LOS RETOS DE LA ESCUELA PÚBLICA EN EL SIGLO XXI
Lover_201222 de Octubre de 2014
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SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA
ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE SERVICIOS EDUCATIVOS EN EL DISTRITO FEDERAL
DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN NORMAL Y
ACTUALIZACIÓN DEL MAGISTERIO
BENEMERITA ESCUELA NACIONAL DE MAESTROS
Unidad de Posgrado
Desafíos de la educación en la Sociedad Contemporánea
LOS RETOS DE LA ESCUELA PÚBLICA EN EL SIGLO XXI
PROFESOR. ROSALIO CHAVEZ ALANIS
FECHA DE ENTREGA: 1 De Octubre del 2012
INTRODUCCIÓN
El presente ensayo permite hacer un recorrido por las diferentes realidades que tiene la escuela, en la educación básica, respecto a los cambios sociales que han permeado al sistema educativo, una de esas realidades tiene que ver con las familias que han delegado la responsabilidad de educar a sus hijos Enguita, (2006) señala; los hogares son cada vez menos autosuficientes por lo que se confía la custodia a la escuela. Nos enfrentamos con la responsabilidad de no solo instruir conocimientos, sino además formar en valores, que permitan en estos tiempos en donde los cambios son la constante, adaptarse a las exigencias sociales.
Este trabajo revisara algunos autores que se vieron en el seminario de Desafíos de la Educación como, Jurjo, Touraine, Fernández, Noriega y otros. Y lo que pretendo desarrollar es lo que a mi punto de vista y como maestro activo observo sobre los logros hechos hasta ahora y las deudas pendientes por desarrollar en la escuela.
Así en los albores de este siglo XXI, nos encontramos
en un momento en donde esta institución se encuentra bajo la lupa de muchos observadores, y es necesario un cambio de enfoque, en donde solo deje de verse como una institución cerrada y autoritaria, para dar paso a una escuela, abierta e inclusiva, respetando la diversidad, favoreciendo la equidad de género o como dijera Touraine (1997). Una escuela centrada en el sujeto.
La escuela debe ser un espacio en donde se privilegien un sin número de experiencias significativas para los alumnos que ofrezcan la oportunidad de vivenciar otra realidades en donde se tenga acceso al cuidado de la salud física y mental de los niños, el establecimiento de un ambiente familiar que fomente la seguridad y la confianza de cada niño. "Ello no implica desconocer el hecho de que existan familias o niños en condiciones extraordinariamente precarias, para quienes la escuela es la única opción de convivencia en un ambiente sano y de aprendizaje sistemático” (Hargreaves, 2001, pág. 13)
Por otra parte, la globalización como fenómeno económico ha hecho que las fronteras de los países se abran e intercambien productos, servicios, insumos etc. Esta apertura no solo es económica sino también cultural, se globaliza, la las costumbre, los valores, pero también hay aspectos negativos como la violencia, la pobreza el narcotráfico etc. Schmelkes (2004). Así este proceso de “globalización de las economías y por tanto, la transformación de las reglas de competitividad obliga a revisar y modificar los procesos de
producción y comercialización”. (Torres, 1988, pág. 21), porque presenta cada vez más, personas que se puedan acoplar a los cambios.
La escuela como institución pública, responsable de la custodia de prepara a los niños para acoplarse a la vida productiva, no ha quedado ajena a este fenómeno de cambios vertiginosos, debe procurar responder a las expectativas educativas que tiene la comunidad tanto para los adultos como para los propios niños.
Sin embargo, también hay esfuerzos por reorientar la educación a estas nuevas exigencias, las nuevas reformas educativas pretenden dar un paso adelante hacia la construcción de esta realidad, Jomtien, (1990) y Dakar (2000), dan muestra de la preocupación de obtener educación para todos y de mejorarla, principalmente en países pobres y subdesarrollados.
Para comprender las reformas e innovaciones educativas es necesario desvelar las razones y discursos en que se apoyan. “Tanto las políticas de reforma educativa desde la administración, como las modas pedagógicas, están atravesadas por discursos, ideales e intereses generados y compartidos por otras esferas de la vida económico y social” (Torres, 1988, pág. 25)
Por último el papel del docente es vital, en la implementación de estas reformas, sin embargo estos actores quedan al margen de las reformas propuestas, ya que no se les considera ni tampoco se les capacita. Así, la transformación de la escuela esta intermediada por un docente confundido y olvidado.
Así revisaremos los desafíos
que presenta la escuela y la función del docente en la escuela del siglo XXI.
DESARROLLO.
La escuela ha sido influenciada por diferentes necesidades sociales, culturales y económicas, y aunque pretende desarrollar al sujeto en una persona libre, la verdad es que la instrucción recibida suele provocar todo lo contrario, Enguita (2006) señala: que el Estado-Nación ha sido y sigue siendo junto a la empresa industrial, el otro gran beneficiario del proceso de escolarización y por lo tanto el otro gran impulsor de la escuela.
La globalización como fenómeno social ha atraído un cambio de visión conforme a lo que se espera que los alumnos desarrollen por su paso por la escuela, el actual modelo por competencias es un claro ejemplo de esto, el solo termino competencia imagina un ser que está preparado para desarrollar alguna habilidad. “En el reconocimiento casi generalizado de que los sujetos deberán de ser capaces de adquirir conocimientos y poder demostrar a partir de aprender cosas y de aprender también las habilidades básicas y especializadas para aplicarlas”. (Reynoso, 2005, pág. 145)
Considero que el principal problema es, la carencia de una verdadera reflexión conceptual de la competencia, nos acerca más a una idea utilitaria, en la que pareciera que el fin último es el cumplimiento de una tarea en caminada al éxito y no al entendimiento y la construcción del conocimiento. Muchas de las críticas de este modelo de enseñanza señala que es reduccionista y limitado, al
desarrollo de destrezas. Sin embargo, es necesario precisar que el termino competencia en la educación posee un enfoque más amplio Perrenoud (2011) lo señala como; la capacidad, de movilizar varios recursos cognitivos para hacer frente a un tipo de situación en un momento y contexto determinado.
Con esta idea no pretendo avivar el debate sobre los conceptos de competencias en las escuelas, más bien, lo que quiero señalar es, como estos conceptos son el reflejo de la relación tan estrecha que existe en este momento entre la escuela y las empresas, si bien es cierto que siempre había existido tal relación, hoy se muestra de manera más incluyente y dinámico.
“La teoría del capital humano, desarrolladas por Shults y Becker en la década de los setentas, […] pretendía que la educación y la capacitación eran formas de generar beneficios futuros, individuales y sociales, por medio de ingresos más elevados. […] Esta teoría era aplicable a cualquier actividad que aumentara la calidad y la productividad del trabajo e incrementara los niveles de ingresos futuros, como es el caso de la educación”. (Chávez, 1996, págs. 33-34)
Sin embargo en la actualidad esta premisa cada vez se muestra más alejada de la realidad ya que las personas se encuentran al termino de su escolarización con pocas oportunidades de incorporarse a una vida productiva que permita satisfacer sus necesidades, el mercado laborar es cada vez más selectivo y excluyente, relegando los mejores puestos, los
mejor pagados, a un puñado reducido de sujetos, esta situación frustrante, es la realidad de una población altamente preparada pero no forma parte ni obtiene beneficios de su educación.
Desde esta concepción se acepta la existencia de un mercado de la educación, en donde ésta puede ser producida, vendida, comprada y consumida, como tantos otros productos y si bien es cierto que esta es una realidad, la escuela no puede abandonar su carácter liberador del sujeto, en donde a través de ella tengan la oportunidad de formar mentes capases de cuestionar, debatir, opinar, y construir, ya que de lo contrario estaríamos direccionando la escuela a una escuela meramente tecnificada.
Por otro lado presentaría la exclusión de los más necesitados, como pueden ser personas con capacidades físicas especiales o los más pobres. Si bien ya desde adentro de las escuelas, se están haciendo esfuerzos por trabajar con estos grupos de minorías, todavía falta por acuñar una verdadera cultura de la inclusión y respeto a la diversidad. De ahí que La inicial demanda de igualdad se ha ido progresivamente mezclando con la demanda de reconocimiento de la diversidad.
Por lo que la escuela presenta varios rezagos pendientes Enguita (2006) señala; que las autoridades han confundido el termino de desigualdad con un problema de provisión de infraestructura pública, es decir, sea reducido al solo hecho de construir escuelas es zonas donde antes no lo había, dejando a un lado otros aspectos, como la
capacitación y la implementación de programas que reconozcan las múltiples desigualdades que vive la escuela pública.
El educar en reconocer la diversidad ofrece la posibilidad de obtener una educación más amplia, es reconocer y respetar la desigualdad del otro, es construir desde la multiculturalidad una educación intercultural, creo que es el nuevo reto que la escuela pública tiene.
Debe la escuela servir de vehículo a otras culturas, debe presentarse como el espacio idóneo en donde se potencialice la riqueza cultural de
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