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Intervencion Del Trabajador Social

ALEZZILLA1 de Septiembre de 2014

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Título: Las relaciones entre trabajo social y salud mental: un

recorrido histórico

Autora: Lic. Fabiana Mariela Mendoza1

XVIII Seminario Latinoamericano de Escuelas de Trabajo Social. La

cuestión social y la formación profesional en Trabajo Social en el

contexto de las nuevas relaciones de poder y la diversidad

latinoamericana. San José, Costa Rica, 2004.-

Eje temático: El nuevo contrato del Trabajo Social con la sociedad; las

dimensiones ético-políticas y ético-técnicas en la formación

académica.

Palabras Claves: Trabajo Social. Intervención profesional. Políticas

sociales. Filantropía. Salud Mental.

1. Introducción

1 Lic. en Servicio Social, Especialista en Salud. Docente en la carrera de grado en la Universidad

Nacional de La Plata y en la Universidad Nacional de Luján. Instructora en la Residencia de

Trabajo Social del Hospital Neuropsiquiátrico Dr. Alejandro Korn, Provincia de Buenos Aires.

southmendoza@amc.com.ar

www.ts.ucr.ac.cr 2

El presente trabajo es parte de la Tesis de Maestría producto del proyecto

de investigación realizado durante los años 2001/03, en el marco de la Maestría

en Ciencia Sociales y Salud, organizada por la Facultad Latinoamericana de

Ciencias Sociales (FLACSO) y el Centro de Estudios de Estado y Sociedad

(CEDES).2

La investigación está sustentada en la práctica profesional desarrollada en

un hospital neuropsiquiátrico de la Provincia de Buenos Aires, la preocupación

inicial estuvo centrada en la búsqueda de respuestas ante las reiteradas

internaciones de numerosas personas con diagnóstico de esquizofrenia.

El trabajo cotidiano con personas que cuentan con reiteradas internaciones

previas se plantea, al interior del equipo terapéutico, como una temática repetitiva,

pero no se involucra en el análisis la modalidad de atención, como una dimensión

posible de interferencia en el proceso de recuperación de un paciente. Así, las

explicaciones se sitúan por fuera de lo institucional.

En el curso de la investigación el análisis del abordaje terapéutico fue uno

de los emergentes que conllevó a problematizar la modalidad de la atención en

salud mental en términos más amplios, como respuesta socialmente construida y

legalizada por la implementación de las políticas sociales vigentes en el sector.

Dado que no es posible desarrollar en su totalidad los resultados de la

investigación, sólo abordaremos los aspectos centrales analizados respecto de la

modalidad de atención en salud mental y al Trabajo Social como una de las

profesiones inscriptas en la misma, desde una perspectiva histórica.

Considerando que las actuales refracciones de la cuestión social (Netto,

1997) se expresan en la agudización de la desigualdad social y económica -no

sólo en nuestro país sino también en el continente latinoamericano- como

producto del desarrollo del sistema de producción capitalista, los trabajadores

sociales debemos enfrentar nuevos desafíos ante la consolidación de un Estado

que recorta su intervención en lo social e implementa políticas de ajuste en

detrimento de los derechos sociales y laborales del conjunto de la clase

trabajadora.

Desde la particularidad del ámbito de la salud mental la lectura coyuntural

nos indica, a grandes rasgos, la pauperización de los servicios de atención pública

y la inexistencia de políticas sanitarias que proporcionen líneas de asistencia que

superen la institucionalización de personas portadoras de trastornos mentales

severos, que, además, nunca resultaron productivas en la lógica capitalista.

Este escenario debe identificarse como uno de los aspectos analíticos a

tener en cuenta en el abordaje de la salud mental a fin de construir una práctica

profesional que brinde respuestas a nivel micro social y pueda también proyectar

y encausar junto a otros profesionales, técnicos e integrantes de la comunidad,

2 En la actualidad la Tesis de Maestría: El reingreso de pacientes con diagnóstico de

esquizofrenia: su significado en el tránsito de la internación a la externación, se encuentra en

proceso de evaluación.

www.ts.ucr.ac.cr 3

modificaciones en la organización y prestación de los servicios de atención en

salud mental, es decir, tener como horizonte de cambio también lo macro social. 3

De esta manera, la dimensión política de la práctica profesional no sólo se

constituye en una dimensión ineludible sino que también pasa a formar parte de

cada acción cotidiana que, en su conjunto conforma la intervención profesional,

llevándonos a recrear y llenar de otros contenidos éticos y políticos, tanto las

técnicas como los instrumentos de intervención.

Con la intencionalidad de exponer nuestro análisis sobre la temática, en

primer lugar, analizaremos las vinculaciones históricas del Trabajo Social con el

campo de la salud mental, identificando como las influencias teóricas y

metodológicas de la medicina, en particular de la psiquiatría, de la psicología -en

sus distintas corrientes- y de la sociología funcionalista, impulsaron e impregnaron

una modalidad de atención que orientó la práctica profesional por décadas.

Finalmente, explicitaremos algunas reflexiones en torno a la temática de la

salud mental y la inclusión del Trabajo Social como profesión en la misma.

2. El Trabajo Social en la modalidad de atención en salud mental desde una

perspectiva histórica.

Desde sus orígenes el trabajo social se caracterizó como una profesión en

permanente búsqueda de referencias teóricas y metodológicas desde otras

perspectivas disciplinares que pueden ser interpretadas como un intento de

construcción de un arsenal teórico y metodológico que le posibilitara una

intervención profesional con basamento “científico”4, para dar respuesta a la

diversidad de problemáticas sociales.

El impacto que ello tuvo en la formación profesional fue la consolidación de

las tendencias pragmatistas y empiristas, sustentadas en un pensamiento

conservador, las cuales ya estaban presentes en las prácticas filantrópicas y

caritativas.

“El Servicio Social mantiene su carácter técnico-instrumental orientado

hacia una acción educativa y organizativa entre el proletariado urbano,

articulando –en la justificación de esa acción- el discurso humanista calcado

de la filosofía aristotélica-tomista, con los principios de la teoría de la

modernización presentes en las Ciencias Sociales.” (Iamamoto,1997:163)

3 “En este sentido, no se puede atribuir todo el peso de la direccionalidad que sigue la práctica sólo

a los Trabajadores Sociales, pero tampoco es cuestión de quedar en una dimensión abstracta que

desresponsabilice por completo a los individuos”. (Oliva, 2003:76)

4 La utilización del encomillado es para distinguir que esta búsqueda de un saber científico en el

Trabajo Social estuvo (y aún hoy se encuentra vigente) cimentada en la lógica posivista. Dado que

no es el objetivo ahondar en este tema, recomendamos cf. Netto, 1992.-

www.ts.ucr.ac.cr 4

La filiación teórica del Trabajo Social con las producciones realizadas en

otros campos disciplinares de las ciencias sociales, posibilitó la construcción de un

soporte técnico-científico que, al decir de Netto, resultaba de segundo grado5.

Pero esta búsqueda por construir un saber especializado que auxiliara la

práctica interventiva del Trabajo Social, caracterizada por un hacer, además

reproducía el pensamiento conservador, corriente ideológica imperante en el

desarrollo y los avances de las producciones teóricas de las ciencias sociales de

fines del siglo XIX y principios del XX6.

El positivismo, una de las corrientes teóricas de las ciencias sociales, puede

identificarse como la expresión más clara del pensamiento conservador, al asimilar

el método de estudio de las ciencias naturales para la comprensión de los hechos

y fenómenos sociales. Esta lógica de pensamiento, al equiparar a la sociedad con

la naturaleza, considera que la sociedad se rige por leyes naturales y que los

hombres deben adecuarse y respetarlas para mantener la armonía y el equilibrio

societal.

Este modo de comprender la organización y el movimiento de la sociedad

no incluía en el análisis su desarrollo histórico, en términos de procesos sociales y

políticos en articulación con el modo de producción económico y, por lo tanto, su

implicancia en el ordenamiento de las relaciones sociales.

“Tratar los hechos sociales como elementos de la naturaleza y sujetos a

leyes, se convierte en reducir la acción humana a una legalidad externa a sí

misma, y que por lo tanto da lugar a distinguir entre lo normal y lo patológico

(como desvío de las leyes sociales). La desigualdad social se justifica en el

carácter organicista de la sociedad, y de este modo es legitimada. La

búsqueda de la verdad del conocimiento es objetiva y neutra, negando la

...

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