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La Alimentacion En La Escuela


Enviado por   •  19 de Junio de 2013  •  19.157 Palabras (77 Páginas)  •  364 Visitas

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FUNDAMENTACIÒN

Durante el gobierno del Dr. Francia, Paraguay vivió una época de dictadura. Francia ordeno el cierre de las fronteras, el Paraguay quedo aislado y se autoabastecía, es decir, se mantenía con sus propios productos.

La economía del Paraguay se fortaleció aun mas con el gobierno de Carlos A. López, con la construcción de obras como el ferrocarril y la fundición de hierro en Yvy ku`i.

Con la muerte de Carlos A. López asume el gobierno su hijo Francisco Solano López, en ese periodo el país se veía afectado por los países vecinos que envidiaban su economía emergente. Posteriormente se vino la guerra, se adquirieron deudas millonarias con otros países por la adquisición de armamentos bélicos.

En la actualidad aun se siente las secuelas que dejaron esa guerra en lo económico y en lo anímico.

DESCRIPCION DEL PROBLEMA

Tratándose de economía del Paraguay, durante esa época se desarrollaron actividades económicas muy fuertes que reforzaron la economía del país, se busca hacer saber el conocimiento obtenido de informaciones recopiladas de documentos e informaciones obtenidas.

PREGUNTAS DE INVESTIGACION

¿Qué factores contribuyeron a la economía paraguaya durante el gobierno de Carlos A. López?

¿Cuál era la situación económica del Paraguay durante el gobierno del Don Carlos A. López?

¿Qué monedas se usaron durante ese periodo final de la guerra?

¿Cuáles fueron los cambios más significativos durante el gobierno de Carlos A. López?

¿Cuáles fueron los efectos negativos de la guerra sobre la economía?

OBJETIVO GENERAL

Determina las características de la economía paraguaya en la pos guerra contra la triple alianza.

OBJETIVOS ESPECÌFICOS

Describe la situación económica del Paraguay durante el gobierno del Carlos A. López

Define los cambios mas significativos durante el gobierno de Carlos A. López

Identifica los factores que contribuyeron a la economía paraguaya durante el gobierno de Carlos A. López

Describe las principales actividades económicas en que participaban las habitantes del Paraguay durante la guerra

Analiza los efectos negativos de la guerra sobre la economía

MARCO TEÒRICO

El proceso independiente bajo el gobierno de los López (1840-1870)

Bajo el gobierno de Don Carlos Antonio López y el Mcal. Francisco Solano López se mantuvieron las matrices fundamentales del gobierno del Dr. Francia. Se sostuvo y afirmó la Independencia Nacional. Se fortaleció notablemente el desarrollo económico-social. La oligarquía latifundista nunca se recuperó, como asimismo la oligarquía comercial importadora. El Estado mantuvo su peso casi absoluto en la economía del país.

Pero se dio un proceso paulatino de diferenciación social en particular en los círculos allegados al Poder Ejecutivo y la familia presidencial. El igualitarismo social, uno de los ejes de la política del desarrollo francista, fue abriendo paso a políticas que favorecieron a campesinos acomodados, estancieros y comerciantes. Se sentaron las bases así para el desarrollo de una oligarquía y una burguesía nacional vinculada al aparato estatal.

El Consulado que sucede al Dr. Francia a su muerte, luego de un breve período de inestabilidad política, lo componen Mariano Roque Alonso y Don Carlos Antonio López. El Consulado desde un principio apuntó a facilitar las exportaciones, inició cierto proceso de liberalización de la economía en dirección hacia fase inicial típica de acumulación privada, de maduración de una burguesía nacional.

Políticamente el régimen post Francista encuentra sustento en la "Ley que establece la Administración Política de la República" carta Constitucional que fue aprobada en la Convención del año 1844. Don Carlos A. López es nombrado por la Asamblea de 1844 en el Poder Ejecutivo, que se decide será unipersonal. López redacta un documento llamado "Tratado de los Derechos y los Deberes del Hombre Social", concedió libertad formal a todos los esclavos del Estado, y a los que se encontraban en el entorno doméstico familiar, estos últimos ya en esa época sin significación económica.

El Paraguay bajo el gobierno de los López y sobre la base del extraordinario fortalecimiento de su economía bajo el gobierno del Dr. Francia, emprendió un proceso que llevó a constituir el país más avanzado económica, política y militarmente de Sudamérica. Se impulsó un proceso de industrialización autónoma.

Promulgada la Ley de la Administración Política de 1844, el 13 de marzo de ese año, reunido el Congreso, se dio por terminado el gobierno Consular y se decidió elegir un Presidente siendo elegido Don Carlos Antonio López primer Presidente Constitucional de la República por el período 1844-1854. Al término de dicho periodo, fue reelegido dos veces, una por tres (1854-1857) y otra por diez años (1857-1867), no pudiendo completarse esta tercera etapa de su presidencia por su fallecimiento, el 10 de septiembre de 1862. Aunque nominalmente era un presidente actuando bajo una constitución republicana, gobernó despóticamente. Su gobierno fue en general dirigido con sabia energía al desarrollo de los recursos materiales, dotó al país de una nueva constitución y un ejército moderno.

Entre los más importantes aportes de su gestión se pueden citar:

 El primer tramo del Ferrocarril Nacional.

 La creación de la Flota Nacional.

 Las fundiciones de Hierro de Ybycuí.

 El desarrollo del Arsenal.

 El incremento de la producción y el comercio. Se firmaron tratados comerciales con Francia, Estados Unidos y el Reino Unido.

 La creación de más de 300 escuelas, declarándose la enseñanza gratuita y obligatoria.

 La creación del Himno Nacional.

 La reforma de la agricultura.

 La concesión de la ciudadanía a los indígenas en 1848 aunque las tierras y otros bienes de estos pasan a propiedad del Estado.3

 La fundación del periódico El Paraguayo Independiente

 La reorganización completa de la Administración pública, con un mayor presupuesto.

 La instalación de imprentas.

 El resurgimiento de la vida social.

 El afianzamiento de las fronteras paraguayas, así como el reconocimiento de su independencia por parte de muchos países.

El celo que guardaba a los acercamientos extranjeros varias veces lo envolvieron en disputas diplomáticas con Brasil, Inglaterra, y Estados Unidos, que muchas veces lo llevaron al borde de la guerra, pero cada vez que esto sucedía se redimía por medio de audaces evasiones.

A su muerte, dejó el camino marcado para que su primogénito hijo Francisco Solano López (1826-1870), a quien anteriormente había confiado cargos de responsabilidad, lo sucediera en la presidencia del país.

LAS RÁFAGAS DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN EL PARAGUAY

A la muerte del Dr. Francia se establece el consulado, siendo cónsules Carlos Antonio López y Mariano Roque Alonso. Carlos A. López fue cónsul hasta 1844, fecha en que el Congreso lo nombró presidente de la República, siendo reelegido en los años 1854 y 1857. El consulado introdujo importantes cambios en el sistema económico paraguayo. Se inicia la primera reforma tributaria con organizaciones e inclusión de impuestos y el inicio de una reforma agraria con distribución de animales y útiles para la labranza a los campesinos y el arriendo de terrenos fiscales para productores, acompañado de las mejoras en infraestructuras viales, mejorando caminos para la conexión rápida de centros de producción y de consumo. Otro aspecto básico fue la creación de una moneda nacional. El consulado dispuso la creación de una moneda nacional, hasta entonces el Paraguay no contaba con sistema monetario ya que las transacciones eran en trueque o en monedas españolas.

Todo el marco institucional heredado del consulado sirvió al presidente Lopez para continuar y empezar a construir el país rico y prestigioso de aquella época. El crecimiento económico se debió a varios factores, a saber: la apertura de los ríos para la navegación. Se firman tratados comerciales tales como el tratado de amistad, comercio y navegación con Brasil el 27 de abril de 1855.

Ante las dificultades del sistema de trueque, el presidente López en su afán de búsqueda de un medio de intercambio ágil, solicitó al Congreso Nacional el 24 de noviembre de 1842, la autorización para acuñar 30.000 (treinta mil) pesos en cobre con visto bueno. En este contexto, la primera moneda genuinamente paraguaya, aunque acuñada en Inglaterra, fue de cobre. La misma contaba con la leyenda "República del Paraguay" junto a la denominación de 1/12 dentro de un círculo en el anverso. A su vez, en el reverso tenía un asta con gorro frigio y a sus pies un león sentado, todo en una corona de laurel.

Posteriormente, en 1847 se realizó la emisión de un título inconvertible bajo la garantía del Estado, siendo este el primer papel moneda del Paraguay. El total de esta primera emisión alcanzó un valor de 200.000 (doscientos mil) pesos y se determinó que el Tesoro Nacional y otras reparticiones de la Nación debían aceptarla como moneda corriente en pago de derechos Una segunda emisión de títulos fue realizada en 1851 por 100.000 (cien mil) pesos, en donde las denominaciones máximas de los títulos se redujeron de 4 y 5 pesos a 1 y 2 pesos. El desgaste de los billetes emitidos, tanto por su uso como por su mala calidad, obligó al Gobierno a decretar la renovación de los mismos en el año 1853, procediéndose a la incineración de los billetes rescatados. Posteriormente, casi al finalizar el período presidencial de Carlos Antonio López, se registró una última emisión el 31 de marzo de 1862 por 1.000.000 (un millón) de pesos. Estas últimas emisiones se realizaron para financiar las obras del gobierno y las mismas produjeron una significativa desvalorización de la moneda nacional.

En materia de crecimiento económico, el Paraguay empezaba sus pasos como país moderno y el modelo de crecimiento conocido era el la Revolución Industrial, donde de una economía artesanal se pasaba a la industrialización para la producción en gran escala con facilidades de transporte y maquinarias para las fábricas. En el marco de este proceso, el gobierno adquirió el vapor, instaló la fundición de Ybycuí, emprendió la construcción del ferrocarril, el uso del telégrafo, entre otras acciones. Esto denota una primera etapa de apego a la idea de crecimiento económico atendiendo primordialmente a todo lo de transporte y comunicaciones e industrias pesadas. Estos indicadores avalan que el Paraguay de Carlos A. López apostó a un crecimiento basado en tecnología de aquella época.

Francisco Solano López fue encargado por el gobierno de su padre, de contratar técnicos europeos y adquirir maquinarias con que promover el desarrollo industrial del Paraguay. A decir de Cardozo (1987), los progresos materiales alcanzados en todos los órdenes, bajo la dirección de los técnicos europeos contratados hicieron del Paraguay una unidad económica autónoma y pujante que en poco tiempo se colocó entre los primeros países sudamericanos.

La libre navegación permitió el florecimiento del comercio internacional. La yerba mate fue el principal rubro de exportación seguido de maderas, tabaco, cueros y naranja. La balanza comercial presentó saldo superavitario toda la década del 50, de tal forma que comparando cifras de los años 1851 y 1858, se tiene que las exportaciones prácticamente se triplicaron mientras que las importaciones se incrementaron 6 veces más, cifras que avalan el aumento de la apertura internacional del Paraguay.

No sólo la economía interna se revolucionaba, sino también hubo muy buen manejo en materia de Política Económica Internacional, ya que Francisco Solano López, nombrado como Ministro en Misión Especial, empezó con tratativas con las grandes potencias mundiales de la época: Inglaterra, Estados Unidos, Francia, entre otros. Una ubicación temporal nos sitúa en una Francia bajo el dominio de Napoleón III y en una Inglaterra pregonando el liberalismo comercial. La Constitución francesa de 1852 no hace más que confirmar la concentración de todos los poderes en Napoleón III, mientras que en 1846, Gran Bretaña adoptó el librecambismo, que era un sistema económico que apuntaba a la supresión de todas las tarifas aduaneras. Estas doctrinas económicas sirvieron de base para tomas de decisiones políticas en el Paraguay, emulando los pilares de crecimiento económico de aquel entonces.

Tres pilares caracterizan la política económica de Don Carlos A. López: Primero: el aumento de ingresos estatales debido al aumento de flujo comercial tras la liberalización de las fronteras. Segundo, la inversión en industria pesada de la época en fábricas metalúrgicas y comunicaciones; y tercero, el uso inteligente de la estrategia diplomática de encuentro e interés promoviendo productos paraguayos y publicitando la independencia de una nación soberana. Con estos pilares, se construyó un canal facilitador para el despegue económico tras la economía casera y de autoabastecimiento del periodo anterior.

Modernización y apertura de la economía nacional de Carlos Antonio López.

El Paraguay no llegó a constituir en ningún momento el prototipo de tienda para la reventa de géneros ingleses, ni el sumiso producto de materias primas para las fábricas de Manchester, como ocurría con otras economías sudamericanas. El patrón “aperturista” inaugurado por Carlos Antonio López, quedó crucialmente pendiente de la libre navegación de los ríos Paraguay, Paraná y de La Plata, un dilema plagado de penosas licitudes para nuestro país y que se ligó vertebralmente con la independencia y con la propia sobre vivencia nacional.

En octubre de 1848, el Estado hizo suyas las tierras de los veintiún pueblos de indios, concediendo a sus habitantes la ciudadanía paraguaya y eximiéndoles del tributo del diezmo, derechos parroquiales, pensión anual e impuesto de arrendamientos por espacios de tres años.

El gobierno declaraba de propiedad del Estado todos los yerbales y las maderas destinadas as construcción naval, la estatización de las maderas de construcción naval tenía el doble propósito de proveer de medios financieros al Estado y de impedir la privatización de un recurso considerado esencial en la defensa de la soberanía nacional. Una suerte de seguro agrícola protegía al campesino contra las eventualidades de su actividad y frecuentemente el gobierno distribuía ganado, semillas e implementos de labranza.

Las “Estancias de la Patria” siguieron produciendo activamente , sobre todo para cubrir las necesidades de las fuerzas armada.

López encaró decididamente la explotación de minas de hierro y, en 1854, se inició la etapa de la industria metalúrgica nacional, también se explotaban minas de cobre, azufre, azogue, cuarzo, pedernal y canteras de cal. Fabricas de pólvora, papel, loza, textiles y tintes. La libertad de navegación, el comercio externo del Paraguay se incremento extraordinariamente. El país exportaba crecientes cantidades de yerba mate, producto con el que ejercía prácticamente en monopolio, maderas, tabaco, cigarros, cueros, etc.

Fue necesario dotar al Paraguay de la infraestructura necesaria creándose la Flota Mercante del Estado, numerosas obras viales fueron encargadas por el gobierno de Carlos Antonio López, así como también el primer ferrocarril del Río de la Plata fue inaugurado.

La estabilidad monetaria reflejaba adecuadamente el vigor de la economía nacional. En 1847 aparecen las primeras emisiones de la recién fundada Casa de la Moneda.

La política de importaciones atendió tanto a las necesidades de equipamiento de la actividad económica interna como a la protección de la industria local, permitiendo únicamente la introducción de máquinas, implementos agrícolas, insumos y materias primas no obtenidas mediante la producción nacional.

ASPECTOS ECONÓMICOS

La Guerra de la Triple Alianza fue una de esas empresas en la que todos los socios terminan en la ruina arrastrando consigo a la competencia. Ostensiblemente, sin embargo sólo el Paraguay terminó derrotado en ella. Y eso es incuestionable; es el episodio más traumático de toda su historia, fuente inagotable de mitología, hagiografía y propaganda populista de izquierda, derecha y centro.

Los presuntos victoriosos de la contienda, Argentina y Brasil - el Uruguay fue siempre un socio menor que se limitó a enterrar sus muertos luego de las batallas sin recibir siquiera parte de los dudosos " premios " - hicieron descomunal sacrificio en la búsqueda de un objetivo elusivo que se dibujaba progresivamente y que al final resultó nimio, pues de la guerra no lograron algo inasequible por medios racionales.

Para apropiarse de los territorios disputados por el Imperio no hubo necesidad alguna de embarcarse en una aventura bélica para la que nadie estaba preparado, pues el arte de la guerra de conquistas es un bien desconocido en la América Latina.

Además, el valor real de los territorios así conquistados por las armas imperiales era muy inferior al costo total de la deuda externa, desequilibrio social, muertos y continuo subdesarrollo. Se quedaron los brasileños dueños de las inmensidades amazónicas, con miles de hectáreas de bosque virgen, omitiendo apropiarse de lo único que quizás hubiese justificado el esfuerzo - aunque anacrónicamente -, los Saltos del Guaira. Todo el drama actual de la deuda impaga e impagable de los brasileños a la Banca Internacional nació con la Guerra Grande condenándose así el país a ser un gigante, en potencia muy rico, pero realmente mendigo.

La Guerra, iniciada por el exceso de romanticismo ensoñativo de Francisco Solano López, pero continuada por la tozudez irracional del Emperador Pedro II, terminó devorando a éste y a toda la estructura política cuyo eje era su propia persona. Terminadas las batallas, el Paraguay seguía siendo bravoso al Brasil, pues su ejército de ocupación hacía sangría de recursos, recibiendo a cambio el Imperio el dudoso honor de ser árbitro final de la siempre despelotada política paraguaya. Y aún con ese ejército, en el momento de tener que recibir sanción parlamentaria paraguaya el tratado Loizaga-Cotegipe, que concluía la Guerra y afirmaba la paz, los brasileños tuvieron que desembolsar oro a fin de obtener la aquiescencia guaraní. El

Paraguay era en el siglo XIX un barril sin fondo para las finanzas brasileñas, le costó dinero al Brasil hacer la Guerra, le costó dinero lograr la paz y le costó dinero mantener las ambiciones argentinas a buen recaudo. A cambio de eso, el Imperio se contentó con unos kilómetros cuadrados de selva virgen. Obviamente, la reputación de habilidad y astucia con que muchos se empeñaban en revestir a la diplomacia luso-brasileña no fue ganada en el Paraguay el siglo pasado. El Paraguay fue un dolor de cabeza para el Brasil durante López; y después de López todo siguió igual.

La Argentina ni siquiera logró la extensión de territorio que codiciaba, por obra y gracia de su "aliado" el Brasil; y su economía, floreciente mientras la guerra devoraba productos, cae en una profunda depresión al finalizar ella, y no se recupera hasta el influjo masivo de inmigración europea que la convierte en potencia económica mundial.

Esa era la Argentina proyectada por Bartolomé Mitre, el estadista más claro y exitoso de toda la historia rioplatense. De todos los contendientes, Mitre fue el único que tenía una meta clara, la unión y el fortalecimiento del estado argentino bajo el liderazgo económico e intelectual del puerto de Buenos Aires. Por medio siglo a partir de 1870, la argentina "mitrista" obtiene un grado de desarrollo económico similar al de los más avanzados países europeos y es capaz de competir ventajosamente con los propios Estados Unidos de América en la captación de inmigrantes europeos productivos.

Desde la década del 30 del presente siglo se hicieron cargo de la conducción política argentina unos militares "nacionalistas" que en medio siglo lograron borrar el desarrollo económico y convirtieron al país en uno de los líderes mundiales del endeudamiento externo. Así, Mitre, acusado de "vender el país a los ingleses", realmente lo había convertido en aventajada potencia económica mundial y, muy irónicamente los nacionalistas con el ejército a la cabeza, que decían buscar independizar el país económicamente, lo convierten en deudores dependientes de la voluntad de los acreedores. La historia de Latinoamérica está plagada de éstas contradicciones.

Los posteriores gobiernos de Carlos Antonio López y su hijo Francisco Solano continuaron y vitalizaron la tarea. La economía estaba en pleno crecimiento. Cuando los invasores aparecieron en el horizonte, en 1865, Paraguay contaba con una línea de telégrafos, un ferrocarril y una buena cantidad de fábricas de materiales de construcción, tejidos, lienzos, ponchos, papel y tinta, loza y pólvora.

Doscientos técnicos extranjeros, muy bien pagados por el Estado, prestaban su colaboración decisiva. Desde 1850, la fundición de Ibycuí fabricaba cañones, morteros y balas de todos los calibres; en el arsenal de Asunción se producían cañones de bronce, obuses y balas. La siderurgia nacional, como todas las demás actividades económicas esenciales, estaba en manos del Estado. El país contaba con una flota mercante nacional, y habían sido construidos en el astillero de Asunción varios de los buques que ostentaban el pabellón paraguayo a lo largo del Paraná o a través del Atlántico y el Mediterráneo.

El Estado virtualmente monopolizaba el comercio exterior: la yerba y el tabaco abastecían el consumo del sur del continente; las maderas valiosas se exportaban a Europa. La balanza comercial arrojaba un fuerte superávit. Paraguay tenía una moneda fuerte y estable, y disponía de suficiente riqueza para realizar enormes inversiones públicas sin recurrir al capital extranjero. El país no debía ni un centavo al exterior, pese a lo cual estaba en condiciones de mantener el mejor ejército de América del Sur, contratar técnicos ingleses que se ponían al servicio del país en lugar de poner al país a su servicio, y enviar a Europa a unos cuantos jóvenes universitarios paraguayos para perfeccionar sus estudios. El excedente económico generado por la producción agrícola no se derrochaba en el lujo estéril de una oligarquía inexistente, ni iba a parar a los bolsillos de los intermediarios, ni a las manos brujas de los prestamistas, ni al rubro ganancias que el Imperio británico nutría con los servicios de fletes y seguros. La esponja imperialista no absorbía la riqueza que el país producía.

El 98 por ciento del territorio paraguayo era de propiedad pública: el Estado cedía a los campesinos la explotación de las parcelas a cambio de la obligación de poblarlas y cultivarlas en forma permanente y sin el derecho de venderlas. Había, además, sesenta y cuatro estancias de la patria, haciendas que el Estado administraba directamente.

Las obras de riego, represas y canales, y los nuevos puentes y caminos contribuían en grado importante a la belevación de la productividad agrícola. Se rescató la tradición indígena de las dos cosechas anuales, que había sido abandonada por los conquistadores. El aliento vivo de las tradiciones jesuitas facilitaba, sin duda, todo este proceso creador.

El Estado paraguayo practicaba un celoso proteccionismo, muy reforzado en 1864, sobre la industria nacional y el mercado interno; los ríos interiores no estaban abiertos a las naves británicas que bombardeaban con manufacturas de Manchester y de Liverpool a todo el resto de América Latina.

El comercio inglés no disimulaba su inquietud, no sólo porque resultaba invulnerable aquel último foco de resistencia nacional en el corazón del continente, sino también, y sobre todo, por la fuerza de ejemplo que la experiencia paraguaya irradiaba peligrosamente hacia los vecinos. El país más progresista de América Latina construía su futuro sin inversiones extranjeras, sin empréstitos de la banca inglesa y sin las bendiciones del comercio libre.

Pero a medida que Paraguay iba avanzando en este proceso, se hacía más aguda su necesidad de romper la reclusión. El desarrollo industrial requería contactos más intensos y directos con el mercado internacional y las fuentes de la técnica avanzada. Paraguay estaba objetivamente bloqueado entre Argentina y Brasil, y ambos países podían negar el oxígeno a sus pulmones cerrándole, como lo hicieron Rivadavia y Rosas, las bocas de los ríos, o fijando impuestos arbitrarios al tránsito de sus mercancías. Para sus vecinos, por otra parte, era una imprescindible condición, a los fines de la consolidación del estado oligárquico, terminar con el escándalo de aquel país que se bastaba a sí mismo y no quería arrodillarse ante los mercaderes británicos.

El principio de la pluralidad de causas en la historia nos explica la mayoría de los hechos políticos y socio-económicos. Y en la pluralidad de causas de este proceso que nos ocupa -la guerra de la Triple Alianza- vamos a fijar nuestra atención sobre la guerra de Secesión norteamericana.

. Hacia 1840 las tierras de los Estados del Sur empiezan a perder fertilidad. El algodón agota pronto el suelo. Para conservarlo es necesario rotar los cultivos.

Pero la mano de obra que allá lo trabaja es ignorante y los dueños de las plantaciones no ven mucho más allá que sus esclavos

Falta de algodón: Gran Bretaña y los Estados del Sur tienden estrechos lazos de colaboración. Aquélla brinda millones de libras para ayudar a los Estados algodoneros de Norteamérica. A partir de 1850 la guerra de secesión parece inevitable.

. Cuando en 1860 Lincoln asume el poder y la emprende contra la esclavitud se abren las hostilidades. Inglaterra cuenta con la victoria de las tropas del Sur. Sus centros industriales quieren ver las plantaciones en manos amigas, como si fuera en sus propias manos. Los Estados algodoneros obtienen 165 millones de dólares de adelanto sobre el algodón. Pero las cosas no caminaron, pese a tanto dinero

En 1860 las plantaciones norteamericanas de algodón rendían 3.841.416 fardos (cada fardo equivalente a 226 kilogramos). De ese total se exportaban a Europa 3.536.373 fardos. Pero la guerra de Secesión será desastrosa para los algodoneros. En 1861 en Norteamérica se recogieron 4 millones y medio de fardos. Y en 1864 -retengamos la fecha- la producción descendió a 300.000 fardos. En 1861 los Estados del Sur podían enviar 615.000 fardos a Lancaster -centro de los telares ingleses-; en 1864, solamente 23.000 fardos. La guerra comportó la ruina también para los distritos industriales ingleses. Consignemos que 250.000 obreros entraron en huelga y otros 165.000 trabajaban sólo 4 horas por día.

Hacia 1862 graves perturbaciones estallan en Europa: hay miseria en los centros algodoneros y las pérdidas en la bolsa resultan catastróficas. A Gran Bretaña sólo llegan 300.000 fardos de algodón, cuando Lancaster necesitaba 2 millones y medio; y Francia otro millón. Entonces Gran Bretaña entró a buscar mercados productores de algodón en cualquier parte del mundo. Desde luego, también en América del Sur Lo que no fue.

En ese crítico año de 1862 Inglaterra envió a la Confederaci6n Argentina al Dr. Thomas J. Hutchinson, médico y geógrafo que debe hacerse cargo del consulado británico en Rosario. Pero no es éste, en verdad, el cargo fundamental: Hutchinson venía con la misión de buscar algodón salvaje en Santiago del Estero, y a canalizar el río Salado si fuera necesario, y plantar algodoneros en dicha región argentina.

Efectivamente, el cónsul armó una expedición, con el apoyo del Banco Mauá de Rosario, instalado cinco años antes. El geógrafo británico estudió las posibilidades y redactó un informe. En él señalaba que la mano de obra resultaría barata; además los ingleses contarían con el entusiasta apoyo del caudillo y gobernador santiagueño liberal Antonino Taboada.

Decía el informante: "Un novillo, zapallo, maíz y sandías, es mantención bastante para 50 hombres durante cinco días, y un animal vacuno no cuesta más que 10 pesos bolivianos, o sea 30 chelines", y esto otro: "El costo de los peones, como también los gastos y lentitud del transporte por carretas de bueyes, será por un largo tiempo un doble impedimento para que esta provincia sea una localidad algodonera".

Se llegó a inaugurar el trabajo de la canalización del Salado, con la presencia de Taboada. Pero después, con el estudio de factibilidad, el proyecto se detuvo. El costo de la mano de obra santiagueña era muy alto comparado con los salarios de un obrero en Inglaterra. El fracaso del proyecto santiagueño no desanimó al funcionario inglés.

Los ingenieros británicos enviados para trabajar en la canalización no llegaron a ocuparse. Pero el Paraguay estaba cerca y ligado a la Confederación Argentina por los mismos ríos. Y ese país, por clima, suelo y áreas disponibles era una región óptima para el cultivo algodonero.

Entonces, en 1863, los ojos de Inglaterra miraron al Paraguay. Claro que había una valla: el país hermano y vecino, gobernado a la sazón por el mariscal Francisco Solano López, no habla abierto aún las puertas al liberalismo económico.

Este último estaba triunfante tanto en la Buenos Aires portuaria como en las provincias que respondían a Urquiza. El estanciero de San José y saladero de la costa uruguaya ya estaba enredado en la trama de los intereses comerciales y financieros, que iban del Barón de Mauá a la burguesía mercantil del Puerto, encabezada por José Gregorio Lezama, los Lezica, los Carranza, los Lanús, y los ricos caballeros británicos William Leslie y Tomás Armstrong. Urquiza vería sus productos pecuarios en el mercado de Londres, y estaba en esto dependiendo de los hombres del Puerto.

El 2 de enero de 1863 don Justo iba a firmar un contrato con el Banco de Londres, Buenos Aires y Río de la Plata para la venta en mercado británico de lanas, cueros, sebo, ceniza y huesos. Dicho Banco le anticiparía a Urquiza, por la faena de 1863, la cantidad de 3.000 onzas de oro, equivalentes a 51.000 pesos fuertes.

Don Justo vende sus productos al mercado inglés con la intermediación de portuarios eminentes. Don José Gregorio Lezama -futuro proveedor de los ejércitos mitristas de la Triple Alianza- es quien le cubre al entrerriano las letras descubiertas en el Banco de Londres. Estos avales terminan dominándolo también políticamente en la hora de pronunciamientos capitales.

La pobreza de la Confederación en la década del 60, luego de la experiencia frustrada de los "derechos diferenciales". Existen en el Archivo General de la Nación documentos inéditos sobre dichas dificultades financieras, y que también conciernen a las relaciones de la Confederación con el Paraguay, en la etapa anterior a la guerra.

En el mes de abril de 1860, el entonces Ministro del Interior del gobierno de Derqui, el doctor Juan Pujol, efectuó una visita al mariscal López. La entrevista se realizó en la casa de campo de Humaitá, del jefe de Estado paraguayo.

La Memoria, existente en el Archivo Urquiza, redactada luego de la reunión y de común acuerdo, consigna todos los pormenores. Tras una detenida conversación general, Pujol le señaló al Mariscal "la situación apremiante" de las provincias de la Confederación, como consecuencia de la actitud segregacionista y hostil de Buenos Aires. Habla llegado el momento de preferir "una mano amiga", en vez de los préstamos europeos. Y concretando el propósito de la visita, el ministro argentino solicitó al Mariscal que el gobierno paraguayo concediese al de la Confederación Argentina un empréstito de 400 a 500 mil pesos, o por lo menos de 100 a 200 mil, reembolsable de varias formas. En síntesis: López, luego de escuchar la propuesta, demostró los inconvenientes que tendría su gobierno para otorgarlo pese a los buenos deseos de su parte para la buena composición del intento de acuerdo dado

Como e1 gobernante paraguayo hizo hincapié en las cuestiones de límites pendientes, Pujol le manifestó que el presidente Derqui esperaba al Mariscal en Paraná, para concluir un tratado de límites. Pero la sustancia de las conversaciones pone de relieve la debilidad del gobierno de Paraná en ese año critico de 1860, preámbulo de otro más crítico cual fue el de 1861.

MÁS SOBRE LA YERBA MATE.

El informe del Ministerio de Hacienda sobre los beneficios de yerbales, cuyos cuadros se ha dado a conocer, correspondiente al año 1863 en que tan notable incremento tuvieron los trabajos rurales, como lo evidencian las estadísticas agrícolas de dicho año, publicadas con anterioridad, si bien incluía los plantíos y árboles frutales, no comprendía las plantas de yerba por donde los cuadros de la referencia complementan un importante renglón de la producción nacional de aquella época. La yerba y el tabaco principalmente, eran los rubros que suministraban mayores recursos para la adquisición de elementos y materiales, y últimamente también empezaba a contribuir el algodón.

En recientes publicaciones se ha hecho mención del obsequio de una partida selecta de yerba que el gobierno de Asunción dispuso enviar a &. M. Guillermo I, rey de Prusia, con quien por otra parte, se gestionaba la adquisición de cañones Erupp, por intermedio del representante del Paraguay en Francia don Gregorio Benítez y del cónsul en Berlín, barón Alfredo du Graty, y a este respecto, es digno de recordación que en nota del 6 de febrero de 1864 del gobierno paraguayo a sus agentes en Inglaterra, en relación con la obtención de recursos a base de productos nacionales, se les decía lo siguiente: “He tomado nota de la solicitud muy oportuna y prudente que ustedes han dirigido a la casa Rotschild y de su contestación sobre la venta de tabaco (y a la que también se había encargado de colocar y financiar la cosecha de algodón, según se recordará). El mismo artículo (tabaco, agrega la nota) se ha vendido en Bélgica y Alemania con notable ventaja y rapidez habiendo sido encargado dü Graty de Bruselas”. Y hecha esta digresión incidental para acentuar el importante papel que en esos momentos jugaba la producción paraguaya en Europa y también en el Río de la Plata, para allegar medios a la defensa nacional, en cuya misión la yerba ha tenido siempre un alto exponente, va otra lista de beneficiarios de yerba del año 1855, correspondiente al departamento de San Pedro, según un parte de la respectiva autoridad, datado en 21 de mayo de dicho año y suscrito por Hermenegildo Quiñónez, el cual hace ver que existía ya por entonces en esa jurisdicción una buena cantidad de obrajes de yerbales que, con el competente permiso, explotaban Ramón Milesi, José Tomás Ocampos, Bernardino Denis, Ramón Candia, en sociedad con Dámaso Sosa, Antonio María Córdoba en sociedad con José de Mata López, José Domingo y Pablo López, Cayetano Bazán con Francisco Riveros (¿Rivera?), Vicente e Isidro Ferreira, Vicente Castillo, Dámaso Caballero, Eduardo Villalba, José Antonio Fretes, Benigno Díaz en sociedad con Apolinar Riera y con Francisco Franco, y José Joaquín Reyes. Cuando la epidemia del cólera apareció en el curso de la guerra, hizo publicar (15 de enero de 1868) unas “instrucciones prácticas para el cuerpo médico del ejército”, al pie de las que se lee la siguiente advertencia: “Nota.- La coca de Bolivia, y la yerba mate del Paraguay han obtenido gran mérito terapéutico y profiláctico; quiera Dios algún día descubrirnos el antídoto de este mal asombroso”. Trasladamos esta indicación textual de dicha circular a nuestra autoridad sanitaria.

e vieron la luz en aquellos tiempo

EL ALGODÓN (ÁNTES DE LA GUERRA)

Entre las viejas industrias nacionales hay algunas como el tabaco, la yerba, las maderas y los cueros que no han pasado a la historia, aún cuando la tienen bien extensa, en el sentido de que no han dejado de existir y continúan siendo desde tiempos remotos eficiente factor en la economía nacional.

De dichos renglones, los dos primeros, el algodón y el tabaco, han sido sin duda, y vuelven a serlo ahora de nuevo, los más difundidos como que se conocen y producen en todo el país, en tanto que los otros como la yerba y la madera, bien que de gran importancia, sólo se explotan en determinadas regiones y los cueros requieren capitales y establecimientos que no se hallan al alcance de la generalidad.

Ampliamente difundido el cultivo del algodón por la inmediata y principal aplicación que tuvo en el vestuario y en la industria derivada de la hilandería, hasta las postrimerías de la guerra, decayó por completo en el período subsiguiente como consecuencia no sólo del abandono de todos los cultivos sino también de la introducción en cantidades crecientes de toda clase de tejidos, incluso los de tipo criollo que antes se producían abundantemente en nuestro territorio, y puede decirse que hasta llegó a perderse la noción de su antigua importancia.

A tal punto decayó el cultivo que cuando una empresa de renombre mundial, la casa Dell´Acqua, se propuso fomentarlo de nuevo en nuestro país llegando hasta a establecer maquinarias para tejidos y hacer importantes adelantos, sufrió un doloroso fracaso por no haber podido disponer de materia prima suficiente y tuvo que clausurar su fábrica y su casa con sensibles quebrantos, sin que el apreciable esfuerzo hecho en el sentido de revivir esta floreciente industria del pasado hubiera llegado a dejar en pos de sí otra huella que la del desaliento.

Igual suerte tuvieron otras tentativas aisladas, aunque en menor escala, realizadas para restaurar en nuestro país, algodonero por excelencia y por tradición, el cultivo de tan valioso textil, no obstante haber llegado a escribir uno de nuestros intelectuales más destacados, el doctor Manuel Domínguez, una preciosa monografía a su respecto para alentar su plantación, enumerando y encareciendo sus notorias ventajas.

Hasta se dictó una serie de leyes estableciendo premios y acordando privilegios para los cultivadores de algodón, como la del 14 de septiembre de 1884 que concedía premios en tierras y aún la exención del servicio militar, y constituía comisiones para la distribución de semilla e impresión de folletos instructivos sobre los métodos, cultivo, cosecha, etc. Otras leyes posteriores confirmaron y renovaron estos privilegios al hacerlos extensivos a otros cultivos como el café.

En vano se llenaba el país de excelentes almanaques agrícolas como el del doctor Moisés &. Bertoni. La producción de algodón disminuía en razón inversa al aumento de producción de las leyes de fomento y papeles de propaganda.

Hoy día parece que va a recuperar otra vez su anterior auge. El algodón está nuevamente de moda, no solamente en el Paraguay sino en todo el mundo. Hay actualmente una verdadera fiebre, de esas que pueden determinar un fenómeno de crecimiento y de sorprendente desarrollo.

Hoy se vuelve a hablar nuevamente del algodón con el entusiasmo de tiempos anteriores y la prensa vuelve a llenarse de decretos, de circulares, de instrucciones y de artículos tales como los que llenaban también sus columnas antes de la guerra. En proporción a nuestros actuales medios de publicidad y conocimientos en la materia, no hemos aun sobrepujado a lo que entonces ya se hizo en igual sentido.

La industria del tejido de algodón, según ya se dijo, ha sido una de las más antiguas y extendidas de nuestro país. Una prueba de ello, entre ciento, es que se traían a la capital fuertes partidas de lienzo elaborado en los más lejanos departamentos, en épocas en que no había ni tan siquiera la sospecha de los ferrocarriles que hoy nos ligan con ellos. Así, y sólo para recalcarlo con un ejemplo gráfico, recordaré que en 1796, quince años antes de la independencia, desde el lejano pueblo de Itapuá se trajo a la capital unas noventa piezas de lienzo, conducidas naturalmente en carretas. Hoy ha llegado allí el ferrocarril, pero por él ni por agua ha vuelto a llegarnos piezas de lienzo de fabricación nacional sino de procedencia extranjera.

Por lo interesante del envío, vale la pena puntualizar algunos de sus detalles. Las piezas, debidamente medidas, pesadas, marcadas y clasificadas por lugares de su procedencia, en minuciosos estados, fueron expedidas por Rafael Díaz de los Ríos, quien en nota fechada en Itapuá, a 6 de octubre de dicho año (1796) y dirigida a los Ministros de la real hacienda, acompañada de dos estados, uno de quince piezas y otro de setenta y cinco, le dice que las envía en cinco carretas con diez y ocho piezas cada una, al gobernador Francisco Bruno de Zabala, y a cargo del corregidor de aquel pueblo, PedroMbokaja, y del capataz Roque Acosta.

En la primera carreta (conductor Juan Cayaré) se cargó las piezas que procedían del pueblo de Corpus; en la segunda (conductor Hermenegildo Pahayú), se acomodé quince de Santa Ana y tres de Candelaria; en la tercera (conductor Tomás Ibayé), las de Candelaria y Trinidad; en la cuarta (conductor Juan Ñengá), las de Jesús, Santa María y Loreto y en la quinta (conductor Pedro Arasay) todas de Loreto. El total de las noventa piezas traídas con motivo del diezmo, contenían 19.270 varas, o sea, un promedio de 214 varas por pieza.

En la larga noche de la dictadura perpetua, la, industria del tejido de algodón fue una de las pocas que quedaron en pie alimentadas por lasnecesidades del mismo aislamiento y la falta de vestuario que no podíarecibirse del exterior. El aislamiento comercial siguió después hasta la caída deRosas (1852) en que fueron abiertos los ríos al comercio y a la vida; pero nopor eso decayó el cultivo del algodón que llegó a arraigarse en las costumbres,más todavía que en el suelo. Por el contrario, el gobierno siguió fomentándoloy haciéndolo obligatorio aún en los cuarteles y campamentos militares.

Y es que el algodón no era tan sólo la materia prima más importante en la industria del tejido, sino que al igual del tabaco, de la yerba y de las maderas, llegó a ser también un factor de exportación y un rubro de la defensa nacional, que era el ideal predominante y el “leit motiv” de toda la historia patria en esos tiempos, destinándose su producto a aumentar el tesoro para la adquisición de materiales y toda clase de elementos.

De ahí que se le prestara una preferente atención en el cuadro de las preocupaciones nacionales. Cultivar la tierra y hacerla producir era, entonces sinónimo de defenderla y a la vez de engrandecerla. De ahí también que el trabajo y la producción fuesen impuestos tan obligatoriamente como el mismo servicio militar.

Entonces ya se hacía almanaques agrícolas, se impartía instrucciones que eran observadas religiosamente, se publicaba artículos ilustrativos, como los que aparecieron firmados por don Domingo Parodi sobre el algodón y se dictó diversos decretos estableciendo numerosos premios pecuniarios para los que se distinguiesen en su cultivo, ya sea en la cantidad o en la calidad.

Todavía en 12 de febrero de 1867, un decreto estimulando la plantación del algodón, acordaba 322 premios, de los que 311 eran para los que presentaran mayor cantidad de algodón de su cosecha, siempre que fuese de buena calidad, y 11 especialmente para los que produjeran las mejores clases.

Los de mala calidad estaban excluidos de todo premio. Las recompensas ofrecidas variaban de $ 8.000 a $ 50, habiendo premios de cinco, de tres y de un mil pesos, y los del otro grupo variaban de mil pesos para abajo.

Diversos avisos publicados en el mes de octubre de 1868 daban cuenta de la llegada de 300 sacos de semillas de algodón procedentes de los Estados Unidos, de las clases Sea Island, análoga a la que se cultivaba en el país y Upland. Con la misma remesa llegaron cuatro gruesos volúmenes con instrucciones para el cultivo, de la obra “Working farmer”, para ser traducida y divulgada en el país.

Así, pues, todo lo que hoy día se hace en esta materia, contada como se cuenta, con mayores recursos y facilidades, es apenas un remedo, o a lo sumo una reproducción de lo que ya entonces se hacía en el viejo Paraguay.

Los minuciosos y completos cuadros generales que impresos en 1863 de los cultivos de aquel año se conservan todavía, por fortuna, acusan en el primer semestre de dicho año una existencia de 778.480 liños sembrados de algodón y en el segundo semestre, que corrió algo desfavorable, 736.331 liños, al 80 de septiembre, en que se computaba el año agrícola, y cuando estaba recién por comenzar la nueva siembra.

En el primer semestre de 1866, ya en plena guerra, antes del decreto de premios y estímulos referido, la estadística de los cultivos arroja 666.749 liños de algodón, ¡cuyo cultivo estaba todavía en pleno vigor!

Nada mejor para poner en relieve su importancia, que las siguientes correspondencias que damos en extracto, en la imposibilidad de reproducirlas in extenso. En nota del 6 de mayo de 1863 del gobierno paraguayo (departamento de guerra) a sus agentes en Londres, los señores Juan y Alfredo Blyth, que tantos y tan buenos servicios prestaron al Paraguay, se les decía lo siguiente: -“El señor Egusquiza (agente en Buenos Aires) tiene orden de enviarles 1.500 libras de algodón limpio para ese mercado, como muestra de la primera cosecha de algunos departamentos. Si el barón (aludía a Rotschild) quisiera tomar algún interés en este artículo, no dudo que lo hará conocer ventajosamente”. En la del 21 de septiembre del mismo año a Egusquiza le hablaba de la llegada de la semilla de algodón pedida al cónsul de New York, así como la prensa y maquinarias de desmotar que el “Paraguarí” condujo a ésta.

En otra del 6 de diciembre a los señores Blyth, se les habla del satisfactorio resultado de una muestra de algodón, habiendo sido de 120 libras esterlinas el producto neto de unos trece bultos de dicho artículo, y agrega lo siguiente: - “Todos alimentamos la esperanza de que en breve tiempo podrá el Paraguay entretener en Inglaterra un valioso comercio de esta producción cuya cultura el gobierno promueve con todos los medios a su poder”.

Y en 21 del mismo mes les escribía que era .muy satisfactoria la relación de Pérez (aludía a Jerónimo Pérez) referente al algodón del país, enviada por dicho compatriota al Ministerio de Relaciones desde Europa, dando cuenta del éxito que prometía este noble renglón”. Tal sería en efecto, la fama que empezó a cobrar rápidamente que ya en 15 de mayo de ese año (1863) se recibió desde Montevideo, suscrita por el representante de una poderosa Compañía, una oferta con el compromiso de establecer un banco en ésta para hacer adelantos a los productores y aún a traer obreros y familias si en el país no hubiese suficientes brazos para una producción en vasta escala. El capital de dicha compañía aunque fijado en veinte y cinco millones de francos, era en realidad ilimitado, según puede leerse en el texto de dicha propuesta que se transcribe como apéndice. ¿Fue ella tomada en consideración? También contenía la propuesta de instalar varias usinas desmotadoras en los departamentos. ¿Fue desestimada?

¿Por qué no se llevó a cabo tan magno proyecto, que era superior al aporte y al concurso que hoy mismo podrían prestar en esta materia nuestro Banco Agrícola y todos los actuales bancos juntos...? Probablemente al gobierno no le convenía desprenderse de un recurso que tanto prometía y con el que contaba para afrontar las eventualidades que ya por entonces se cernían amenazadoras en el horizonte, entregando en cambio a una empresa privada tan valiosos recursos. Es una hipótesis que hacen admisibles las circunstancias y antecedentes y el sistema de rigurosa nacionalización de otros productos análogos, que como aquél destinaba el gobierno a hacerse de recursos y de elementos. Hoy, por una combinación de circunstancias favorables aunque en parte extrañas a nuestro esfuerzo, estamos otra vez en buenas vías en materia de producción algodonera. Es de esperar que alguna vez el algodón recupere también no sólo su antigua importancia como cultivo y como fuente de riqueza, sino también su antigua función en la industria del tejido nacional.

ALGUNAS MEDIDAS INTERNAS DEL GOBIERNO CONSULAR

LIBERTAD DE LOS PRESOS:

Los presos pululaban en las cárceles de la Asunción faltos de higiene. Existía un rigorismo dada la aplicación de las Leyes de las Siete Partidas y otras de la época anterior. El número de aquellos era elevado y los Cónsules liberaron a la mayoría.

ORGANIZACIÓN DE LA JUSTICIA:

Se dictó un Reglamento de policía y organizaron los tribunales superiores e inferiores de la justicia, siendo notable el decreto ya posterior que señalaba que "Quedaban abolidas la pena de tormentos y la confiscación de bienes".

El Estatuto provisorio de Administración de la justicia versaba sobre la creación de Tribunales superiores, emancipados del Poder Ejecutivo. El gobierno debía ejercer solo la judicatura en las causas de traición a la patria o conjuración contra el orden público, pero de hecho desempeñó todos los cargos judiciales. Se derogaron también las Leyes de Indias dejando en vigencia las leyes de Castilla, las de las Siete Partidas y las Leyes de Toro en las partes que no tenían oposición con la legislación nacional.

El Estatuto fue complementado con un minucioso Reglamento para los jueces de Paz y se creó el Departamento de Policía. La Reglamentación de la Policía fue un código de la vida social. Se creó también la Academia Militar y un Reglamento para su organización. Se fijó el período militar en tres años.

La administración de la justicia poco varió desde la era colonial donde el gobernador era también magistrado judicial. Se perdieron sin embargo las instancias de apelaciones como Charcas y la Sede Virreinal.

Nunca el cargo de mandatario supremo estuvo más acertado pues su voluntad era la instancia final. Sucedió con Francia, con Carlos Antonio López y con su hijo y sucesor Francisco Solano, quienes se presentaban como gobernantes supremos. Precisamente la reunión en una sola persona de los tres poderes, hizo que por esa razón fueran llamados dictadores.

CREACIÓN DE LA MONEDA NACIONAL:

El Paraguay hasta entonces no contaba con un sistema monetario propio. Las transacciones comerciales se realizaban por medio del trueque o con monedas españolas, o las corrientes en los países vecinos. Se encargó la acuñación de monedas con el metálico existente en la Tesorería General del Estado. Este hecho fue de gran significación para el comercio.

Posteriormente el gobierno de don Carlos decretó poner en circulación la moneda de cobre de 1/12 avos con fecha 1845 y se envió a las autoridades del interior una circular informativa. Esta primera partida de monedas que por un Decreto se ponía en circulación, acuñada en Inglaterra se hizo a la razón de: 1 peso plata: 8 reales; 1 Real Plata: 24 monedas de cobre; y 1 Peso Plata: 192 monedas de cobre. 1 Peso Plata: 10 reales; 1 Real Plata: 24 monedas de cobre; 1 Peso Plata: 240 monedas de cobre. Cuando se acuño la segunda partida de esta moneda en la Casa de la Moneda de Asunción, el peso plata equivalía a 10 reales, según Decreto de Febrero de 1854.

También será don Carlos el creador del primer billete en el Paraguay. Para el papel moneda se contrató a Don Francisco Vinsent para que haga las planchas para imprimir los billetes. Se le entregó estas a don Carlos Riviere para que se imprimiese en su taller de tipografía. El 1 de marzo de 1847, el Gobierno decretó la emisión de billetes hasta el valor de 200.000 pesos.

ATENCIÓN PARA CON JOSÉ GERVASIO ARTIGAS:

El ya anciano Artigas traído a la Asunción desde San Isidro de Curuguaty recibió atenciones de parte de los Cónsules. Fue trasladado a la quinta de Ybyray (en Trinidad) donde falleció el 23 de Septiembre de 1850, agradecido con el Paraguay que le brindó hospitalidad por casi 30 años. Una partida parroquial de la Recoleta de la Capital atestigua el entierro del prócer uruguayo: "Yo el cura interino de ella, enterré en el tercer sepulcro del lance n.26 del cementerio general el cadáver de un adulto llamado Don José Artigas extranjero que vivía en la comprensión de esta Iglesia. Di fé: Contreras".

INSTRUCCIÓN PÚBLICA:

Menciona Juan Francisco Pérez Acosta el decreto siguiente:

Cabe señalar que los Cónsules de la República elevaron un DECRETO SUPREMO, considerando "que la ilustración pública reclama imperiosamente los conatos de la autoridad suprema, para llevar aquella a debido efecto en cuanto sea posible.

Que la grande escasez del clero nacional, exige urgentemente la enseñanza y educación de los que quieran dedicarse a tan delicada, como necesaria profesión para acudir al servicio del culto religioso. Que además la falta de capacidades civiles para elevar la República al rango a que la llama su posición y el destino, es otro motivo poderoso para restablecer los elementos de ilustración enteramente extinguidos: han acordado y decretan:

Primero: Queda establecida una Academia Literaria para alumnos externos, que provisoriamente servirá de plantel para el futuro colegio que se ha de establecer en esta capital, según lo dispuesto por el soberano Congreso general de la República en acta de doce de Marzo próximo pasado.

Segundo: La academia se organizará de un director interino y de las cátedras que se designen, con el local que al efecto se ha destinado. Una cátedra de latinidad. Otra de idioma castellano y de bellas letras. Otra de Filosofía racional en método didáctico. Una cátedra de Teología dogmática en igual método. Historia eclesiástica y Oratoria Sagrada. Nómbrase para Director interino y Catedrático de latinidad al Pbro Fidel Maíz... "

"Para catedrático de idioma castellano y bellas letras, al Pbro. José Joaquín Palacios... ".

El catedrático de latinidad dará a sus alumnos una conferencia semanal de los elementos de la religión cristiana. El catedrático de bellas letras e idioma castellano, dará a sus alumnos otra conferencia semanal de los derechos y deberes de un hombre social.

Las clases de latinidad sostenidas en esta capital por maestros particulares, se reunirán a la academia literaria con todos sus alumnos bajo la inmediata orden del director interino. Y para que llegue a noticia de todos, publíquese por bando en la forma acostumbrada y sacándose las copias competentes se fijara en los lugares de estilo y se circulara a las villas, departamentos y partidos de esta jurisdicción.

Dado en el palacio del Supremo Gobierno en la Asunción, capital de la República del Paraguay a treinta de noviembre de mil ochocientos cuarenta y uno. Carlos Antonio López - Mariano Roque Alonso - Domingo Francisco Sánchez, Secretario.

Bases del proceso de Desarrollo Económico y Social

A Partir del año 1960, la tendencia al crecimiento de la economía paraguaya se hace más clara y, sobre todo, la posibilidad de analizar el proceso, de fundamentarlo y de seguir sus líneas básicas de orientación, se toma mucho menos riesgoso el disponerse de series estadísticas cada vez más confiables.

El proceso de desarrollo económico operado en el último cuarto de siglo vivido por nuestro país, se ha basado en una verdadera concepción del desarrollo económico y social del Paraguay.

Surgen, de esta manera bases esenciales que sustentan el desarrollo económico y social paraguayo:

Los Recursos Humanos:

La acción del gobierno revindicó al hombre paraguayo y lo restituyó a su real dimensión de protagonista fundamental de la actividad económica. Los recursos humanos se han constituido en otro de los elementos productivos claves para impulsar el desarrollo económico y social del Paraguay.

Afortunadamente y como resultado del proceso histórico de conformación nacional, en el Paraguay no existen antagonismos regionales ni impedimentos insalvables para la fluida movilidad social, tales como los prejuicios de casta, de raza o de tipo religioso o económico. Por lo contrario, existe un sólida unidad nacional.

De allí que los programas se hayan encaminado a asegurar mejores niveles de educación de formación técnica, e salud y vivienda y al mejoramiento cultural, cívico y social del hombre paraguayo.

Reforma agraria y bienestar rural

Finalizada la de la Triple Alianza se procedió a la privatización masiva del territorio nacional, consolidándose la propiedad latínfundiaria y condenándose al población agro productora a una reducida superficie del área central de la Región Oriental.

Los años cincuenta constituyen una etapa de transición en la búsqueda e implementación de las grandes soluciones que demandaban el problema de la tierra. El programa nacional, para que fuera tal, debía quedar marcado en el instrumento político y jurídico más amplio que fuese posible.

Se adoptaría sistemas justos de distribución, propiedad y tenencia de la tierra, se organizará el crédito y la asistencia técnica y social, se fomentará la creación de cooperativas y de otras asociaciones similares y se promoverá el incremento de la producción, su industrialización y la racionalización del mercado de modo que permita lograr su mejoramiento económico.

El gobierno creó en marzo de 1963, por ley Nº 852, el Instituto de Bienestar Rural y sancionó el mismo mes y año, por ley Nº 854, el nuevo Estatuto Agrario que “estimula y garantiza la propiedad privada inmobiliaria rural que cumple con una función social y económica, contribuyendo al bienestar rural el desarrollo de la economía nacional”.

Podemos afirmar que al cerrase la década del cincuenta, la situación imperante en la estructura agraria del país no difería en casi nada con el panorama que ofrecía en 1958.

Colonización y Red Vial

Al responder la política oficial de colonización a un principio reordenador de la población nacional, su acción se encaminó fundamentalmente a descongestionar el área minifundaria y transferir la población productiva del sector agrícola hacia las zonas de baja densidad demográfica.Con este fin, la acción colonizadora se implementó ejecutó en base a programas concretos que, en cada caso de correspondieron con líneas geográficas o ejes de orientación.

Uno de los primeros movimientos de colonización emprendido, aproximadamente desde 1961, ha sido la “marcha hacia el Este” que tuvo como columna vertebral las rutas números 2 y 7. El área de penetración del “eje este” comprende los departamentos de Caaguazú y Alto Paraná y Canendiyú

En la región han surgido algunas cooperativas, como la de Minga Guazú que han desarrollado una extraordinaria potencialidad económica.

Pronto funcionaría allí a pleno la central hidroeléctrica más grande y potente del mundo.

El “Eje Norte” de colonización se vincula con la red vial conformada por las rutas 3 y 5. La primera parte de Coronel Oviedo y pasa por Carayaó, San Estanislao y Lima para empalmar, al altura de Yby-yáu, con la ruta 5 que une las cuidadse de Concepción, en el extremo oeste de la Región Oriental, y Pedro Juan Caballero, en el extremo este.

Se trata de otra región de extraordinaria potencialidad agrícola ganadera, integrada por los departamento norteños de Concepción, Amambay y San Pedro. En realidad, actualmente la ruta 3 llega hasta el río Apa, mucho más al norte.

En el marco del Programa Integrado de Desarrollo Rural del Eje-norte de Colonización, se lleva a cabo una interesante experiencia de innovación en el tipo de asentamiento. Se han incorporado 3 colonia con un trazado y un sistema de distribución parcelaria que rompe el esquema tradicional de lotamientos rectangulares dispuesto en una cuadrícula de líneas perpendiculares y paralelas, formándose en cambio una figura de círculos concéntricos en cuyo núcleo se haya el caso urbano.

El “Eje Sur” de colonización, por su parte, es el que sigue, aproximadamente, el trazado de la ruta Nº. 1 que, desde Asunción, en dirección sur-este, llega hasta el puerto de Encarnación sobre el río Paraná, con una extensión aproximada de 380 km completamente asfaltada. Ha afectado especialmente al Departamento de Itapúa, una verdadera sur-región del oriente paraguayo que, desde fines del siglo pasado y comienzos del actual, se vio privilegiada por un vasto movimiento de colonización con laboriosos inmigrantes europeos pero dejando un amplio margen territorial, hacia el noreste, en la frontera con la región alto platense. Considerando el área integrada por los departamentos de Caazapá, Itapúa, Misiones y Ñeembucú.

Colonización y Repatriación

Así cabe recordar el programa de repatriación realizado con el firme propósito de brindar oportunidades y amplias facilidades a todos aquellos paraguayos que, como secuela del periodo de estancamiento económico y de anarquía e inseguridad política, había ingresado esa enorme masa de desterrados que prefirió radicarse en países vecinos como la Argentina.

Entre 1960 y1967 se crearon 3 colonias para ese sólo efecto: repatriación, en el departamento de Caaguazú, repatriados del sur y repatriados del norte en Itapua y San Pedro, respectivamente.

El programa de repatriación ha incluido leyes y políticas de protección especial, de parte del gobierno, para facilitar la reintegración de los compatriotas desterrados de la vida nacional.

Desarrollo Rural Integrado

Créase pues el Consejo Nacional de Progreso Social asignándole las siguientes funciones, entre otras: formular y mantener una política nacional de Progreso Social enmarcada dentro de los planes nacionales de desarrollo económico-social del país; planificar las diversas acciones del progreso social, dentro de un programa nacional, estableciendo los objetivos generales, las metas específicas y las prioridades de cada programa y crear los mecanismos adecuados que garanticen una efectiva coordinación de los programas, tanto horizontal como vertical.

La guerra devastó el Paraguay en una medida desconocida en los tiempos modernos. De la nación floreciente de la época de los López sólo restaron ruinas y escasos sobrevivientes. Destruida la riqueza pública y privada, desaparecidos los organismos jurídicos y culturales, reducida la población a su mínima expresión, todo había que hacer nacer de nuevo.

La inmensa desgracia paraguaya despertó la compasión mundial, pero ésta no se tradujo en ningún socorro al infortunio. El pueblo paraguayo quedó entregado a sus propias y decaídas fuerzas, y para peor los vencedores le abrumaron con una fabulosa deuda de guerra superior a la que Alemania impuso a Francia después de la guerra de 1870.

La parte más dura de la gigantesca empresa de resucitar a la patria recayó sobre las mujeres; se hicieron agricultoras, comerciantes, industriales, y crearon un género de sociedad poligámica, revivencia forzada de las costumbres del siglo XVI, que permitió al Paraguay reponer rápidamente sus pérdidas demográficas. En esta nueva etapa, la ocupación principal de los hombres fue la política, que absorbió gran parte de sus actividades, aunque también dedicaron energías a la reconstrucción económica y a la reorganización cultural, con no escasos frutos.

EL INICIO DE LA AGRICULTURA Y DE LA GANADERÍA

La llegada de los españoles significó, por otra parte, la introducción de nuevas técnicas de producción. Efectivamente, el descubrimiento del "hacha" revolucionó la técnica de destronque de los guaraníes, y fue a tal punto apreciado por éstos que las "cuñas de hierro" a partir de las cuales se confeccionaba dicho instrumento, se constituyó en la primera moneda del Río de la Plata, además proclamada solemnemente como tal por Domingo Martínez de Irala, primer gobernador de dichas provincias.

La distribución de tierras a los particulares se fue realizando a medida que los gobernadores emprendían la fundación de las diferentes ciudades y pueblos18. Dichas fundaciones se efectuaron en los lugares en que los conquistadores iban encontrando población india capaz de ser sometida al servicio de encomiendas. Esto nos parece muy evidente por lo menos en el caso de la ciudad de Asunción.

Los agentes fiscales, primeramente aseguraban el terreno suficiente para los establecimientos públicos, la iglesia y conventos. Las tierras adyacentes eran divididas en CUADRAS de 150 varas (129 metros) 19. Las cuadras eran subdivididas en SOLARES O SITIOS destinados a las habitaciones. Alrededor de este núcleo central se distribuían parcelas de tierra más grandes, de dimensiones variables, denominadas SUERTES DE CHACRAS, destinadas para todo tipo de cultivos. Recibían también el nombre de TIERRAS DE PAN LLEVAR. Aparte de estos emplazamientos, otras tierras eran divididas en lotes mucho más grandes destinados a la ganadería, que recibían el nombre de SUERTES DE ESTANCIAS.

Los lotes eran sorteados, de ahí el nombre de suertes, entre los conquistadores, los primeros colonos e incluso algunos indígenas aliados. Las tierras no fueron distribuidas gratuitamente:

"Muchos imponían condiciones cuyo incumplimiento, luego de cierto plazo, ocasionaba el retorno al Estado del terreno concedido. En fin, muchas propiedades eran poseídas por contrato enfitéutico, bajo la condición de un canon anual bien bajo" .

El acceso a las tierras ganaderas fue más bien reservado a los conquistadores y todos aquellos socialmente reconocidos como tales:

"El terreno destinado a la cría de ganado (SUERTES DE ESTANCIAS), dividido primero en lotes de una gran extensión, devino pronto insuficiente debido a la llegada de nuevos colonos; y fue obligatorio restringir las concesiones que, después de esa época, se subdividieron por reparto hereditario o de ventas parciales".

Por el contrario, todo parece indicar que el acceso a las tierras cultivables (SUERTES DE CHACRAS) fue más "liberal", relativamente libre, debido fundamentalmente a la abundancia de tierras fértiles.

Accedieron a estas tierras en primer lugar los conquistadores (muchos de ellos aparte de la estancia tenían la chacra cerca de Asunción), los mestizos declarados libres, y otros que, a medida que iba avanzando el proceso de descomposición de las encomiendas, engrosaban la población de campesinos libres.

A los cultivos guaraníes como la mandioca, la batata, el maíz, el zapallo, el maní y el poroto (que continuaron siendo la base alimenticia de los criollos, mestizos e indios), se sumaron los nuevos traídos por los conquistadores. Dichos productos, cultivados en las chacras del encomendero español mediante técnicas europeas de producción (azada y arado de hierro tirado por bueyes cuando se desarrolló la ganadería), y que han jugado un papel socioeconómico muy importante, son:

LOS CEREALES

La cebada, el arroz y por sobre todo el trigo (introducidos por los españoles) son cultivados ampliamente en la región de Asunción, que sin dudas fue el primer "granero" del Río de la Plata (ver Cuadro N° I). No obstante entre los cereales, como ya indicamos, el maíz, por ser uno de los artículos alimentarios principales de la población, ocupa el primer lugar.

LA CAÑA DE AZÚCAR

Introducida del Perú en 1549 tuvo una rápida proliferación: para 1556 ya se enviaron "muestras" de azúcar directamente a España. El Cuadro N° 1 indica en cifras la progresión de este producto a principios del siglo XVII. Sin embargo, su importancia es mayor teniendo en cuenta que, aparte del azúcar, en las mismas chacras se producían miel, dulces, confites y "diacitrones" que tenían gran aceptación en el país y la región, aparte de la producción de aguardiente y licor.

Todo esto nos revela cierta actividad artesanal en las chacras paraguayas; aunque hay que señalarlo, técnicamente muy rudimentaria. A ello se suma el hecho de que el azúcar, al igual que otros productos agrícolas, sustituyó hacia el último cuarto del siglo XVI al hierro como moneda del país, más conocida como "peso hueco", a diferencia del "peso metálico" español de oro o plata, prácticamente inexistente en el. Paraguay Colonial.

EL ALGODÓN

Los indios conocían el pretejido (tejido sin pala ni peine). Apenas llegados los conquistadores sustituyeron el telar nativo por el español26. Una de las primeras tareas de las mujeres guaraníes de los españoles, aparte de las tareas agrícolas en las chacras de éstos, fue la de tejer. Así, en 1539 los ornamentos de la primera iglesia construida en el Río de la Plata fueron elaborados ya en lienzos de la tierra. El lienzo de algodón les sirvió también para la confección de ropas y fue aplicado desde muy temprano en la construcción naval para las velas de las embarcaciones.

Entre los primeros "frutos del Paraguay" enviados al rey en 1556 se cuentan ya 3.786 varas de lienzo de algodón28, que importaron 60.846 cuñas. El algodón fue cultivado abundantemente sobre todo en los pueblos de indios, donde las mujeres se ocupaban del cuidado de "las plantas de algodón y del hilado de las hebras, mientras que el hombre se encargaba del tejido". A partir de 1580 los pagos de la mano de obra indígena -barqueros, marineros, etc.- se realizan en lienzos de algodón.

EL TABACO

A pesar de que pequeñas partidas de este producto hayan sido exportadas a mediados del siglo XVII, su cultivo fue alentado por la corona a partir del siglo siguiente, y hacia 1751 ordenó establecer una "elaboración" de tabaco retorcido, cuya primera partida de 900 arrobas tuvo buena aceptación. En la segunda mitad del siglo XVIII su cultivo tuvo gran incremento y fue aceptado como moneda del país".

LA MADERA

La abundante cantidad de madera ha permitido a los españoles (utilizando brazos indios, evidentemente) desarrollar la construcción naval, la de carretas que eran exportadas luego a todo el Río de la Plata, etc. El fray Juan de Rivadeneyra en su "Relación de las provincias del Río de la Plata (1581)" describía de la siguiente manera el paisaje asunceno:

"... hay muchos oficiales de todos los oficios, toneleros, calafates, torneros, sogueros o cordoneros, carpinteros de ribera que hacen navíos, arcabuceros, herreros y plateros y de todos los oficios, gran suma de labradores y muchos ingenios de azúcar, aunque ninguno hay fundado que muela de todos, sino que cada uno hace para sí su trapiche, y hay muchos que cogen a quinientas arrobas de miel de caña, que el año pasado se empezó a hacer Azúcar. Hay muchos vinos y frutas nuevas, mucho pan y tocino y vaca; carneros no hay muchos..."31.

LA GANADERÍA

Las primeras cabezas (siete vacas y un toro) fueron introducidas en 1552 desde el Brasil, siendo este el origen de la riqueza y de la fama ganadera de todo el Rio de la Plata. Posteriormente, hacia 1568 es introducido desde el Perú el segundo plantel, más importante que el primero. Sobre la gran "revolución" que implicó la introducción de la ganadería en esos países, Coni, en su "Historia de las Vaquerías del Río de la Plata", lo sintetiza de la siguiente manera:

“Nos dio primeramente una alimentación fácil de obtener Fue luego el buey el motor de nuestros transportes y de la tracción de la agricultura. Nos proporcionó después su cuero, es decir, un producto de consumo universal Agréguese a todo esto el escaso esfuerzo humano necesario para crear ese valor de cambio... "

Los planteles se reprodujeron rápidamente, las Ordenanzas de fines del siglo XVI de las autoridades coloniales españolas nos confirman este hecho, y también otro: los terribles daños que las encomiendas ganaderas causaban a la economía de los pueblos de indios. En efecto, los animales que pastaban libremente hacían estragos en los cultivos de los citados pueblos y chacras vecinas, lo que empeoraba aún más las condiciones de vida de los guaraníes, población ésta en constante disminución33.

El Cuadro N° 134 ilustra la evolución de los diezmos pagados a principios del siglo XVII por los productos ganaderos o "cuatropea", consistente en carne, cebo, grasa, cuero, suelas y baquetas.

LA YERBA MATE

La yerba mate o té paraguayo fue ampliamente utilizada por los guaraníes para sus ritos religiosos. Pronto tuvo una vasta aceptación y difusión entre españoles, criollos y mestizos, independientemente de su posición social. La yerba, cuya clasificación como ILEX PARAGUAYENSIS se la debe a los trabajos científicos de A. de Saint-Hilaire, es originaría de la región del Mbaracayú (al noreste de Asunción), en cuyos bosques subtropicales la planta se daba en forma silvestre y donde cualquiera podía explotarla.

Todo el proceso productivo, desde el desfoliaje hasta el enfardado, se efectuaba en plena selva virgen.

Luego el producto era transportado hasta el puerto de Mbaracayú sobre el río Jejuí y embarcado a Asunción para su comercialización posterior. Los brazos indígenas utilizados ampliamente en la producción y transporte de la yerba fueron proveídos primeramente por las encomiendas yerbateras: Luego, hacia fines del siglo XVIII, fueron suplantados por los "peones libres" asalariados.

En el primer caso, la productividad era de 1.66 arrobas diarias por indio, y en el segundo de 3 arrobas diarias por peón. La rudeza del trabajo en los yerbales era muy costosa en hombres, lo que agravaba el problema de la disponibilidad de brazos para los encomenderos de Asunción.

La triple Alianza: Fin de la Primera Época Nacional Autónoma

Mientras que el Paraguay pretendía entrar al mercado mundial con su modelo económico autónomo, sus vecinos del Brasil y del Río de la Plata, sin ser propiamente colonias de Inglaterra, se hallaban irremisiblemente atados al área de influencia colonial británica.La economía paraguaya, en cambio, gracias al portentoso esfuerzo de medio siglo de su pueblo y de los gobiernos de la primera época independiente del país, había logrado mantenerse independiente con la misma firmeza con que se basamento su soberanía.

El juego de aquellos intereses, alterando constantemente la paz en el Río de la plata y con la permanente injerencia brasileña y argentina en la disputada banda oriental del Uruguay, dieron lugar a la política del “equilibrio del Río de la Plata” sustentada por Francisco Solano López.

A Lo largo del periodo Lopista se suscitaron cuestiones limítrofes con la Confederación Argentina, con el Imperio del Brasil y , en menor escala, con Bolivia. Con la Argentina estaban las permanentes disidencias en torno a las Misiones.

A fines de agosto de 1864, la chancillería paraguaya se jugó su carta final en su imperioso afán de resguardar dicho equilibrio advirtiendo al Brasil que su intervención directa en los asuntos internos uruguayos, sería considerada casus belli.

Asunción después de la guerra quedó saqueada, el país entero arrasado, la economía destruida. Ya no había agricultura, ni comercio, ni industria, y su población gravemente disminuida.

POST-GUERRA

ESTADO DEL PARAGUAY

En la guerra de la Triple Alianza poco faltó para que el Paraguay quedara exterminado totalmente. La población, que superaba los 1 300 000 habitantes antes de la conflagración, quedó reducida a apenas 200 000 habitantes de los cuales aproximadamente el 10% eran hombres en su mayoría niños, ancianos y extranjeros.

La industria y el comercio sufrieron un rudo golpe. Los templos y casas particulares fueron saqueados cargándose el fruto de la rapiña en los barcos brasileños y argentinos surtos en el puerto de Asunción.

En estas condiciones las mujeres debieron empuñar el arado para arrancar a la tierra el sustento para sus hijos.

Los primeros hombres que se reintegraron a la patria de la post-guerra, fueron los excombatientes que escaparon con vida de la contienda bélica, los que durante el conflicto permanecieron en el extranjero o vinieron con los aliados perteneciendo a la Legión Paraguaya y los que estaban estudiando becados en Europa al iniciarse la guerra y no pudieron entrar al país por esta causa.

La guerra devastó el Paraguay en una medida desconocida en los tiempos modernos. De la nación floreciente de la época de los López sólo restaron ruinas y escasos sobrevivientes. Destruida la riqueza pública y privada, desaparecidos los organismos jurídicos y culturales, reducida la población a su mínima expresión, todo había que hacer nacer de nuevo. La inmensa desgracia paraguaya despertó la compasión mundial, pero ésta no se tradujo en ningún socorro al infortunio. El pueblo paraguayo quedó entregado a sus propias y decaídas fuerzas, y para peor los vencedores le abrumaron con una fabulosa deuda de guerra superior a la que Alemania impuso a Francia después de la guerra de 1870. La parte más dura de la gigantesca empresa de resucitar a la patria recayó sobre las mujeres; se hicieron agricultoras, comerciantes, industriales, y crearon un género de sociedad poligámica, re vivencia forzada de las costumbres del siglo XVI, que permitió al Paraguay reponer rápidamente sus pérdidas demográficas. En esta nueva etapa, la ocupación principal de los hombres fue la política, que absorbió gran parte de sus actividades, aunque también dedicaron energías a la reconstrucción económica y a la reorganización cultural, con no escasos frutos.

Crisis Económica y Financiera de la Post-Guerra de 1870

El tratado secreto de la Triple Alianza, había fijado satisfacciones a las básicas aspiraciones de cada aliado, fundamentalmente las brasileños y argentinos. Las deudas de una guerra no solicitada ni aceptada bajo concepto alguno por el Paraguay, a título de una supuesta liberación de yugo lopista, quedaba así contraída por el país desde ser inicio por designio de sus adversarios.

Brasil acordó por separado con el Paraguay su propio pacto de paz y límites, desdiciéndose de un compromiso asumido por el tratado secreto de la Triple Alianza. La Argentina por su parte materializó todos sus dominios a través de distintos acuerdo y tratados diplomáticos.

Los primeros gobiernos instalados en Asunción aún antes que los últimos restos del ejército nacional al mando del Mariscal López terminaran diezmados en Cerro Corà, tomaban sus primeras medias tendientes a la reestructuración política y económica del País. Los países vencedores que ejercían una directa injerencia en el proceso de reorganización. En cuanto al ordenamiento jurídico impuesto en el país con la adopción lisa y llana de la legislación Argentina, reviviscencia de la viejas aspiraciones de dominio y sometimiento del Paraguay por parte de la burguesía mercantil porteña.

La Crisis económica y financiera asumía contornos de catástrofe, la liquidación implacable de todos sus recursos y del endeudamiento externo a base de empréstitos leoninos que marcharían parejos con la creciente y luego total instauración del más crudo liberalismo “laisseferista”, el surgimiento de una poderosa clase terrateniente y de una próspera burguesía importadora-exportadora, ligadas ambas fuertemente al área de influencia rioplatense. Si bien se había reactivado, al menos en teoría, el régimen municipal, la institución pública, los tribunales de justicia y otros organismos del gobiernos, originándose las primeras rentas generales en 1872, era materialmente imposible obtener el pago de impuestos y reinstaurar el funcionamiento del aparato productivo en un país cuya economía estaba en ruinas.

A fines de 1870 se práctico la primera emisión de billetes por 100 mil pesos y seis meses después la segunda por 300 mil. Sin embargo, las deudas del Estado crecían, máxime cuando se habían reconocido a los tres estados beligerantes las deudas de guerra que alcanzaron la astronómica suma de 300 millones de libras esterlinas. Pronto comenzó a apelarse al recurso del empréstito extranjero: ante la banca inglesa se obtuvo un primer préstamo de un millón de libras y una año después otro mas de dos millones.

La guerra de la Triple Alianza había convertido a territorio paraguayo en una rica cantera de recursos básicos, que quedó abierta prácticamente si restricciones al mercado extranjero, a precios irrisorios. Más aun considerando los precios de tierras vigentes por la época en la Argentina y en el Uruguay. Lo cual se basó el posterior desarrollo de una serie de actividades de carácter extensivo, que caracterizarían a la economía paraguaya de los siguientes ochenta y cinco años

LA ECONOMÍA DESTRUIDA POR LA GUERRA

Francisco Solano López comenzó a gobernar en 1862 con una corta duración por la guerra de la Triple Alianza. Al asumir su gobierno, la política económica fue caracterizada por ser más populista ya que intensificó las políticas que había iniciado su padre, estableciendo premios para los agricultores, enviando estudiantes pobres a Europa, otorgó préstamos a lo que hoy en día denominamos PYMES y todo en base a un gran impulso y al desarrollo del ferrocarril. De no haber existido la interrupción en estas medidas, el Paraguay hubiese logrado una estructura económica interna robusta que acompañe su política comercial externa.

Ya en ambiente de guerra, el presidente Francisco Solano López decretó en 1865 una emisión de títulos por 5.000.000 (cinco millones) de pesos. Asimismo, se autorizó el uso del oro, plata y demás herencias financieras de la administración anterior para el pago de los técnicos extranjeros que prestaban sus servicios en el país y para la compra de material bélico en Europa. Ese mismo año, al iniciarse la contienda bélica, los adversarios establecieron un bloqueo económico total al Paraguay, con fuerte impacto en la economía paraguaya. El temor de los saqueos propios de una guerra hizo que, como manera de proteger la riqueza del país, fueran enterrados los numerarios y metálicos del Gobierno y de la población

De 1865 a 1870 el Paraguay no solo sufrió la humillación de la guerra, sino el saqueo, la destrucción de una nación progresista. La guerra desbastó al Paraguay, haciendo desaparecer la riqueza pública y privada, y estancando al Paraguay a los designios de pobreza y humillación no solo política sino económica. El más pujante capital del Paraguay: su infraestructura había desaparecido, la mayor parte de los caminos, calles, puentes, las vías de ferrocarril, la marina mercante ya que fueron arruinadas y destruidas.

Con la guerra de la Triple Alianza y los saqueos y robos, desaparecieron muchos derechos y muchos propietarios, lo que permitió a los gobiernos posteriores la oportunidad de declarar como "tierras fiscales" a grandes extensiones del territorio nacional, sean ellas explotadas productivamente o no. Así, de haber sido país líder en Sudamérica con grandes pasos de crecimiento económico, pasó a ser un país pobre, humillado, disminuido territorialmente y con una gran deuda pública ante los contrincantes ganadores.

RESPUESTAS SOBRE LAS PREGUNTAS DE INVESTIGACION

¿Qué factores contribuyeron a la economía paraguaya durante el gobierno de Carlos A. López?

En octubre de 1848, el Estado hizo suyas las tierras de los veintiún pueblos de indios, concediendo a sus habitantes la ciudadanía paraguaya y eximiéndoles del tributo del diezmo, derechos parroquiales, pensión anual e impuesto de arrendamientos, por espacios de tres años.

El gobierno declaraba de propiedad del Estado todos los yerbales y las maderas destinadas as construcción naval, la estatización de las maderas de construcción naval tenía el doble propósito de proveer de medios financieros al Estado y de impedir la privatización de un recurso considerado esencial en la defensa de la soberanía nacional.

Una suerte de seguro agrícola protegía al campesino contra las eventualidades de su actividad y frecuentemente el gobierno distribuía ganado, semillas e implementos de labranza. Las “Estancias de la Patria” siguieron produciendo activamente , sobre todo para cubrir las necesidades de las fuerzas armadas.

López encaró decididamente la explotación de minas de hierro y, en 1854, se inició la etapa de la industria metalúrgica nacional, también se explotaban minas de cobre, azufre, azogue, cuarzo, pedernal y canteras de cal. Fabricas de pólvora, papel, loza, textiles y tintes.

La libertad de navegación, el comercio externo del Paraguay se incremento extraordinariamente. El país exportaba crecientes cantidades de yerba mate, producto con el que ejercía prácticamente en monopolio, maderas, tabaco, cigarros, cueros, etc.

Fue necesario dotar al Paraguay de la infraestructura necesaria creándose la Flota Mercante del Estado, numerosas obras viales fueron encargadas por el gobierno de Carlos Antonio López, así como también el primer ferrocarril del Río de la Plata fue inaugurado.

La estabilidad monetaria reflejaba adecuadamente el vigor de la economía nacional. En 1847 aparecen las primeras emisiones de la recién fundada Casa de la Moneda.

La política de importaciones atendió tanto a las necesidades de equipamiento de la actividad económica interna como a la protección de la industria local, permitiendo únicamente la introducción de máquinas, implementos agrícolas, insumos y materias primas no obtenidas mediante la producción nacional.

¿Cuál era la situación económica del Paraguay durante el gobierno del Don Carlos A. López?

El Paraguay se autoabastecía con su propia producción y solamente importaba algunos productos que no producía para su uso.

Mientras que el Paraguay pretendía entrar al mercado mundial con su modelo económico autónomo, sus vecinos del Brasil y del Río de la Plata, sin ser propiamente colonias de Inglaterra, se hallaban irremisiblemente atados al área de influencia colonial británica.

La economía paraguaya, en cambio, gracias al portentoso esfuerzo de medio siglo de su pueblo y de los gobiernos de la primera época independiente del país, había logrado mantenerse independiente con la misma firmeza con que se basamento su soberanía

Se instalaron industrias metalúrgicas y se construyo el primer ferrocarril de Sudamérica.

Asunción después de la guerra quedó saqueada, el país entero arrasado, la economía quedo destruida. Ya no había agricultura, ni comercio, ni industria, y su población quedo gravemente disminuida

¿Cuáles fueron los cambios mas significativos durante el gobierno de Carlos A. López?

Tres pilares caracterizan la política económica de don Carlos. Primero: el aumento de ingresos estatales debido al incremento de flujo comercial tras la liberalización de las fronteras. Segundo, la inversión en industria pesada de la época en fábricas metalúrgicas y comunicaciones y que impuso una adaptación en territorio paraguayo del modelo de crecimiento de la Revolución Industrial. Tercer pilar fue el uso inteligente de la estrategia diplomática de encuentro e interés promoviendo productos paraguayos y publicitando la independencia de una nación soberana.

¿Cuáles fueron los efectos negativos de la guerra sobre la economía ?

Paraguay no solo sufrió la humillación de la guerra, sino el saqueo y la destrucción de la riqueza pública y privada y estancando al Paraguay a los designios de pobreza y humillación no solo política, sino económica. Los recursos capitales más importantes del Paraguay: toda la infraestructura que había colocado al Paraguay como país líder en Latinoamérica y la fuerza laboral masculina habían desaparecido.

¿ Qué monedas se usaron durante ese periodo final de la guerra?

Durante y después de la guerra, circularon monedas metálicas y papel moneda paraguayos y las monedas y billetes de Brasil, Argentina, Uruguay, Inglaterra y de otros países europeos.

Entre 1866 y 1869 circularon fragmentos de moneda de oro y plata de distintas formas y tamaños, se dividían en 2, 4 y 8 partes para representar con ellos monedas de esos valores estampados en cada fragmento, unas veces una inicial y otras una simple cifra. Las monedas cortadas fueron retiradas de circulación por decreto del 24 de febrero de 1872.

MARCO TEORICO ESPESIFICO

Filosofía

Capacidad: Comprende la influencia que ejerce la economía dentro de la población paraguaya en el contexto del conflicto bélico (1865 – 1870)

Indicadores:

Producción Agrícola:

La cebada, el arroz y por sobre todo el trigo (introducidos por los españoles) son cultivados ampliamente en la región de Asunción, que sin dudas fue el primer "granero" del Río de la Plata. No obstante entre los cereales, como ya indicamos, el maíz, por ser uno de los artículos alimentarios principales de la población, ocupa el primer lugar.

Con Don Carlos Antonio López la agricultura floreció. El gobierno mostró mucho interés en desarrollar rubros exportables como el tabaco y el algodón. Documentos de la época dan cuenta que en 1860 se exportaron 5.115.925 libras de tabaco y 6.000.000 de cigarros paraguayos.

“La Guerra contra la Triple Alianza destruyó todo, aunque siempre se trató de proteger a la agricultura por ser fundamental para la subsistencia. A medida que iban escaseando los hombres, las mujeres se hacían cargo de los cultivos, pero después todos marcharon con el ejército y las chacras quedaron abandonadas. Al terminar la guerra hubo una diáspora, la gente fue transportada en ferrocarril a sus pueblos y muchos murieron de hambre porque no había nada que comer

Producción Ganadera:

El Paraguay conoció el éxito disfrutado en otras partes del Alto Plata. Con los ríos abiertos, habían aparecido mercados externos para los productos paraguayos, y los cueros y extractos animales podían ingresar al creciente comercio.

La ganadería paraguaya se había extendido a áreas no explotadas anteriormente. El fenómeno se debía en parte a la necesidad de contener las incursiones indias y brasileras en el norte, para lo cual Carlos Antonio López estableció unos treinta fuertes y puestos entre los ríos Apa y Aquidaban. Antes que abastecerlos directamente desde Concepción o la capital, López decidió promover la ganadería en la misma región. El viajero belga Alfred Marbáis du Graty observó con un exagerado optimismo que el "área al norte del Aquidaban se presta bien a la ganadería y ahora que la seguridad (bajo la forma de puestos militares) ha quedado garantida por el presente gobierno, la región se ha llenado rápidamente de grandes establecimiento rurales .Todo ha contribuido a darle gran importancia a este vasto territorio” .Tanta importancia, en verdad, que en 1858 López ordenó se hiciera un censo de las estancias en el departamento de Concepción. Así se censaron cuatro estancias y un puesto del Estado, con un total de 5.447 cabezas de ganado vacuno y 463 caballos. Las estancias privadas llegaban a ochenta y ocho, con 40.321 cabezas de ganado vacuno y 1.671 caballos. Las estancias privadas generalmente tenían menos ganado, aunque en su conjunto superaban ampliamente al poseído por el Estado. Así continuaba el patrón básico sentado en tiempos de Francia y aceptado por López, siendo la diferencia que, mientras Francia se proponía adquirir tierras para el Estado, López parecía más interesado en usar el Estado. para aumentar las propiedades privadas de su familia.

Aunque López manifestó gran interés en las innovaciones técnicas de naturaleza militar, mostró muy poco interés en la modernización de la ganadería. Puesto que el ganado paraguayo crecía entre 25 y 27 por ciento al año, no vio la necesidad del cambio. Aquella situación tenía su buena dosis de ironía: sin ningún cuidado, los animales se reproducían rápidamente y enriquecían a sus propietarios, aun cuando los mercados tradicionales de las provincias de abajo se encontraran cerrados; en esto, el ganado era más conveniente que los productos agrícolas perecederos. Aquella ventaja propia de la producción pastoril no incentivaba el cambio. Al mismo tiempo, los bajos costos operativos compensaban con creces el atraso del sector ganadero.

Sin embargo, los estancieros paraguayos no podían sentirse complacidos de ningún modo; López no era su aliado como lo había sido Francia. López les hizo sentir cuáles eran sus intenciones cuando, en 1842, restableció el diezmo. Aquélla medida procuró ingresos al Estado, pero a costa de los estancieros.

El sistema de precios internos del Paraguay reflejaba los prejuicios y valores específicos asignados a los varios animales durante la era de López. Las yeguas no se mencionan en la lista, sin duda a causa "un absurdo prejuicio contra su uso, aun como bestias de carga; un hombre montado en una yegua provocaría una sensación tan grande y excitaría tanto ridículo como un dandi montando un burro en una de nuestras calles de moda". En todo el Alto Plata, los estancieros tenían yeguas sólo para la cría y para extraerles la grasa

Química

Capacidad: Identifica la influencia de la tecnología y la industria en la economía del Py. Durante la guerra.

Carlos Antonio López, y su hijo Francisco Solano, sucedió al Supremo dictador en el gobierno; el gobierno de los López trajo cierto desarrollo relativo con la implementación de tecnología de avanzada de la época.

Se construyeron varias carreteras y un sistema del telégrafo. Una empresa británica empezó a construir un ferrocarril, uno de los primeros en Sudamérica en 1858

Telégrafo es el denominativo de aquel aparato inventado por Samuel Morse, en 1845, utilizado para la transmisión de señales eléctricas a distancia mediante la codificación de letras en puntos. Constituye un hito en las comunicaciones. En la década de 1860, Don Carlos Antonio López encomienda a su hijo, entonces brigadier Francisco Solano López, de misión en Europa, a contratar profesionales técnicos para construir fabricas, puentes, caminos, edificios y 1.500 kilómetros de líneas telegráficas.

El comercio fue liberado y de ese modo aumentaron los ingresos estatales. Los expertos extranjeros ayudaron a implantar una fábrica metalúrgica y un arsenal grande Paraguay contaba entonces con una línea de telégrafos, un ferrocarril y una buena cantidad de fábricas de materiales de construcción, tejidos, lienzos, ponchos, papel y tinta, loza y pólvora…

Indicador:

Reconoce la influencia de la Tecnología en la economía del Py.

Tecnologías implementadas como el telégrafo la construcción del primer ferrocarril de Sudamérica fabricas metalúrgicas y siderúrgicas influenciaron el requerimiento de mano de obra paraguaya con ayuda de expertos europeos los cuales recibían un pago muy bueno por parte del Estado paraguayo

Se obtuvieron materiales como: tejidos, lienzos, ponchos, papel y tinta, loza y pólvora gracias a fabricas construidas por pedido del presidente. Se repartieron nuevas herramientas a los ganaderos y productores agrícolas para el mejoramiento del sector rural.

Antropología

Capacidad: Analizar las consecuencias sociales de la Guerra del 70.

Indicadores:

Identifica las clases sociales

La sociedad paraguaya a comienzos de la época de Don Carlos A. López. Algunas familias eran de clase superior, tenían fortunas considerables y vivían a la europea. Otras sin embargo se desarrollaban de manera sencilla, humilde, sin lujos ni etiquetas, esto se debía más bien a la escasa formación de algunos paraguayos, tal situación se irá trasformando paulatinamente con la influencia de la moda europea.

Poco después el traje paraguayo consistía en un sobrero alto, como el que hoy se usa, camisa con pechera y mangas bordadas, calzoncillos blancos con flecos largos y anchos cribos. Sobre este calzoncillo un chiripá asegurado con una faja de seda punzó; no usaban calzado y completaban su traje con un poncho. El traje de las mujeres consistía en una larga camisa blanca, de mangas cortas, bordadas y adornadas con randas y los escotes bordados con seda negra. Hasta la cintura no llevaban otra cosa que la camisa, completando el traje una enagua blanca, asegurada con una ancha cinta colorada. Andaban descalzas. Estos trajes lo llevaban solamente las campesinas y clase baja. Estas camisas, llamadas “typoi”, son un traje gracioso y tentador. Las señoras y caballeros de la ciudad vestían a la europea, mostrando las primeras muy buen gusto en sus trajes; son muy decorosas y graciosas, y el que asistía a un baile en la Asunción, podría creerse en Paris.

Describir las características de las familias de la época

Cada familia tenía su casa o choza en terreno propio. Plantaban en pocos días el tabaco, maíz y mandioca necesarios para su propio consumo y aún esto no exigía cuidado hasta la época de cosecha. Todas las chozas tenían su naranjal cuya fruta forma un artículo importante de consumo en el Paraguay, y también algunas vacas, lo que les evitaba en gran parte la necesidad de trabajar. Las clases superiores vivían por supuesto más a la europea, y muchas familias poseían fortunas considerables y lo pasaban confortablemente

Identificar las consecuencias de la Guerra del 70 respecto a las familias

Las familias paraguayas quedaron destrozadas teniendo a mujeres como mayoría para su rehabilitación y desarrollo, las dueñas de casa se ingeniaban para mantener a su familia que resurgía de entre ceniza y sangre , pasaron de tener todo a nada.

Los primeros hombres que se reintegraron a la patria de la post-guerra, fueron los excombatientes que escaparon con vida de la contienda bélica, los que durante el conflicto permanecieron en el extranjero o vinieron con los aliados perteneciendo a la Legión Paraguaya y los que estaban estudiando becados en Europa al iniciarse la guerra y no pudieron entrar al país por esta causa.

La guerra devastó el Paraguay en una medida desconocida en los tiempos modernos. De la nación floreciente de la época de los López sólo restaron ruinas y escasos sobrevivientes. Destruida la riqueza pública y privada, desaparecidos los organismos jurídicos y culturales, reducida la población a su mínima expresión, todo había que hacer nacer de nuevo. La inmensa desgracia paraguaya despertó la compasión mundial, pero ésta no se tradujo en ningún socorro al infortunio. El pueblo paraguayo quedó entregado a sus propias y decaídas fuerzas, y para peor los vencedores le abrumaron con una fabulosa deuda de guerra superior a la que Alemania impuso a Francia después de la guerra de 1870. La parte más dura de la gigantesca empresa de resucitar a la patria recayó sobre las mujeres; se hicieron agricultoras, comerciantes, industriales, y crearon un género de sociedad poligámica, re vivencia forzada de las costumbres del siglo XVI, que permitió al Paraguay reponer rápidamente sus pérdidas demográficas. En esta nueva etapa, la ocupación principal de los hombres fue la política, que absorbió gran parte de sus actividades, aunque también dedicaron energías a la reconstrucción económica y a la reorganización cultural, con no escasos frutos.

Guaraní

Tembiapo ohechaukava Paraguai economía rehegua

Tembiapo guasupe ojehechauka apopyre ñeñongatu Paraguai rehegua ñeñorair õ guasu aja ha`èva Guerra contra la triple alianza jave.

Ko tembiapo ahechauka Don Carlos A. Lòpez rembiapokue ha ta`yra opytava hekoviare ruvicha guasu omano rire , opyta Francisco S. Lòpez amotenonde tembiapokuera omopu` ãvaeku hina tet ã Paguaipe. Upekuevo Paraguai ohasa jejopy, pytagua omoivaisegui oñondivepa mbohapyveva tetã porãitepe, oñembotuichaitereìva hina ekue ijapytepekuera guive .

Paraguai ha`è vaekue hina upẽro potencia sudamericana, ojapova ha omoheñoiva heta temitỹngue omoigo porãva tapichakuerape ha avei tetãgua kuera oñemitỹ mandyju ha ambue tembiapokue kokuegua.

Upeicha tetã porãite oñemopu`ã ha iporãve ohovo, ñemityngue hembypa ha oñemondo tetã ambuèpe ojehepyme `ẽ. Viru hetave oñemono`õ ha ojegueru Paraguaipe,Europagui mbo`ehàra ivaleva omboèhag̃ua mitãnguèrape ikatuhag̃uaicha iñarandu mbareteve

Oñemotenonde avei vaka guey ha kavaju ñemongakuaa, ojegueroja avei vakapi tetã ambuepe oikotevẽva ha ojoguava upe ñemba`apopyre.

Ou mbohapyveva tetã, Brasil , Uruguay ha Argentina oñondive ombyai yvy Paraguai , ahapy tata osẽva mbokaguindi ñande tapichakuèrape oñemohatãva ha oñorair Õ va hendivekuera ku leÕicha .

ÑorairÕ Guasu oheja vaiete Paraguaipe hetaiterei oi omanova ha opytava vare`are, ohasa`asy kuñanguera opytava ha`eñoite, tapichakuera oñeha` ã amopu` ã jey tembiapo aty rupive tetã Paraguai opytava hyguy ha ikangy.

Política e Investigación Social.

Analiza la realidad política social, económica y cultural del Paraguay

La formación social paraguaya se caracteriza por una estructura económica cuyo modelo esta basado en la producción y exportación agropecuaria, extremadamente vulnerable y dependiente, unas relaciones social marcadas por la inequidad en el acceso de los bienes y servicios que resulta en la reproducción cada vez mas restringida de la fuerza de trabajo y por ende de la mayoría de la población, y una cultura política distinguible hasta hace poco por la tradición autoritaria que ha avanzado hacia una mayor institucionalización y respeto de las libertades publicas pero manteniendo en las instancias administrativas y políticas altos niveles de corrupción.

La estructura económica basada en la producción agropecuaria la heredamos desde la colonia. Posteriormente, fuimos insertados paulatinamente al sistema capitalista bajo el dominio imperialista y la división internacional del trabajo que nos consolido el modelo de producción y exportación latifundio/minifundio debido a la enajenación y concentración privada de las tierras. A esto agregamos el bajo desarrollo del sector industrial que no aprovecha las ventajas comparativas de la producción con escaso valor agregado.

Y a pesar de la enorme potencialidad de la producción en nuestro país, la estructura económica tropieza con al menos tres barreras fundamentales:

a) El recurso esencial de la tierra está concentrado en pocas manos lo que limita severamente el desarrollo rural y nacional.

b) La extraordinaria producción de energía que corresponde a nuestro país y que constituye una fuente casi ilimitada de recurso para impulsar su desarrollo industrial no está disponible porque la oligarquía en el poder ha negociado corruptamente los tratados en beneficio de los países vecinos.

c) La política económica de los gobiernos de turno no responde a los intereses nacionales de desarrollar nuestro país, sino mas bien a intereses transnacionales e imperiales que se benefician con el pago de la deuda externa o las utilidades que obtienen en el intercambio comercial, ahogando a la crisis y dejando sin empleo a una gran cantidad de trabajadores que constituyen otro de los valiosos recursos que nuestro país posee y que de esta forma se esta desperdiciando.

Con este bajo desarrollo de las fuerzas productivas, la producción de la fuerza de trabajo se caracteriza por la penuria cada vez más creciente.

Sociología

Analiza la economía durante la guerra contra la triple alianza y sus efectos en la sociedad paraguaya de la época.

La economía en la época era floreciente las familias se hallaban dotas de herramientas de labranza, tenían sus cultivos agrícolas, frutícolas y poseían sus propios ganados.

El Estado promovió la apertura de las fronteras y con eso la promoción de los productos paraguayos a los demás países vecinos, generando así un mayor aumento al capital paraguayo atreves de los ingresos, produciendo de esta forma la construcción de varias escuelas promoviendo la enseñanza gratuita y obligatoria para los niños. Se promocionó el estudio para jóvenes paraguayos en Europa.

El consulado introdujo importantes cambios en el sistema económico paraguayo. Se inicia la primera reforma tributaria con organizaciones e inclusión de impuestos y el inicio de una reforma agraria con distribución de animales y útiles para la labranza a los campesinos y el arriendo de terrenos fiscales para productores

El Estado paraguayo practicaba un celoso proteccionismo, muy reforzado en 1864, sobre la industria nacional y el mercado interno; los ríos interiores no estaban abiertos a las naves británicas que bombardeaban con manufacturas de Manchester y de Liverpool a todo el resto de América Latina. El comercio inglés no disimulaba su inquietud, no sólo porque resultaba invulnerable aquel último foco de resistencia nacional en el corazón del continente, sino también, y sobre todo, por la fuerza de ejemplo que la experiencia paraguaya irradiaba peligrosamente hacia los vecinos. El país más progresista de América Latina construía su futuro sin inversiones extranjeras, sin empréstitos de la banca inglesa y sin las bendiciones del comercio libre.

Describe las características de las estructuras económicas y sociales durante la guerra contra la triple alianza.

La estructura económica de la época se basaba en reformas impuestas por el entonces presidente Carlos A. López, los impuestos fueron requeridos

Paraguay contaba con una línea de telégrafos, un ferrocarril y una buena cantidad de fábricas de materiales de construcción, tejidos, lienzos, ponchos, papel y tinta, loza y pólvora. Doscientos técnicos extranjeros, muy bien pagados por el Estado, prestaban su colaboración decisiva. Desde 1850, la fundición de Ibycuí fabricaba cañones, morteros y balas de todos los calibres; en el arsenal de Asunción se producían cañones de bronce, obuses y balas. La siderurgia nacional, como todas las demás actividades económicas esenciales, estaba en manos del Estado. El país contaba con una flota mercante nacional, y habían sido construidos en el astillero de Asunción varios de los buques que ostentaban el pabellón paraguayo a lo largo del Paraná o a través del Atlántico y el Mediterráneo.

La sociedad paraguaya a comienzos de la época de Don Carlos A. López. Algunas familias eran de clase superior, tenían fortunas considerables y vivían a la europea. Otras sin embargo se desarrollaban de manera sencilla, humilde, sin lujos ni etiquetas, esto se debía más bien a la escasa formación de algunos paraguayos, tal situación se irá trasformando paulatinamente con la influencia de la moda europea.

Poco después el traje paraguayo consistía en un sobrero alto, como el que hoy se usa, camisa con pechera y mangas bordadas, calzoncillos blancos con flecos largos y anchos cribos. Sobre este calzoncillo un chiripá asegurado con una faja de seda punzó; no usaban calzado y completaban su traje con un poncho. El traje de las mujeres consistía en una larga camisa blanca, de mangas cortas, bordadas y adornadas con randas y los escotes bordados con seda negra. Hasta la cintura no llevaban otra cosa que la camisa, completando el traje una enagua blanca, asegurada con una ancha cinta colorada. Andaban descalzas. Estos trajes lo llevaban solamente las campesinas y clase baja. Estas camisas, llamadas “typoi”, son un traje gracioso y tentador. Las señoras y caballeros de la ciudad vestían a la europea, mostrando las primeras muy buen gusto en sus trajes; son muy decorosas y graciosas, y el que asistía a un baile en la Asunción, podría creerse en Paris

TIPO DE INVESTIGACION

Es una investigación explorativa por que recaudamos y comentamos informaciones ya existentes de obras ajenas expuestas en internet y libros.

A través de la exploración llegamos a páginas web con informaciones y documentos que redactan la situación económica del Paraguay durante la contienda del 70, varios son los datos encontrados los cuales los clasificamos para la elaboración de un minucioso trabajo de investigación para elaboración del proyecto, el cual contiene en su interior datos muy importantes que daremos a conocer a travez nuestra exposición

Datos recopilados durante la investigación

Población de Paraguay al comenzar la guerra 800.000 (100 ,00%)

Población muerta durante la guerra 606.000 (75.75 %)

Población del Paraguay después de la guerra 194.000 (24.25 %)

Hombres Sobrevivientes 14.000 (1,75 %)

Mujeres sobrevivientes 180.000 (22.50 %)

Hombres sobrevivientes menores de 10 años 9.800 (1,2 %)

Hombres sobrevivientes hasta 20 años 2.100 (0,26 %)

Hombres sobrevivientes mayores de 20 años 2.100 (0,26 %)

Exterminaron al 99 % de la población masculina, mayores de 10 años.

BIBLIOGRAFIA

HISTORIA ECONÓMICA DEL PARAGUAY (1811-2010)

- Obra de ZULMA ESPÍNOLA GONZÁLEZ.

DIRECCION DE PÁGINA WEB:

http://www.portalguarani.com/obras_autores_detalles.php?id_obras=13604

Evolución Histórica de la Economía Paraguaya

DIRECCION DE PAGINA WEB:

http://html.rincondelvago.com/historia-de-la-economia-en-paraguay.html

LA GUERRA DEL PARAGUAY

DIRECCION DE PAGINA WEB:

http://www.lagazeta.com.ar/guerradelparaguay.htm

“Genocidio Americano, A guerra do Paraguai, p.150- Julio José Chiavenatto. Sao Paulo

Conclusión:

Es suficiente una ojeada al terreno que hemos atravesado en esta investigación de la economía del Paraguay durante la guerra contra la triple alianza, para demostrar la inmensa complejidad de las fuerzas en juego. Lo que surge más claramente, es el hecho que la guerra germinó en la inestabilidad política y económica del Paraguay en este período de su historia a causa de la gresion por parte de la Argentina, el Uruguay , y el Brasil.

Por último queremos agregar que la Guerra de la Triple Alianza fue una de esas empresas en que todos los socios terminan en la ruina arrastrando consigo a la competencia. Sin embargo sólo el Paraguay terminó derrotado en ella. Y eso es cuestionable, es el episodio más traumático de toda su historia. Los presuntos victoriosos de la contienda, Argentina y Brasil, el Uruguay fue un socio siempre menor, hicieron descomunal sacrificio en la búsqueda de un objetivo elusivo que se dibujaba progresivamente y que al final resultó insignificante, pues de la guerra no lograron algo que no se pueda conseguir por medios racionales.

La economía del país quedo devastada las fabricas que algún día proporcionaron trabajo, materiales para el uso propio de Paraguay y para su exportacion a paices que lo requerían ; fueron destruidos en su totalidad por los enemigos que tenían ordenes de no dejar nada en manos de los paraguayos para de esa fotma no se rearmen.

Anexo

El conflicto bélico del Paraguay no fue una guerra más.

Fue una gran matanza cercana a la condición del genocidio en el caso del pueblo paraguayo. El Brasil sufrió 168.000 bajas y un gasto de 56.000.000 de libras esterlinas. La Argentina tuvo 25.000 muertos y un gasto de 9 millones de libras esterlinas. El Uruguay padeció de 3.000 mil muertos y experimentó una deuda de 248.000 libras esterlinas. Pero Paraguay fue la gran víctima. Antes del inicio de la guerra su población era de 1.300.000 personas. Al final del conflicto, sólo sobrevivían unas 200.000 personas. De éstas, únicamente 28.000 eran hombres; la mayoría de las cuales eran niños, ancianos y extranjeros. Del poderoso ejército paraguayo de 100.000 soldados, en los últimos días sólo quedaban cuatrocientos. Al expirar la guerra, luego de la infructuosa defensa de Asunción en Lomas Valentinas, más de diez mil paraguayos protagonizaron una caravana de la que sólo unos pocos sobrevivieron. Tras doscientos días, los espectrales viajeros llegaron a Cerro-Corá. Rodeado de selváticas y tórridas extensiones, López decidió una resistencia final. Su hijo, el coronel Panchito, de solo quince años, morirá protegiendo a sus hermanos menores y a su madre, Elisa Lynch. López mismo perecerá, afirmando con seguro orgullo "¡Muero con mi Patria!".

Antes de la conflagración asesina, el Paraguay prometía un notable desarrollo industrial. Fue el primer país sudamericano en poseer ferrocarril. Luego del extermino de buena parte de su población, la nación paraguaya nunca pudo recuperar su antiguo esplendor.

La guerra del Paraguay fue más destructiva que otros conflictos de aquella época como la Guerra de Crimea, la Guerra de Secesión de Estados Unidos o La guerra Franco-Prusiana. En la raíz del conflicto está la imprudencia de Venancio Flores al aliarse con Brasil para conseguir el poder político en su propio país, la ambición de los brasileños respecto al Uruguay, y los interese ingleses en mantener un "estado tapón" (el Uruguay) para impedir que Argentina o Brasil monopolizarán la navegación por el Río de la Playa o el río Uruguay. Sin eximirla de sus responsabilidades, Argentina fue el garante de la conservación de la independencia y la soberanía territorial paraguayas. Argentina sabía de las intenciones del Brasil de anexarse la tierra del mariscal que sucumbió en Cerro-Corá. Mediante arduas gestiones diplomáticas, se logró la firma del tratado Irigoyen-Machain por el que se determinaron límites territoriales definitivos y se consiguió la retirada de los brasileños del Paraguay el 22 de junio de 1876.

En este momento de Galerías históricas de Temakel, buscamos promover el recuerdo de aquella trágica guerra en la que existió mucha traición y bajeza, pero también mucho heroísmo y pasión por la propia tierra y amor por las insignias nacionales.

Las imágenes que le presentamos aquí fueron obtenidas por la compañía fotográfica del irlandés George Thomas Bate. A su vez, la difusión y conocimiento de estas fotografías se deben en parte al destacado esfuerzo de Miguel Ángel Cuarterolo, editor gráfico del diario argentino Clarín. Muchas reproducciones fotográficas fueron extraídas de las albúminas originales existentes en museos, álbumes familiares, y colecciones privadas. La guerra del Paraguay, el genocidio casi completo de un pueblo sudamericano, es una de las más dolorosas turbulencias de la historia. Su recuerdo es un acto de justicia para todos los que padecieron y murieron en días en los que el sol nunca brilló.

ASPECTO / REALIZACIONES EN LO EDUCATIVO:

-. Ordenanza a los comisionados de Campaña sobre la enseñanza gratuita; creación de la Academia Literaria;

-. Reapertura del Colegio San Carlos;

-. obligatoriedad de la enseñanza;

-. fundación de numerosas escuelas;

-. enseñanza de Artes y Oficios en las escuelas;

-. Alojamiento alimentación ropas y útiles a los niños pobres;

-. envío de 16 jóvenes a Europa para perfeccionar sus estudios;

-. contratación de los profesores Bermejo Dupuy y Ravizza;

-. fundación de la Primera Escuela de Derecho;

-. establecimiento de la primera imprenta del Estado;

-. fundación de periódicos.

RELACIONES INTERNACIONALES:

-.Firma de Tratados de amistad y de comercio con naciones europeas;

-. contratación de 1000 inmigrantes para la Colonia Nueva Burdeos;

FOMENTO:

-. reparto de tierras hacienda y herramientas a los indios y labradores pobres;

-. construcción de terraplenes,

-. desagües, aguadas, canales y represas para e lfomento de la ganadería;

-. fundación en el Chaco de colonias agrícolas;

-. establecimientos ganaderiles;

-. obrajes de maderas y fabricas de loza;

-. reconocimiento y examen geológico en todo el territorio nacional;

-. establecimiento de obrajes de salitre y de caleras,

-. fundición de hierro en Ybycuí;

-. construcción del Arsenal de Asunción;

TRANSPORTE Y OBRAS PÚBLICAS:

-. contratación de Ingenieros Ingleses;

-. construcción del camino Jesús Tapurupucú de 65 leguas,

-. construcción del camino a Curuguaty, de 13 leguas,

-. construcción del camino a Caaguazú de 6 leguas;

El 1 de septiembre de 1861 hizo el ferrocarril su viaje inicial desde la Estación Central "San Francisco" a Santísima Trinidad; el 14 de Julio del mismo año se había inaugurado el ramal urbano que unía la estación con el puerto de la capital.

En breve se construirá otro ferrocarril desde el muelle hasta la Aduana central.

Se han comprado en Inglaterra los materiales necesarios para un ferrocarril de quince leguas desde el muelle hasta Paraguarí: en parte quedan recibidos en esta Ciudad y siguen llegando los buques conductores de los rieles. También han llegado a este puerto los diez y ocho cañones de a 68, comprados últimamente en Inglaterra. Quedan colocadas en las Baterías de Humaitá otros 16 cañones comprados anteriormente en Inglaterra, a saber: 10 de a 68, 2 de a 56, y 4 de a 32; a más de un crecido número de cañones que se han comprado en los puertos de Montevideo y de Buenos Aires. La fábrica de fierro proveerá de materiales para continuar el ferrocarril desde Paraguarí hasta el arroyo de Ybycuí y del punto indicado de Paraguarí hasta Villa Rica.Se ha preparado provisionalmente en la espaciosa casa del Estado No. 3 una máquina de acuñar moneda y queda pronta para funcionar. Se ha destinado un local conveniente para este establecimiento, y se ha encargado al ingeniero en jefe un modelo. Hay muchas obras adelantadas, todas de suma importancia y serán concluidas a la más posible brevedad.hoy posee la república algunos vapores: el TACUARÍ construido en Londres y armado en guerra del año de 1854 por los señores JUAN y ALFREDO BLYTH. Es de 448 toneladas y un quebrado con fuerza de 16 millas por hora.

El vapor AQUITANIA, comprado en este puerto el 24 de octubre de 1855, al señor LOBELLY SCICNAG, comandante de dicho buque como representante de los señores JUAN LUIS MAUREL y LUIS HUBERTO PRON DE BURDEOS. Este buque fue construido en el año de 1854 es de 590 toneladas y cuatro quintos con fuerza de diez a 11 millas por hora. Luego que se verificó la compra se le puso la denominación de Río Blanco.

" El VAPOR YPORÁ de 226 toneladas con fuerza de 70 caballos se ha construido en este puerto con todas las condiciones que exigen los ríos Paraguay y Paraná por donde ha de navegar en cualquier estado en que se hallen sus aguas: fue bendecido con la denominación de Yporá, y lanzado al agua el 2 de julio último. Ha hecho tres viajes a Buenos Aires llamando la atención su hermosura y velocidad. El Yporá es obra de paraguayos bajo la dirección única del inglés constructor Mister TOMAS SMITK.

Se han construido también en este puerto bajo la dirección del citado Smitk otros dos vapores el uno de setenta caballos de fuerza y 241 toneladas de medida, y el otro de doce caballos de fuerza y de 31 toneladas de medida de casco. Ambos buques en breve serán lanzados al agua. Se está preparando la construcción de otros vapores para que el Arsenal esté siempre ocupado: al efecto se ha mandado comprar en Europa, y ya se halla en este puerto, el número de máquinas que por ahora se considera bastante para facilitar la navegación de nuestros ríos con vapores, introduciendo el sistema de buques apropiados para el remolque".

El proceso de modernización fue realmente febril y se nota la preocupación del gobierno en dos aspectos, la defensa nacional en la forma de la fábrica de cañones y el montaje de la defensa de Humaitá, y la preocupación con el comercio como fuentes de ingresos a través de la modernización de la flota, con la introducción de los buques a vapor.

Tan solo tres años antes del Water Witch, había sido el primer vapor que surcaba las aguas del Río Paraguay. Y los paraguayos estábamos ya completando una flota de buques a vapor, fabricados localmente capaces de navegar el Paraná y el Paraguay, incluso en épocas de mucha bajante. El ferrocarril, estaba funcionando en distancias cortas entre el arsenal, el muelle, y el puerto. Y desde ahí los planes para extenderlo hasta Paraguarí primero y luego a la fundición de hierro de Ybycuí y hasta Villarrica, avanzaban sin demora.

La introducción del vapor para aserrar la madera hizo obsoleto el sistema tradicional de explotación de la misma.

La máquina de acuñar monedas preparaba la economía para un crecimiento sostenido con una eventual introducción del crédito.

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