ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LOS FINES DE LA EDUCACION NACIONAL

jbar24 de Abril de 2013

3.822 Palabras (16 Páginas)490 Visitas

Página 1 de 16

LOS FINES DE LA EDUCACION NACIONAL.

a) Formar de manera integral al hondureño para que pueda realizar por decisión propia su proyecto de vida y, a partir del reconocimiento de las diversas culturas hondureñas, integrarse y comprometerse con la formulación de un proyecto de país.

b) Contribuir al fortalecimiento de la democracia, al desarrollo sostenible del país y al mejoramiento de la calidad de vida de la población.

c) Fomentar la responsabilidad, tolerancia, solidaridad, justicia, libertad, respeto, honestidad y equidad; cultura de paz y otros elevados valores inherentes al ser humano.

d) Afianzar la comprensión de la diversidad de la cultura humana y el respeto por la convivencia pacífica de las naciones, enalteciendo los valores cívicos, éticos y morales.

e) Formar para la promoción y preservación de la salud y la higiene, prevención integral de problemas socialmente relevantes, la educación física, la recreación, el deporte y la utilización creativa, provechosa y saludable del tiempo libre.

g) Fomentar una cultura ecológica que conlleve al uso racional de los recursos naturales; la conservación, protección y mejoramiento del medio ambiente y de la calidad de vida; gestión de riesgo y el comportamiento frente a ellos.

h) Formar en los hondureños la identidad nacional y sus manifestaciones en defensa de la soberanía de Honduras, el conocimiento de su historia, la valoración de su diversidad cultural y étnica y la dedicación permanente a su engrandecimiento.

k) Desarrollar la capacidad para actuar satisfactoriamente como individuos y como nación, en un mundo cada vez más inter - relacionado.

DE LOS FINES DE LA EDUCACION NACIONAL

ART. 14. Son fines de la educación hondureña

a) Formar ciudadanos amantes de su Patria, conscientes de sus deberes y derechos, con profundo sentido de responsabilidad y de respeto a la dignidad humana.

b) Contribuir al desenvolvimiento de la personalidad humana.

c) Formar ciudadanos aptos para c...

Empirismo

David Hume fue uno de los empiristas más importantes. Se presenta su estatua en Edimburgo, Escocia.

El empirismo es una teoría filosófica que enfatiza el papel de la experiencia, ligada a la percepción sensorial, en la formación del conocimiento. Para el empirismo más extremo, la experiencia es la base de todo conocimiento, no sólo en cuanto a su origen sino también en cuanto a su contenido. Se parte del mundo sensible para formar los conceptos y éstos encuentran en lo sensible su justificación y su limitación.

El término «empirismo» proviene del griego έμπειρία, cuya traducción al latín es experientia, de donde deriva la palabra experiencia.

El empirismo, bajo ese nombre, surge en la Edad Moderna como fruto maduro de una tendencia filosófica que se desarrolla sobre todo en el Reino Unido desde la Baja Edad Media. Suele considerarse en contraposición al llamado racionalismo, más característico de la filosofía continental. Hoy en día la oposición empirismo-racionalismo, como la distinción analítico-sintético, no suele entenderse de un modo tajante, como lo fue en tiempos anteriores, y más bien una u otra postura obedece a cuestiones metodológicas y heurísticas o de actitudes vitales más que a principios filosóficos fundamentales. Respecto del problema de los universales, los empiristas suelen simpatizar y continuar con la crítica nominalista iniciada en la Baja Edad Media.

En la Antigüedad clásica, lo empírico se refería al conocimiento que los médicos, arquitectos, artistas y artesanos en general obtenían a través de su experiencia dirigida hacia lo útil y técnico, en contraposición al conocimiento teórico concebido como contemplación de la verdad al margen de cualquier utilidad.1Lo primero que hay que hacer para conocer a fondo el término empirismo es proceder a la determinación de su origen etimológico que es el que determina luego el significado que posee. Para ello tenemos que dejar claramente expuesto que aquel está en el griego y que dentro de dicha lengua la citada palabra se compone de tres partes que son el prefijo en- que equivale a “antes”; la palabra peiran que significa “tratar” y el sufijo –ismo que se traduce como “doctrina o actividad”.

El concepto de empirismo se utiliza para describir el conocimiento que nace de la experiencia. También se trata de una estructura de tipo filosófico basada, justamente, en los datos que se desprenden de toda experiencia.

En este sentido, podríamos establecer que el empirismo se sustenta básicamente en dos principios fundamentales. Por un lado, lleva a cabo la negación de la absolutización de la verdad, estableciendo además que el hombre no puede acceder a la verdad absoluta. Y por otro lado, deja patente que toda verdad debe ser siempre puesta a prueba dando lugar a que, a partir de la experiencia, aquella se pueda modificar, corregir o desamparar.

Para la filosofía, el empirismo constituye una teoría relacionada al conocimiento que acentúa el valor de la experiencia y de la percepción sensorial en el surgimiento de ideas. Para que el conocimiento sea válido, debe ser probado a través de la experiencia, que de esta forma se convierte en la base de toda clase de saber.

De igual modo, el empirismo en la filosofía de la ciencia supone que el método científico debe apelar a hipótesis y teorías probadas mediante la observación del mundo natural. El raciocinio, la intuición y la revelación quedan subordinados a la experiencia.

Resulta interesante resaltar además que el inglés John Locke (1632-1704) fue el primero que formuló de modo explícito la doctrina del empirismo. Locke consideraba que el cerebro de un recién nacido es como una tabla rasa, en la cual las vivencias dejan huellas. Por lo tanto, el empirismo considera que los seres humanos carecen de ideas innatas. Nada puede ser entendible sin alusión a la experiencia.

De esta manera, el empirismo filosófico se opone al racionalismo, que señala que el conocimiento se obtiene mediante la razón, más allá de los sentidos o de la experiencia.

El filósofo escocés David Hume (1711-1776), por su parte, sumó al empirismo un punto de vista escéptico que le permitió contrarrestar postulados de Locke y de otros pensadores. Para Hume, el conocimiento humano se divide en dos categorías: la relación de ideas y la relación de hechos.

Francis Bacon o Thomas Hobbes fueron otros de los empiristas más importantes de la Historia y más concretamente de su vertiente inglesa. En concreto, el último ha pasado a generaciones posteriores por obras de la talla de Leviatán en la que expone un total de diecinueve leyes naturales.

Es frecuente que, en muchas ocasiones, al hablar de empirismo se haga también referencia al racionalismo. Este es una tendencia de corte filosófico que se sustenta en la identificación de lo que es la razón con el pensar. Partiendo de dicha acepción existen diversos tipos de racionalismo tales como el ético, el metafísico o el religioso.

Empirismo

Todo conocimiento deriva de la experiencia sensible, ésta es la única fuente de conocimiento, y sin ella no se lograría saber alguno.

El empirismo encuentra el ideal del conocimiento en las ciencias naturales y tácticas, en las ciencias de observación, cuyos juicios son particulares y contingentes (a posteriori).

El empirismo tiende a negar la posibilidad de la metafísica y a encerrar el conocimiento a los fenómenos, a las fronteras de la experiencia: no hay más conocimiento de las cosas y procesos que el que se logra mediante la sensibilidad; la razón no puede tener otra función más que ordenar lógicamente los materiales que los sentidos nos ofrecen.

La corriente empirista establece que toda ciencia se funda en la experiencia, que el único método de conocimiento científico consiste en la observación y la experimentación, y construye en consecuencia la teoría de la inducción: Inducción es el razonamiento que va de lo individual a lo general.

Según Hume, todo conocimiento procede de la experiencia, sea de la experiencia externa, que es la que proviene de los sentidos, o de la experiencia intima, la autoexperiencia.

El estudio de Hume consiste en el análisis de los hechos de la propia experiencia, lo que Hume llama percepciones del espíritu (donde percepción es sinónimo de cualquier estado de conciencia)

Hay dos tipos de percepciones:

Impresiones: que son percepciones que se dan de modo directo.

• Impresiones de la sensación: las que provienen de los sentidos (tacto, vista, oído), las que están referidas al mundo exterior. (por ejemplo un color o un sabor determinado)

• Impresiones de la reflexión: las que provienen de nuestra propia interioridad (por ejemplo, estado de tristeza)

Ideas: que son las percepciones derivadas, son los fenómenos derivados de la memoria o la fantasía.

Las impresiones son todas nuestras percepciones más vivaces cuando oímos, vemos o palpamos (por ejemplo), en cambio las ideas son percepciones más débiles de las que somos conscientes cuando reflexionamos sobre cualquier sensación antes mencionada (impresión).

Tanto las ideas como las impresiones pueden ser a su vez simples o complejas, son distinguibles unas de otras.

Todo nuestro conocimiento deriva directa o indirectamente de impresiones, incluso las ideas o nociones más complejas.

El espíritu humano no tiene otra posibilidad que no sea mezclar o componer, dividir o unir los materiales

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (25 Kb)
Leer 15 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com