LA EDUCACIÓN COMO UN ESPACIO INCLUSIVO PARA EL DESARROLLO INTEGRAL

LA EDUCACIÓN COMO UN ESPACIO INCLUSIVO PARA EL DESARROLLO INTEGRAL

INTRODUCCIÓN

Actualmente en México en el nivel de educación básica se habla mucho de la inclusión y equidad para lograr un pleno desarrollo en sociedad, donde todos los alumnos adquieran las mismas habilidades, conocimientos y destrezas sin importar sus diferencias. Una escuela donde los docentes atiendan todos los estilos y ritmos de aprendizaje, así como las diferentes discapacidades visuales, auditivas, intelectuales y motrices. Por lo tanto, el primer cuestionamiento entorno a este tema sería ¿Qué estoy haciendo como docente para lograr que mis alumnos adquieran los aprendizajes esperados y los incluya de manera igualitaria?, seguido de la pregunta ¿Todas las escuelas se encuentran preparadas para atender la diversidad del alumnado en cuanto a infraestructura, programas y material académico?   Y es donde entra la controversia, sobre que no hay apoyo económico, no hay suficientes docentes capacitados para atender todas las barreras de aprendizaje, las escuelas no cuentan con el material necesario para enseñar a un alumno con alguna discapacidad.

Es aquí donde cada individuo debe comprometerse, primeramente, por querer una mejor educación para su país, ya que cada docente debe ser responsable de su formación académica para responder a las necesidades que van surgiendo en la actualidad. Seguido del compromiso de todas las instancias educativas oficiales para verificar y apoyar que todas las escuelas cuenten con los recursos materiales, personales y económicos para enfrentar las necesidades actuales.

La palabra equidad esta ligada con el principio de igualdad para atender la diversidad con sus diferencias, ya que la sociedad necesita seres competentes en el área cognitiva y cultural, donde sea evidente el valor de las diferencias. Por lo que habría que romper con los paradigmas tradicionales, así como de las desigualdades para construir una sociedad más justa.

Por lo tanto, el presente ensayo radica en la importancia de una escuela donde cada uno de los alumnos adquiera diversas habilidades, destrezas, conocimientos, competencias y actitudes que le permitan un pleno desarrollo para poder sobrevivir en un mundo globalizado. Rompiendo cada una de las barreras que puedan existir en torno a esto. Quizá se piense que sea una utopía generalizar la educación, con las mismas oportunidades, sin embargo, considero que es un proyecto que se podrá realizar a largo plazo, con el compromiso de las autoridades educativas, supervisores, directores, docentes, padres de familia y alumnos.

Es así que este tema contribuye a reflexionar sobre la mejora continua de la educación en la medida que ubicamos nuestro panorama actual y la necesidad que esta pide para crear seres reflexivos, así como un país culto, igualitario, democrático y competente a nivel global.

DESARROLLO

La educación entendida como “un proceso humano y cultural complejo” (Anibal, 2007, p. 3) que nos lleva a romper paradigmas para lograr tanto cambios sociales como personales, ya que a través de ella podemos tener diferentes visiones de la vida y de esta manera poder afrontarlas de manera constructiva y formativa.

Sin embargo, la educación no siempre a sido igual y se ha ido transformado de acuerdo a los diversos contextos, es por ello que en la actualidad es necesario contar con personas críticas, reflexivas con la capacidad de adaptarse a las nuevas circunstancias.

Es aquí donde podemos retomar a Edgar Morin, según Barberousse (2008) señala que el pensamiento complejo refiere a:

El aumento de la capacidad de procesamiento  de  información,  asociada  con  la  creciente especialización  y  complejidad  de  las  estructuras.   Un  sistema  complejo, entendido  como unidad  global,  puede  manifestar  propiedades  que  no  pueden  ser explicadas  a  partir  de  sus  componentes. La complejidad apareció, justamente, como resultado de la organización del todo bajo la  presión  de  las  infinitas  combinaciones  de  interacciones  simultáneas,  y  que  abundaron  en  interrelaciones no‐lineales. La realidad se ha comprendido como un  conjunto  de  sistemas  jerarquizados  constituidos  por  subsistemas  que  interactúan  en  forma  permanente, asimilan  informaciones,  aprenden  y  cambian  sus comportamientos.  Además,  se  adaptan a las modificaciones de su entorno mediante procesos que podríamos calificar de co‐evolutivos  y  que  han  implicado,  en  el  caso  del  ser  humano,  necesariamente,  los  procesos  de  construcción de conocimientos y de aprendizajes. (p. 97-99)

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