LA LÚDICA, HERRAMIENTA DE LA PEDAGOGÍA MODERNA

LA LÚDICA, HERRAMIENTA DE LA PEDAGOGÍA MODERNA

Aprender es un hecho al que todo ser humano está llamado; queda de parte de cada cual acudir a ese llamado y omitirlo; pero cuando se acude, se abre un abanico de posibilidades enriquecedoras que transitan a través de la buena pedagogía donde se utiliza la lúdica del diario vivir apuntando siempre al bienestar integral de los individuos, solo así se obtendrá una vida favorable y armónica.

Es preocupación, de la pedagogía moderna como llevar a la humanización plena el arte de aprender; es entonces cuando se busca como soporte la lúdica que rescatar la unidad de la persona, su valor y potencialidad como digno que busca vivir y proyectarse en el campo del saber con el recurso de la facilidad del gozo que lo llevará a construcción de nuevos saberes.

Buscar unas mejores condiciones de vida esta inherente a la humanización del ser, que debe tener clara la dirección a la que se dirige y no oponerse al cambio, sino desligarse del pasado y poner en práctica las nuevas metodologías que proponen la facilidad de la vida cotidiana y la enseñanza en sí; es observable que el mundo moderno abre las posibilidades de aprender sin dolor y con sabor y trata de convertir el arte de aprender en un proceso lento y escalonado pero que al final se convierte en un hecho macro que forma personas útiles a la sociedad.

La escuela es el recinto escogido legalmente para aprender entre los muchos entornos propicios para enriquecerse académicamente; pero es allí donde se crea un lazo entre el maestro y el estudiante que se expande a una dimensión afectiva, la cual no debe en ningún momento des direccionar el objetivo prioritario del docente que es coordinar, cooperar y apoyar al educando en su proceso de aprendizaje.

La combinación y el equilibrio entre el conocimiento profesional y la formación personal son componentes magistrales para una pedagogía de la lúdica y el desarrollo integral; puesto que les permite al entre en formación adquirir seguridad, comprensión y valor social que se refleja en la responsabilidad que asume ante el proceso de su aprendizaje creando conciencia del manejo ético y la interiorización y exteriorización del amor por lo aprendido.

Jeremías Bentham manifiesta, que la labor de enseñar es dura e igualmente lo será aprender siempre que se tenga como premisa que la letra con sangre entra; esto conduce indudablemente a aprender atemorizado y descubrir finalmente que el coco no es la materia, sino que el profesor que imparte conocimiento de manera represiva y castigadora llevando a aprendizajes «bofos» livianos y efímeros porque solo alcanza a motiva un aprendizaje y con el paso del tiempo ni se recuerda lo que en el momento del aprendizaje doloroso se logró.

La manera de aprender requiere una solvencia como recurso para la coordinación, esto claramente tiene que ver con la información que trasmite el maestro y el manejo que da el proceso de aprendizaje, donde siempre queda una ventana abierta para el conocimiento previo del educando, el cual se alimenta seguidamente con la profundización que direcciona el educador y que voluntariamente sigue el alumno al que sin presión se le abrió el apetito por aprender.

Cuando se plantea el aprender como un placer, una solvencia y equilibrio; eminentemente la lúdica aparece como el hilo que une ese gozo, esa alegría, ese placer y ese compromiso; convirtiendo esto en una armonía científica, de donde el único ganador es el aprendiz; puesto que amanecerá conocimientos de manera agradable

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