Innovación Y Calidad Gubernamental
ahaazd22 de Diciembre de 2013
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Innovación y calidad gubernamental
Primera Semana Académica del ISAP, A.C.
Alberto Haaz Díaz
Hermosillo, Sonora
Junio 19 de 2007
Agradezco la oportunidad que me han brindado para estar aquí con Ustedes, con la intención de aportar algo que pueda ser útil para el estudio, análisis y reflexión sobre el tema de la innovación y calidad gubernamental, que he estructurado con tres partes: Primeramente es el Marco contextual; luego, un Modelo ideal de gobiernos de calidad; el tercer apartado es sobre las Condicionantes de una Administración pública innovadora y de calidad; y finalmente, las conclusiones que derivo de todo lo anterior.
Marco contextual
De Bill Clinton ¿qué recuerdan Ustedes?
No me lo digan. Pero seguramente no es lo relativo a su gran aporte al desarrollo de la función pública que trascendió a muchos países del orbe y aún subsiste como una gran necesidad en muchos países.
Me refiero a la teoría y praxis de la reinvención gubernamental.
Cuando él inició su primer período presidencial en los Estados Unidos de Norteamérica, encontró no sólo un gran déficit en las finanzas públicas de este país, también un enorme déficit en el desempeño de las dependencias y organismos públicos federales.
Todo ello incidía de manera determinante en el bajo crecimiento de la economía nacional y del bienestar de los estadounidenses.
Consecuentemente, creó una Comisión para la Revisión del Desempeño gubernamental (la National Performance Review), encabezada por su Vice Presidente Al Gore (quien actualmente encabeza otro movimiento, ahora contra el sobrecalentamiento global,…no sé si inspirado también por Clinton).
Dicha Comisión tuvo el apoyo de especialistas, consultores, en materias de eficiencia y calidad, incluyendo a Osborne y Gaebler, y de sus trabajos surgieron los principios y lineamientos que conformaron la denominada reinvención del gobierno, que se basa en la idea de hacer más con menos; de prosperar a partir del desempeño local, no del central nacional, y de orientarse más hacia los resultados que al solo cumplimiento de las obligaciones expresadas en tareas cotidianas del servicio público.
Esta reinvención se sustenta además en:
o El otorgamiento de facultades a la ciudadanía, mediante mecanismos de retroalimentación continua.
o Prevalece la eficiencia y el pragmatismo.
o El gobierno se ocupa del timón más que de los remos.
o Está orientado a la misión y no a las reglas.
o En vez de prevenir, se anticipa.
o Es participativo y no jerárquico; y es
o Emprendedor en vez de rutinario.
La Administración de Clinton tuvo excelentes resultados en lo económico para la nación y en el desempeño de la gestión pública respectiva.
Para Osborne y Gabler, arquitectos del nuevo paradigma, un gobierno reinventado es aquel que se centra en el ciudadano, considerándolo como Cliente que recibe los servicios públicos, Contribuyente que los paga y Elector de los gobernantes. Asimismo, precisaron que la reinvención del gobierno no consiste en que éste se maneje como una empresa privada, sino que aproveche las técnicas y métodos exitosos de ésta para adaptarlos y usarlos en la gestión pública con apego a sus fines.
Una década después de la puesta en práctica de la citada teoría, los participantes del Quinto Foro Global sobre Reinvención del Gobierno: Innovación y calidad en el
Gobierno del Siglo XXI, celebrado en la ciudad de México, en noviembre de 2003, aprobaron la “Declaración Final” de este evento, entre cuyas recomendaciones generales se destacan las de:
Crear gobiernos centrados en el ciudadano,
Redefinir el papel de la gobernabilidad en este siglo, y
Asegurar la participación de la sociedad civil para la legitimidad y sustentabilidad de los esfuerzos de reforma de la gestión gubernamental y administración pública.
Los participantes en dicho Foro, de un gran número de países y de organizaciones como la ONU, OCDE, Transparencia Internacional, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, la Sociedad Estadounidense de la Calidad y Universidad de Harvard, entre otros, compartieron experiencias y tesis, y también emitieron recomendaciones generales que podemos considerar como un perfil de lineamientos para la innovación y calidad gubernamental, que siguen vigentes.
Estos son, en síntesis:
1. Una prueba crucial de gobernabilidad mejorada es la satisfacción del cliente ciudadano con los servicios gubernamentales.
En este sentido, los principios de calidad, y mejora continua, deben estar en la base de los esfuerzos de innovación gubernamental.
Los ciudadanos deben tener el derecho a ser escuchados, por medio de mecanismos de retroalimentación, como los ombudsmen y los procedimientos de quejas; y deben tener voz en la construcción de indicadores para medir y evaluar el desempeño de los servicios públicos.
2. La capacidad del Estado de responder y gestionar el cambio es esencial para responder los retos del siglo 21 y mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.
Para ello, los gobiernos necesitan un servicio profesional de carrera, donde el personal operativo y directivo se recluten por el mérito, sean capacitados para los trabajos que hacen, se evalúen según los resultados que generan y reciban un pago acorde a su desempeño.
3. Los gobiernos deben tratar de crear presupuestos que respondan a las prioridades nacionales o locales según correspondan, que sean impulsados por la ciudadanía y transparentes, así como que equilibren los costos con los ingresos.
Para ello, es esencial revisar programas y políticas desarrollados desde épocas anteriores, evaluar su eficacia y eliminar los obsoletos y redundantes. Asimismo, es importante asegurar mayores ingresos, por medio de la administración fiscal y de sociedades públicas y privadas.
4. Ahora más que nunca existe la necesidad crítica de introducir y poner en práctica iniciativas de gobierno electrónico.
La transición a la prestación electrónica de servicios permite a los gobiernos mejorar la relación de los costos-beneficios respectivos.
5. En muchos países altamente regulados, las políticas y disposiciones regulatorias ineficaces estimulan la corrupción y distorsionan la competitividad económica de una nación.
Al respecto, es esencial que quienes elaboran regulaciones tengan la capacitación adecuada para entender la importancia e impacto de su trabajo.
6. Para que las innovaciones y reformas en la gestión pública desarrollen raíces fuertes, el papel de la ética en el servicio público, así como la sensibilidad y respeto por las necesidades del ciudadano no se pueden ignorar.
Esto incluye un sistema político y administrativo que rinda cuentas y sea transparente. Los gobiernos tienen que estar dispuestos a emprender y realizar acciones eficaces contra la corrupción, así como a introducir innovaciones para mejorar la integridad t transparencia en el sector público.
Hasta aquí, lo expuesto constituye el marco contextual de la innovación y calidad gubernamental. Esto es partiendo del nuevo paradigma, el de la reinvención de los gobiernos, y abordando las recomendaciones del Foro Global antes mencionado.
Ahora, tomando como insumo a los planteamientos expuestos abordaré las características que considero esenciales para un Modelo Ideal de un gobierno de calidad, esto es con prácticas innovadoras en sus servicios y que éstos satisfagan cabalmente a sus clientes-ciudadanos.
Modelo Ideal
¿Qué constituye un buen gobierno, un gobierno eficiente y un gobierno justo?
¿Existen realmente “normas de calidad” de gobierno?
Hay quienes dicen que un gobierno “limpio e inteligente” posee los atributos de la razón, la realidad, la previsión y la honestidad. Asimismo, hay postulados como los emitidos por la OCDE y luego adoptados por el Gobierno Federal mexicano en el pasado sexenio, esto es la denominada “Agenda de Buen Gobierno” que contiene los atributos de Gobierno Honesto y Transparente, Que cueste menos, De Calidad, Profesional, Digital y con Mejora Regulatoria. También en el Gobierno del Sonora tenemos nuestra Agenda de Buen Gobierno con similares atributos.
Sin embargo, la calidad es un concepto universal que trasciende la economía, la política, las relaciones familiares, los amigos, los colegas, las naciones y también las consideraciones sobre nosotros mismos.
Está en el meollo de lo que somos y lo que hacemos. A medida que tratamos de analizar en detalle el concepto de calidad en el acto de gobernar y administrar, necesitamos ser cuidadosos respecto a la diferencia entre lo que es dirigir un gobierno y dirigir una empresa privada.
Aunque el principio de la competencia es fundamental en el modelo de libre empresa, en el gobierno existen factores más complejos que deben ser atendidos: como la población en situaciones de pobreza, en rezago educativo y/o de de servicios básicos, sin oportunidades de empleo y otros para quienes alguien debe desempeñar un papel protector, brindándoles cuidado y gobierno.
Al determinar el mejor modelo de calidad para el gobierno deben tenerse en cuenta las necesidades de todos estos clientes
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