LA EVALUACIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA.

La evaluación de forma general como su nombre lo indica, se refiere a todas las acciones en general; no hay acto humano en el que no este presente el juicio de valor o la evaluación, de allí es que la encontramos en lo ético, social, político, deportivo, económico, educativo; entre otras áreas. Así pues, la evaluación entendida como proceso sistemático y continuo que diseña, obtiene y proporciona continuamente información científicamente válida, confiable y útil para la toma de decisiones, constituye un elemento indispensable para garantizar la renovación y perfeccionamiento permanente de las áreas mencionadas, particularmente en lo educativo. Con respecto a este ultimo, la evaluación viene a representar el agente encargado de monitorear el grado de consecución de los objetivos propuestos para el estudiante, con el fin de organizar y mejorar continuamente las estrategias de enseñanza y aprendizaje; por esta razón se afirma que es un factor determinante en la calidad de la educación, tanto la que damos como la que recibimos. Sin embargo, un proceso evaluativo por sí solo no es más que un elemental requisito por cumplir; por lo tanto, en el proceso de evaluación de los aprendizajes se debe comprender con determinación lo que se desea evaluar, buscar de forma sistemática e instrumentada la información que deben aprender los estudiantes, calificar los resultados, valorar los mismos en conformidad con los objetivos propuestos y finalmente la toma de decisiones.

Ahora bien, cabria preguntarse ¿Cómo calificar estos resultados? Ante esta interrogante hay que acotar que los docentes, en su práctica cotidiana, están sometidos a una serie de obligaciones propias de su labor; entre otras, deben crear situaciones de aprendizaje, controlar la convivencia dentro del salón de clases, responder a las formalidades necesarias para comunicar el desarrollo de sus estudiantes, entrevistar a padres, preparar materiales, evaluar los aprendizajes y calificarlos; el cual es también, una de las tantas actividades del docente. Ante ello, los docentes se valen de la evaluación cuantitativa y cualitativa;

ambos modelos representan no sólo dos formas distintas de producir, manejar, procesar y sintetizar datos e informaciones de diferente naturaleza; sino además son dos paradigmas opuestos; aunque pueden ser complementarios. En lo que se refiere a la evaluación cuantitativa, esta representa el positivismo científico y sus datos son fruto de mediciones numéricas. Se desarrolla en tres pasos: la recogida de información., la calificación y la toma de decisiones. Se puede apreciar que la evaluación cuantitativa es muy importante porque valora el producto final, dice la última palabra en cuanto a aprobación y acreditación, pero arroja un resultado de positivo o negativo sin buscar una mejora. Por otra parte, la evaluación cualitativa representa las tendencias socioculturales de las ciencias blandas. Sus datos son el resultado de la apreciación de la calidad; no del cuánto sino del cómo, por lo cual calificar cualitativamente consiste en describir el hecho que se evalúa, reducir el juicio valorativo a la elección de un grado de cumplimiento de cierta cualidad en una escala. Visto de otro modo, la evaluación cualitativa trata de reconstruir y describir la realidad. Se realiza con base en juicios de valor sobre los datos y evidencias extraídos de la realidad evaluada.

La evaluación en la educación tradicionalmente ha tendido a limitarse a medir la cantidad de conocimientos adquiridos por el alumno, es decir, a ser cuantitativa. Las calificaciones en los exámenes y las puntuaciones en las pruebas normalizadas dan una apariencia de objetividad que no siempre cumple todas las funciones de la evaluación. Hoy en día se busca incorporar la evaluación cualitativa al mismo nivel de la cuantitativa, para que el objetivo de la enseñanza y del aprendizaje sea la formación

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