La Educacion Como Proceso Social

1. La educación como proceso individual y social

La educación se puede decir que es el proceso de maduración de calidad de un individuo y esta a la vez es individual y social que como proceso, es orientada a las transformaciones y logros del individuo. En tiempos pasados la educación era tratada de forma individual, pero de acuerdo a la etapa moderna está conformada por estos dos procesos. Este proceso de dos etapas no se debe de estudiar por separado ya que son dos pero actúan juntos de forma muy estrecha.

La mayoría de las definiciones de uso común en la academia por lo general apuntan a afirmar que la educación es un proceso cuya función es desarrollar capacidades y competencias intelectuales, psicológicas, físicas y morales, orientadas a que la persona pueda desempeñarse eficazmente en el sistema social; o que la educación cumple con el papel de asegurar la reproducción de la estructura social de clases en una formación determinada, o aquella que asegura que la educación es "el proceso mediante el cual las generaciones adultas transmiten a las nuevas generaciones los elementos de la cultura existentes en una época dada" (Durkheim). Como es posible observar, estas definiciones tienen dos elementos en común, por un lado se refieren a la educación como un proceso que confiere fortalezas a las personas que gozan de sus beneficios para su desempeño eficaz en la vida social, y por otro, el papel que las personas educadas juegan en el proceso de cohesión, reproducción y/o cambio social.

La educación, según esta perspectiva, es propagandizada como requisito indispensable para la producción de riqueza, bienestar individual y desarrollo social.

En armonía con esta conclusión, es un lugar común leer o escuchar en el discurso cotidiano de académicos, políticos, organizaciones sociales, organismos de financiamiento internacional o cumbres de jefes de Gobierno y presidentes de la República sobre la importancia que hoy se le confiere a la educación para el pleno desarrollo de las potencialidades de cada persona y el desarrollo familiar y social. Este clima legitimador ha provocado que la educación, en especial la educación escolar formal, sea en la actualidad considerada no solamente una necesidad individual y social básica, sino también un derecho humano fundamental.

No obstante, la educación como proceso social no puede entenderse sin su correspondiente conexión a un determinado contexto histórico social, caracterizándose ésta por ser, dialécticamente, causa y efecto a la vez, recibe de la estructura económica y de las relaciones de producción que definen su sentido y dirección y los condicionantes objetivos que lo determinan y a su vez contribuye a condicionar a cada una de las estructuras y procesos con que se relacionan y a los procesos de reproducción y cambio que ocurren en el desarrollo de las mismas.

En este orden, la vinculación entre educación y desarrollo personal y social no es una relación sin historia que se da igual en cada época o cada lugar, por el contrario, es una relación profundamente dialéctica cuya intensidad, velocidad de movimiento y consecuencias personales y sociales van a depender de la ubicación de la persona que aprende en la estructura social de clases y las circunstancias históricas de cada formación social. No es igual hablar de la educación en la época feudal que en la capitalista, ni en las circunstancias del capitalismo sobre-desarrollado que la del capitalismo sub-desarrollado, ni siquiera la educación entre diferentes países de similares niveles de desarrollo, ni la educación para las diferentes clases y sectores sociales de un mismo país. No es igual la educación que reciben los niños y jóvenes de las clases acomodadas medias y altas, en los colegios religiosos y de origen extranjero, de las ciudades capitales de los países latinoamericanos, que la educación que reciben los niños y jóvenes pobres y en situación de pobreza extrema de las barriadas y comarcas de cualquiera de nuestros países.

Muchas veces como educadores nos enfocamos más en el proceso individual y nos olvidamos del proceso social, esto se debe a que estamos más concentrados en el enfoque pedagógico y olvidamos que en el proceso educativo entra en juego las raíces y alcances sociales.

No puede haber sociedad sin educación y no hay educación sin sociedad, si no tenemos una sociedad para ser educada o una educación para mostrar a la sociedad de nada sirve, ya que la educación es una función importante dentro de la sociedad que involucra a los padres, medios de comunicación, escuela, maestros, etc.

La educación se puede ver también como el proceso mediante el cual se prepara al individuo para ser aceptado y poder ingresar a la sociedad y de esta forma se desenvuelva en papeles de gran importancia dentro de la misma sociedad y así de esta forma la sociedad sigue actuando de una forma educadora dentro del medio en el cual el individuo se desenvuelve.

Se puede afirmar que la educación es un fenómeno social porque:

• Esta se desarrollo en la sociedad

• Los argumentos están basados en la cultura y la sociedad

• Desarrolla un papel de carácter social en el individuo

• La educación como fenómeno social es producto de ciertos factores

o Progreso de nuestro país en todos los sentidos

o La solvencia en el área económica

o El grado o progreso en el ámbito cultural

o La petición o demanda educativa y social

o Las políticas que el estado tiene establecidas

En su papel social la educación debe cumplir básicamente las siguientes funciones.

• Que el individuo pueda desenvolverse y se le facilite la posibilidad de adquirir nuevas formaciones como profesional

• Que el ciudadano tenga un alto nivel cultural

• Que el ciudadano sea capacitado, social y políticamente

• Crear individuos profesionales en todos los ámbitos

• Que la sociedad pueda ser motivada en el proceso de transformación de la misma

• Que el individuo pueda ser formado como dirigente o líder para su país

Dentro del ámbito social de la educación, los educadores debemos ser conocedores de la problemática social y a la vez ser personas capaces de involucrarnos en el proceso de transformación, ya que las nuevas generaciones dependen y dependerán de nuestras enseñanzas. En la actualidad la enseñanza debe ser abierta y debe basarse en la actualidad, el acontecer del día a día, esto significa conocer la realidad socioeconómica y cultural de cada grupo dentro de la sociedad, asimismo se debe orientar a cada individuo a conocer estas circunstancias dentro de su grupo social así como animarle y enseñarle a desenvolverse en medio de su grupo social. En este sentido debemos procurar que los alumnos puedan pensar, analizar, juzgar, elegir y determinar en la búsqueda de la riqueza social cada día.

En su función individual la educación puede

• Motivar a la que el individuo desee alcanzar la autorrealización

• Que el individuo pueda desarrollar su personalidad

• Que el individuo se adapte y capacite en el medio profesional

• Que la persona busque una condición elevada en la esfera cultural

• Que el individuo busque un cambio social

• Que el individuo descubra de que es capaz y las habilidades que puede tener

De esta forma estaremos propiciando el progreso cultural, educativo y social de cada individuo.

La educación es así, un proceso social complejo, que según sea la ubicación de las personas en la estructura social de clases, les permite (o no les permite) desarrollar sus capacidades biológicas y psicológicas, calificar su fuerza de trabajo y apropiarse de los bienes y valores de la cultura, creando las condiciones y posibilidades para su desempeño y desarrollo en el mercado de trabajo, y su inserción a crítica y complacida, u oposición y resistencia respecto a los procesos de reproducción o cambio social.

2. El principio de la educación permanente

Este concepto se extiende a todos los aspectos del hecho educativo, desde este punto de vista la educación permanente se desarrolla durante todo el largo camino de la vida ya que aspira a la formación integral del individuo dentro de la sociedad. En este aspecto el individuo se ve obligado a renovar constantemente su saber o su nivel en el proceso educativo.

No sólo los hechos educativos están atravesados y configurados por el contexto sociohistórico, sino que los conceptos son herramientas que también se construyen históricamente y tienen un devenir, son abstracciones realizadas en un momento determinado, respondiendo a ciertas problematizaciones propias de cada época. Por ejemplo, no fueron los mismos desafíos educativos en la década del ’70 que en los ’90, ni los que surgieron a partir del 2001.

Por lo tanto es fundamental no cristalizar los conceptos como si fueran definiciones absolutas. Un mismo fenómeno social puede ser definido desde distintos conceptos y, a su vez, los conceptos tienen una historia de construcción y de debates. Así, cuando alguien dice qué es la Educación Permanente, la educación Formal o No Formal, debemos preguntarnos quién define eso, desde qué conceptualización lo está haciendo y en qué momento histórico.

Dado que necesitamos conceptualizaciones que nos permitan operar con cada realidad política, social, económica, debemos ser cuidadosos con el trabajo discursivo desligado de los contextos; ya que un concepto es importante en la medida que facilita la comprensión de la realidad. Por ejemplo, la fertilidad teórica de

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