La Labor De La Docente En El Proceso De Enseñanza

LA LABOR DEL DOCENTE EN LA ENSEÑANZA DE LA LECTURA Y LA ESCRITURA

Hace algún tiempo no muy lejano al presente, algunos recordaran, para aprender a escribir se hacían renglones completos con una misma letra; luego, con una misma sílaba; finalmente, con una misma palabra. Muchas cosas han cambiado en la enseñanza de la escritura y de la lectura desde aquellos tiempos. Y también cambió, en cierta medida, lo que hoy se entiende por saber leer y escribir. En efecto, hoy se sabe que, para moverse en el mundo de los escritos con soltura, una persona no sólo debe conocer las letras para leerlas o escribirlas y comprender los significados que se construyen al combinar palabras. Además, necesita disponer de muchos otros conocimientos y competencias que le permitan saber cómo manejarse en cada situación de comunicación. Para lograr que un niño llegue a leer y escribir debe pasar por varios procesos con la ayuda de mediadores que faciliten sus conocimientos. Por lo tanto la labor del docente se complica cada vez más difícil.

Para realizar un buen trabajo en la enseñanza de la escritura y la lectura es importante que el maestro maneje varias teorías. Pero también debe conocer perfectamente los procesos para el desarrollo de la lectura y la escritura. Además debe considerar al niño como un sujeto activo. Piaget, define un sujeto activo como aquel que “compara, excluye, ordena, categoriza, comprueba, formula hipótesis, reorganiza, etc...en acción interiorizada (pensamiento) o en acción efectiva (según su nivel de desarrollo)”.pero esto no es suficiente Gloria Rincón Bonilla invita a los maestro a “tener en cuenta que los niños están en momentos diferentes de acceso a la lengua escrita y, por eso, las actividades deben consultar esta heterogeneidad; esto no quiere decir que se deba colocar una tarea a cada uno de ellos, si no, ante una actividad, no es posible esperar que todos respondan igual, ni mucho menos como lo haría el maestro.” Ella también defiende la idea que al niño se le debe dar oportunidad de interactuar con los libros, de realizar actividades de lectura y escritura. Pero estas actividades no tienen nada que ver con las planas, ni con el hecho de descifrar grafías. Freinet también ayuda a orientar la labor del docente colocando como ejemplo Lo que el hace. Su labor se enfatizo en intentar motivar al niño que ya escribe para que escriba. Y a ello se encaminan sus conocidas técnicas de la correspondencia escolar, el texto libre y la imprenta.

Si en las clases los maestros tuvieran en cuenta lo dicho anteriormente la enseñanza de la lectura y la escritura en Colombia seria diferente. En muchas escuelas y preescolares de Popayán aun se ven las planas. En la escuela donde hice mi práctica en el grado once la maestra de preescolar ponía a los niños hacer la plana de las vocales. Al niño que se demoraba o no las dibujaba bien lo castigaba poniéndole a recoger los juguetes. En ese momento no pude hacer nada. Recuerdo que cuando inicie mi vida escolar aprendí los sonidos de cada letra, luego la unión de una consonante con una vocal y por ultimo la palabra. Recuerdo también las planas en el cuaderno doble línea. Las palabras que escribía ahí no tenían sentido para mi. Puesto que me ponían a escribir cosas que en ese momento no me interesaban.

La labor del maestro colombiano que enseña a leer y escribir para muchos es muy complicada. Para otros que tienen varios conocimientos teóricos, que aplican una variedad de métodos adecuados según el tiempo y espacio en el que se desarrolla, quienes consideran o toleran a los estudiantes y entienden que la escritura y la lectura es un proceso coordinado y gradual en la enseñanza aprendizaje. Aquellos que analizan los procesos de los niños sin importar los resultados, que los motivan creado en ellos los hábitos de lectura y escritura y que tienen en cuenta el contexto, las vivencias y los

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