La Competencia Comunicativa Funcional

El concepto de enfoque comunicativo es una concepción coherente de la enseñanza y aprendizaje de la expresión escrita, que tiene como objetivo principal que los estudiantes desarrollen capacidades del uso de la lengua en cualquier situación en que se pueda encontrar. Por ello, es fundamental que se forme al educando en contenidos de comunicaciones vitales y humanas adaptadas al mundo real.

Lomas, Osorio y Tusón (2008:15), la definen como el conjunto de “…procesos y conocimientos de diverso tipo – lingüístico, sociolingüístico, estratégicos y discursivos- que el hablante/oyente/escritor/lector deberá poner en juego para producir o comprender discursos adecuados a la situación y al contexto de comunicación y al grado de formalización requerido”. De esta manera, se busca es la formación del hablante, oyente, escritor y lector ideal, capaz de producir una infinita cantidad de oraciones a partir de un número finito de unidades y reglas que hacen posible la emisión de enunciados adecuados a las intenciones y situaciones comunicativas que los estudiantes como interlocutores viven y protagonizan en contextos diversos.

En este sentido, la lengua desde este enfoque se estudia como un todo en su contexto natural. Es un aspecto fundamental de la cultura y de la realidad de cada grupo, de cada comunidad cultural: es un síntoma que permite la inferencia de las normas y valores. Así, el concepto de competencia lingüística se muestra sumamente restringido y con poca fuerza explicativa, ya que además de unidades linguísticas y reglas gramaticales, las personas deben manejar otros tipos de conocimientos que les permitan desenvolverse en la comunicación social desarrollada a través del lenguaje.

En el ámbito escolar se trata no sólo de facilitar el acceso del estudiante a una competencia lingüística; sino además el conocimiento del sistema sociolingüístico para que alcance una competencia comunicativa, que le ayude a utilizar la lengua apropiadamente en situaciones sociales. Lo que significa que no sólo hay reglas de gramática, sino también reglas de uso.

Por esta razón, al niño se le debe disponer de un repertorio lingüístico que le facilite la comunicación escrita, así como la comprensión y evaluación de los procesos evaluativos. Al respecto, Cassany y otros (2007), considera que para trabajar las competencias comunicativas en el aula se deben tomar en cuenta los siguientes rasgos generales:

Los ejercicios de clase recrean situaciones reales o verosímiles de comunicación, de manera que las diversas etapas del proceso comunicativo se practican en clase durante la realización de la actividad. Así los educandos se implican totalmente en el trabajo, alguna motivación, vacío de información, interés por el tema), participan libremente y con creatividad, intercambian entre ellos algún tipo de información y reciben una evaluación.

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