LAS CREENCIAS DE LA AUTOEFICACIA

Las creencias de autoeficacia se refieren a los juicios que cada persona hace acerca de sus capacidades para llevar a cabo una tarea. Bandura (1997) expresa: «Las creencias de autoeficacia constituyen un factor decisivo en el logro de metas y tareas de un individuo. Si las personas creen que no tienen poder para producir resultados, no harán el intento para hacer que esto suceda». Según González Fernández (2005), las creencias de autoeficacia actúan en el momento en que el alumno ingresa al salón de clases, ya sea, en sus expectativas de éxito ante los objetivos propuestos, en el control de los resultados obtenidos o en las causas mediante las cuales explican esos resultados. De ello se deduce que si la persona cree y confía en sus habilidades para realizar una tarea a un determinado nivel de dificultad, este pensamiento lo llevara al éxito de su desempeño. Por ello, las creencias de autoeficacia se desarrollan a partir de cuatro factores fundamentales que influyen para construir dichas creencias.

LAS CREENCIAS DE LA AUTOEFICACIA

La creencia de la autoeficacia se desarrolla desde una temprana edad, pero no termina ahí, conforme el ser humano tenga diferentes experiencias y aprenda diversas cosas, es decir adquiera conocimiento a lo largo de su vida, ello va a fortalecer las creencias. En primer lugar  uno de los factores que va influir es la experiencia personal, probablemente sea el  más relevante ya que los éxitos repetidos aumenta  el nivel de autoeficacia y el fracaso la disminuye o también la refuerza, por ejemplo un alumno que  saca siempre buenas calificaciones  va a sentir confianza de lograr sus metas. Pero en el caso contrario, un alumno que sale con frecuencia mal en sus exámenes va sentir que fracaso, en consecuencia va a disminuir la confianza y puede abandonar la meta o también,  eso le dé  un empuje para estudiar mas y lograr mejorar sus calificaciones. Las creencias de autoeficacia se generan a partir del éxito o fracaso en la ejecución de una tarea (Bandura, 1986). “convertir los fracasos en éxitos” utilizando las capacidades individuales para ejercer el control sobre el ambiente (Bandura, 1997, p. 80).

En segundo lugar podemos encontrar las experiencias vicarias o aprendizaje por observación, al ver a otras personas realiza con éxito ciertas actividades, este puede llegar a creer que el mismo posee las habilidades suficientes para desempeñarse con igual éxito, es decir Ver a otro individuo de características similares tener éxito como consecuencia de un esfuerzo continuado, aumenta la creencia  de que también este posee las habilidades necesarias para desarrollar la tarea correctamente. En este caso, cuanto más identificada se sienta, mayor será el impacto de los éxitos o los fracasos observados. Bandura (1997) sostiene que mediante la observación de los logros de otros, el individuo se compara y se ve a sí mismo desempeñándose en la misma situación.

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