Informe del texto: La teoría de los movimientos sociales y el enfoque multidimensional, de Rafael de la Garza Talavera

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

“Informe del texto: La teoría de los movimientos sociales y el enfoque multidimensional, de Rafael de la Garza Talavera”.

Maru Irigoyen Ponce

7mo Semestre. Política

En el presente ensayo, el autor hace un análisis y una crítica a los movimientos sociales realizando una descripción histórica-metodológica de los cuatro principales enfoques que han existido para el análisis de estos. Su objetivo, expresado en sus propias palabras, consiste en dar cuenta de la actualidad del concepto de movimientos sociales, para de dicha manera entender sus nuevas dinámicas, formas de organización y movilización de recursos, en un contexto globalizado en donde el capitalismo opera de una manera radicalmente distinta a aquella del siglo XX, y que por lo tanto, el conjunto de demandas e identidades colectivas de los nuevos movimientos sociales, diferirá de aquellas propias de los movimientos sociales del siglo pasado, piénsese para ello en el movimiento obrero, tal cual lo pensaba Marx.

Talavera comienza el texto explicándonos los enfoques clásicos para la comprensión de los movimientos sociales, estos son el marxismo y el funcionalismo. Antes de este punto, es importante señalar que la propuesta del autor parte desde la teoría del constructivismo, puesto que, a partir del enfoque constructivista se define que: “la acción colectiva obedece principalmente a las transformaciones internas que experimenta el individuo frente a determinadas condiciones” (Talavera, 2011, págs. 109-110). Para Talavera el enfoque marxista careció de elementos para analizar integralmente los movimientos sociales y su articulación (Talavera, 2011), pues este se enfocaba principalmente en el movimiento obrero sin la posibilidad de articular otro tipo de demandas colectivas como reivindicaciones culturales, étnicas, de género, etc. Por otro lado, dentro del enfoque funcionalista analiza a los movimientos sociales a partir de la racionalidad de estos, es decir, si estos son productos “desviados” diría Merton de la sociedad, o si obedecen a un alto grado de densidad moral del colectivo como plantearía Durkheim.

Los enfoques clásicos colapsaron al no entender las nuevas dinámicas y articulaciones de los movimientos sociales. En ese sentido, el enfoque de los nuevos movimientos sociales y la movilización de recursos, que tiende a dar una importante relevancia a las oportunidades políticas, intenta responder a las “nuevas necesidades y conformación de las nuevas luchas de clases” (Talavera, 2011, pág. 113). Los nuevos movimientos sociales aparecen porque el escenario y las formas de lucha son ahora distintas, pero así mismo, lo son los nuevos temas que aparecen politizados en la actualidad, tales como las reivindicaciones políticas de las identidades sexuales, culturales, y de demandas concretas.

“Un aspecto central de los nuevos movimientos sociales es su crítica a la modernidad capitalista, aunque van más lejos al separarse también de la tradición socialista, y sobre todo oponiéndose a todo tipo de opresión” (Talavera, 2011, pág. 116). En la configuración del nuevo sistema mundo, van a existir formas de opresión dentro de distintos sistemas políticos y económicos, por ello, Talavera va a decir que los nuevos movimientos sociales van a caracterizar a las sociedades posindustriales. Talavera retoma las propuestas de dos grandes teóricos de los movimientos sociales, Alain Touraine y Alberto Melucci.

Por una parte, el primero hace énfasis en el individuo y en el proceso de constitución del sujeto, y es que en efecto, para Touraine, la esencia de los movimientos sociales está en el individuo y en la acción de este individuo, el cual al sugestionarse dota de sentido al movimiento social al cual pertenece (Talavera, 2011, pág. 117), se trata de una sociología de la acción, pero no en el sentido de acciones individuales, sino de la acción social del individuo.

Por otra parte, Melucci se aproxima al estudio de los movimientos sociales a partir de una perceptiva sistémica. Estos no son analizados como acciones individuales, sino como sistemas de acción operando dentro de un campo sistémico (Talavera, 2011, pág. 118). A su vez, Melucci nos recuerda que los nuevos movimientos sociales no son homogéneos, no podemos considerarlas como unidades dadas y dotadas de una identidad específica, sino que en realidad estos contienen un componente esencial, el cual es la diversidad: los nuevos movimientos sociales tienen en sí, bases sociales muy heterogéneas.

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