denomina arquitectura bizantina al estilo arquitectónico que estuvo vigente durante el Imperio Bizantino (Imperio Romano de Oriente) desde la caída del Imperio Romano de Occidente en el siglo V al siglo XV. La capital del imperio era Constantinopla, cuyo nombre anterior fue Bizancio y actualmente Estambul.

Desde la época de Constantino el Grande, la arquitectura paleocristiana había desarrollado una rica tipología de edificios, procedentes de Roma, que fueron adaptados a las necesidades litúrgicas y del protocolo imperial.

        El edificio basical, de origen civil, se desarrolló en iglesias de tres o cinco naves longitudinales, precedidas de un nártex, orientadas al este y abiertas a un transepto que da paso a un volumen semicircular, lo que conocemos como presbiterio. La cubierta de madera, el muro Arquitrabado y el soporte en la columna, originario del tipo basilical romano, fueron sustituidos progresivamente en el edificio paleocristiano por sucesiones de arcos de medio punto sobre columnas y por nuevas estructuras de capitel.

Algunas de las características distintivas de la arquitectura bizantina son: La cúpula, el uso del ladrillo como material constructivo en sustitución de la piedra, el uso masivo de los mosaicos como elemento decorativo en sustitución de las esculturas, la altura prominente de sus edificaciones como resultado del realce de las cúpulas.

Las plantas más utilizadas seguirán siendo la tradicional de la basílica paleocristiana y la cruz griega inscrita en un cuadrado o rectángulo. Se caracterizaban por las cúpulas que cubrían grandes claros y se consideraba a éste elemento un símbolo cosmológico. La transición del cuadrado de la planta a la circunferencia de la cúpula se realizaba mediante pechinas, que eran una especia de triángulos esféricos o curvilíneos. Como soporte, además del muro, era frecuente el uso de columnas con capiteles y rematados por un cimacio; el interior de la nave se decoraba con mármoles y mosaicos.

Los edificios de planta centralizada cubiertos con cúpula, que fueron igualmente característicos del arte paleocristiano, fueron utilizados tanto para edificaciones funerarias como para edificios martiriales y baptisterios.

Esta tipología tiene ejemplos como el mausoleo de Santa Constanza en Roma, construido entre los años 324 y 326, pero el ejemplo más característico de todos, construido en tiempos de Constantino y que quedará como paradigma de edificio cristiano funerario, es la Rotonda del Santo Sepulcro de Jerusalén. El protagonismo de la cúpula es esencial; está se asienta directamente sobre una planta circular, como en San Jorge de Salónica o San Stefano Rotondo en Roma, del año 475.

Son esta riqueza arquitectónica y la diversidad tipológica la base sobre la que se asienta a partir de la segunda mitad del siglo V, el desarrollo de las características que definen la personalidad de la arquitectura bizantina.

El Triunfo de La Cúpula

        Una de las polémicas más fuertes que han surgido en torno al estudio de la arquitectura medieval deriva del problema planteado por el origen de los edificios cubiertos por con cúpula y sus diferentes sistemas de articulación en los puntos de apoyo.         Las diferencias en el origen del edificio centralizado y cubierto con cúpula, y sobre todo, en el modo en que esta cúpula se apoya sobre los puntos de la planta cuadrangular, son de especial significación en el arte bizantino, dado el enorme énfasis que éste va a conceder a dicho elemento a lo largo de las distintas fases de su desarrollo. [pic 6]

Los edificios paleocristianos habían utilizado los dos sistemas posibles de articulación de la cúpula y su base; las pechinas y las trompas. Las pechinas son secciones de esfera de forma triangular que rellenan los cuatro espacios de ángulo generados por los cuatro lados de la base, formando la circunferencia sobre la que se asienta la cúpula, mientras que las trompas son pequeños arcos de ángulo que generan espacios angulares independientes y que transforman el cuadrado en un octógono sobre el que descansa la media esfera.

El origen del sistema de trompas proviene de Armenia y Persia, evolucionadas a partir de modelos desaparecidos construidos primero en madera en la zona de Altai y luego pasaron a Persia Sasánida, donde se construyeron ya en ladrillo y en piedra.  Por lo que respecta al elemento pechina, se tiene la hipótesis de un origen sirio, basándose en edificios de principios del siglo III de Ammán y Gerasa, desde donde había pasado a Italia, Armenia y Bizancio. Tanto el sistema de trompas como el de pechinas tendrían por tanto un origen oriental. No obstante, lo cierto es que ambos gozaron de diferente aceptación en la arquitectura posterior: la pechina fue el elemento característico de la arquitectura del período justinianeo y se utilizó luego en edificios muy importantes de la arquitectura románica europea, la trompa también fue utilizada en Bizancio a partir de la segundad edad de oro, donde su uso pasó a Italia y se implantó en el románico europeo y, sobre todo, en la arquitectura islámica medieval. [pic 7][pic 8][pic 9]

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