LA CRISIS FINANCIERA

LA CRISIS FINANCIERA E HIPOTECARIA

Desarrollo Sostenible

Maestría en Administración de Empresas XXXVI

Instituto Superior de Economía y Administración de Empresas

Calles Aguilar, Ricardo Antonio 13-1-0099

San Salvador, veintitrés de abril del año dos mil trece.

En qué problema estaremos metidos, las entidades financieras han crecido tanto que sus malas o buenas decisiones inciden en la economía mundial por sobre todo estado y legislación. La última crisis financiera ha sido la más grande de los últimos tiempos, comienza en septiembre del año 2008, con la quiebra de “Lehman Brothers” de los Estados Unidos de América, uno de los bancos de inversión más poderosos del planeta, tan grande que sus operaciones se interrelacionan con el mercado financiero mundial, y su quiebra genera un desequilibrio general, causando que los demás bancos se abstuviesen de prestar dinero.

Sorprendentemente el Gobierno de Estados Unidos no rescata a “Lehman Brothers”, el cual fue su proceder con otras entidades financieras, como Bear Stearns, Freddie Mac, Fannie Mae, AIG, Goldman Sachs y Morgan Stanley, algunos dicen que por error, al no medir correctamente los alcances de su quiebra, otros que para dar una lección al sistema, dejando claro que el Gobierno no puede estar rescatando a todos.

No pasa mucho tiempo, cuando los problemas financieros de Estados Unidos empiezan a sentirse en Europa. Los alemanes y los británicos, también tienen que rescatar a sus bancos para evitar su quiebra, todo como consecuencia de la interrelación tan amplia de Lehman en los mercados financieros mundiales. Lo cual sin duda se agrava en la Euro Zona, sin beneficios de una flexibilidad monetaria que tienen los países con propia moneda, encubriendo además, desde la vigencia del euro la verdadera imagen que tenían ciertos países insolventes, quienes en su momento se valen de la máscara para endeudarse más de su capacidad de pago.

Dicha crisis se debe a los 25 años de la falta de regulación del mercado financiero, lo cual generó que los bancos crecieran desmedidamente, volviendo imposible su administración óptima y control por parte de los países. Los bancarios al verse ante una autorregulación, aprovechan a colocar la mayor cantidad de créditos posibles, a tasas bajas de interés y asumiendo riesgos insostenibles. Por su cuenta los reguladores bajaron los impuestos y no controlaron el sistema, sumando más incentivos al negocio, lo que produjo una ineficiente asignación de capitales, garantizados con hipotecas basura, otorgando créditos a insolventes o con garantías con valor aumentado. Esta práctica se mantuvo por un par de años, hasta el punto de volverse fraudulenta, ya que los créditos con hipotecas

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