LA ÉTICA PRESENTE O AUSENTE EN LO SOCIAL, CULTURAL Y POLÍTICO.

LA ÉTICA PRESENTE O AUSENTE EN LO SOCIAL, CULTURAL Y POLÍTICO.

Para hablar del concepto de ética se tendría que hacer un recorrido a través de la historia, en esta se presentaron muchos acontecimientos que sin duda han hecho que el hombre se cuestione sobre una posición que tome, y se pregunte si lo que hace está bien o mal. Aparecen entonces estas dos palabras, el bien o el mal, en ocasiones se puede presentar que lo que se cree que va a causar un bien termina produciendo una mal o que lo que es bueno para una persona es mal para la otra, un ejemplo lejano pero se vale soñar sería que un mandatario lance el siguiente decreto que “el servicio público del agua para los estratos 1 y 2 estará subsidiado en un 80%, esto será asumido por la población de estratos 5 y 6” el subsidio sería buenísimo para este colectivo de escasos recursos, más para la parte pudiente de la sociedad no lo será tanto, ya que se le hace difícil compartir sus riquezas. Sin duda no tan evidente, pero sí muy parecidas situaciones son a las que se tienen que enfrentar diariamente las personas que ocupan un cargo público.

Entre los concepto de ética y moral existen diversas similitudes, aunque las dos vengan de la palabra costumbre, no significan lo mismo así sea confuso, hay que separarlas la moral son las costumbres con las que crece un ser humano y la ética como lo afirma Laura Alarcón Menchaca en su artículo ¿Ética y política - Una relación obligada? es “la ciencia que estudia las razones supremas del recto obrar del hombre, conocidas por la razón natural”, está incluida en la filosofía porque tiene relación estricta entre lo que el ser humano piensa y hace.

Por otra parte podemos hablar de la política, que en un principio se pensaba que esta no podría estar desprendida de la ética y de la religión, el gobernante tenía que mantenerse en la línea del bien y de la buenas costumbres y se pensaba estaba bendecido por Dios, con toda esta serie de pensamiento no se puede olvidar que es en este punto es que nace el poder y por consiguiente la puja por adquirirlo, es donde empieza a entrar en la mente de los políticos los medios que existan en un mundo de posibilidades para lograrlo. En una parte del texto de Laura Alarcón Menchaca es citado a Kant señalando que “la mejor política es la honradez…La honradez vale más que toda política está íntimamente por encima de cualquier objeción y aún en la condición ineludible de aquélla”, no se puede juzgar a todos los aristócratas bajo los mismo preconceptos antiquísimos donde estos en ocasiones no utilizan medios del todo loables, se puede pensar que en algún momento de la historia se podría sugerir la existencia de un buen gobernante que pusiera por delante de sus propios deseo, el bien de una colectividad que lo elegía.

Ahora intentemos definir lo que es el poder y para ello basémonos en uno de los apartados del artículo de José María Melero y Carmelo Blanco mayor, en este se cita a Maquiavelo afirmando que “Poder. «Quien propicia el poder del otro, labra su propia ruina, puesto que dicho poder lo construye o con la astucia o con la fuerza y tanto la una como la otra resultan sospechosas al que ha llegado a ser poderoso»”, esto en un sentido crítico se cumple a cabalidad ya que muchas veces se ha tenido la experiencia en el plano individual del ser que se escoge a una persona para que ostente el poder de una nación, sin tener certeza de saber que va a hacer cuando nadie se lo pueda quitar y se siente en el cómodo trono de presidente o mandatario de un país, también se ve como un colectivo que la pasan haciendo “política” y vendiendo sus conciencias y comprando otras, son  traicionados y olvidados por lo que alguna vez les hicieron promesas de que la vida les cambiaría.

En este artículo también dicen que “El fin del estado es el bien común, que se basa en la conservación y aumento del propio poder”, esto es una realidad que aunque nos queramos hacer los de los oídos sordos es claro que una vez probado el poder y después de haber hecho y deshecho con el mismo, estos no quieren abandonarlo e incluso quieren más. Es por esto que buscan métodos no del todo lícitos para que no sean expulsados de ese círculo de poder y ambición, se tornan descarados y comienzan a cometer delitos sin impórtales muchas veces la consecuencias, todo esto trae consigo la llamada corrupción que por encima y según lo citado en el artículo de Laura Alarcón Menchaca , que dice que (PASQUINO, 1995, p. 378) afirma que se pueden distinguir “ tres tipos de corrupción: por cohecho, que es recibir una recompensa para cambiar a su favor el juicio de un funcionario público; el nepotismo, cuando se favorece a familiares e materia de empleo o contratación pública y no por méritos; y el peculado, es decir, la asignación de fondos públicos para uso privado. Este mismo autor señala que la corrupción es vista en términos de legalidad e ilegalidad y no de moralidad e inmoralidad. Añade, “no está ligada solamente al grado de institucionalización, a la amplitud del sector público y al ritmo del cambio social sino que también es considerada en relación con la cultura de las élites y de las masas. Depende también de la percepción que élites y masas tienen del comportamiento corrupto, la cual tiende a variar en el tiempo y en el espacio”, de este fragmento se pueden sacar diversas interpretaciones que no están alejadas de la realidad, sentarse a deleitar un noticiero de los magníficos canales nacionales colombianos, “aunque solo muestren una parte de la verdad”. Bueno lo importante aquí es que en estos solo se ve delitos como el cohecho, relacionado con la noticia del diario El tiempo en su artículo titulado A juicio por cohecho en favor de Maya, con fecha de 27 de marzo de 1998, según esto la señora Rosse Mary Cabal Franco ex jefe de la unidad de control disciplinario de la Alcaldía de Cali, habría ofrecido dinero a un fiscal para que intercediera por ex rector de la Universidad Santiago de Cali Ricardo Maya Correa, detenido por el proceso 8.000. O en una noticia más reciente del mismo periódico donde se afirma que “La Contraloría General de la República condenó al ex alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, a pagar 174.996 millones de pesos por los sobrecostos en las obras de TransMilenio de la calle 26.” Este último fue un gran escándalo en su momento y fueron millones y millones de pesos que perdieron, obras inconclusas, un sistema de transporte que no supera el 80% de finalización lograda etc. Aquí la ciudad entera se sintió desfalcada y asaltada en su buena fe.

Siguiendo esta misma línea cuando las acciones de otra escala mayor del poder comete faltas y se hace tan visible se posibilita el desencadenamiento de los conflictos, sucede que el subordinado carente de avidez, pero si con deseos de igualdad y mejores condiciones de vida nota toda una serie de hechos que puede que no lo beneficien, y es allí donde empieza la rebeldía y la búsqueda de las opciones necesarias para cambiar la inclinación de la balanza, cuando se puede decir que es demasiado tarde y las desigualdades sociales han aumentado más de lo que habían estado antes de esta última elección. Lo que nos llevaría a reflexionar sobre lo siguiente “las decisiones para escoger un gobernante se deben hacer con la cabeza y no con el corazón y mucho menos dejarse llevar por la guerra mediática a la que los candidatos actuales se están acostumbrando”.

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